El organismo diocesano indica que el principal criterio a seguir en la intervención será “conservativo”, han asegurado desde el Cabildo Catedral.
Llos trabajos, que comenzarán a mediados del presente mes y se estima se extiendan hasta noviembre, serán llevados a cabo por la especialista en restauración de obras de arte Carmen Álvarez, bajo la dirección de Ana Isabel Gamero,conservadora de la Catedral de Sevilla. Igualmente, el Cabildo hainformado que “para mayor comodidad de los especialistas”, la pieza será trasladada temporalmente a la capilla de San Francisco.
Esta Inmaculada Concepción es una escultura realizada entre 1629 y 1631, policromada por Francisco Pacheco y Baltasar Quintero, aunque se estofa varias veces durante el siglo XVIII. Se trata de una obra de elevado interés artístico, que supone un modelo iconográfico para las imágenes posteriores de la Inmaculada Concepción.
Gamero explica que, tras la observación organoléptica –impresión sensorial- de la imagen, ésta mostraba suciedad incrustada debido a la combustión de las velas y la contaminación ambiental, además de oxidación del barniz y pequeñas pérdidas de estratos en la zona inferior del manto y túnica. Además, se observó una inestabilidad entre la peana –tallada en madera y dorada-, y la imagen, por lo que se hará necesario acometer una intervención paliando la apertura de ensambles y grietas, las pequeñas lagunas de estrato de dorado y los levantamientos en peligro de desprendimiento.
Por otra parte --finaliza la información la Archidiócesis hispalense--, en cuanto a la policromía de la imagen, está previsto que se realicen fijaciones puntuales de los estratos, así como una limpieza mecánica superficial. Por último, según apuntan desde el Cabildo, se eliminará el ennegrecimiento, se procederá a una reintegración volumétrica y cromática, seguida de su correspondiente protección. (Foto: AS).
Esta Inmaculada Concepción es una escultura realizada entre 1629 y 1631, policromada por Francisco Pacheco y Baltasar Quintero, aunque se estofa varias veces durante el siglo XVIII. Se trata de una obra de elevado interés artístico, que supone un modelo iconográfico para las imágenes posteriores de la Inmaculada Concepción.
Gamero explica que, tras la observación organoléptica –impresión sensorial- de la imagen, ésta mostraba suciedad incrustada debido a la combustión de las velas y la contaminación ambiental, además de oxidación del barniz y pequeñas pérdidas de estratos en la zona inferior del manto y túnica. Además, se observó una inestabilidad entre la peana –tallada en madera y dorada-, y la imagen, por lo que se hará necesario acometer una intervención paliando la apertura de ensambles y grietas, las pequeñas lagunas de estrato de dorado y los levantamientos en peligro de desprendimiento.
Por otra parte --finaliza la información la Archidiócesis hispalense--, en cuanto a la policromía de la imagen, está previsto que se realicen fijaciones puntuales de los estratos, así como una limpieza mecánica superficial. Por último, según apuntan desde el Cabildo, se eliminará el ennegrecimiento, se procederá a una reintegración volumétrica y cromática, seguida de su correspondiente protección. (Foto: AS).

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