jueves, 23 de agosto de 2018

La Asociación "A Contramano" informa sobre la presencia de "nuevas" formas de movilidad en las ciudades españolas


La Asociación "A Contramano" informa que últimamente se está convirtiendo en un lugar común hablar o incluso pontificar acerca de la presencia de "nuevas" formas de movilidad en las ciudades españolas que, curiosamente, parecen no tener otro sitio por el que circular que los carriles-bici, un espacio diseñado para fomentar la movilidad activa en bicicleta, de la que Sevilla ha llegado a convertirse en un referente a nivel mundial.
La citada entidad afirma también que cuando hablamos de estas "nuevas" formas de movilidad solemos pensar en los hoveboards, segways, monociclos y otros vehículos auto-equilibrados que fueron en su día una auténtica novedad tecnológica y que ahora empiezan a popularizarse en muchas ciudades del mundo. Sin embargo, cuando salimos a la calle y observamos a nuestro alrededor estas supuestamente nuevas formas de movilidad, nos encontramos mayoritariamente con artilugios bastante convencionales, a los que se ha dado en llamar "patinetes", pero que en realidad son ciclomotores sin chásis, ya que comparten todas las características esenciales de los ciclomotores de toda la vida como dos ruedas, motor, manillar con acelerador y sillín (quién vió jamás un patinete con sillín) para su ocupante. Su potencia, como puede observarse en la imagen que adjuntamos (tomada en el Paseo de Colón en Sevilla) suele ser del orden de los 1.000 watios, bastante superior a la que normalmente desarrolla un ciclista de paseo (entre 100 y 200 watios) y bien dentro del rango de potencias de los ciclomotores de toda la vida (cuyo límite superior está en los 4.000 watios según la vigente Ley de Tráfico). A veces, incluso se les dota intencionadamente de toda la apariencia de una motocicleta en miniatura, como es el caso de la otra fotografía que adjuntamos (tomada en la Ronda del Tamarguillo, en Sevilla). Para colmo, el artilugio de dicha foto se comercializa con el nombre de "Harley", lo que deja bastante claro cual es el "mensaje" que quiere dar el fabricante.
Estos ciclomotores --manifiesta "A Contramano"--, cuyo tamaño y potencia están en plena fase de crecimiento como puede observarse día a día, no son, como suele afirmarse, vehículos carentes de legislación en lo que respecta a su homologación y uso. Por el contrario, están expresamente descritos en la legislación europea como "ciclomotores" (cita textual) en el Reglamento UE 168/2013 relativo a la homologación de vehículos, concretamente dentro de la categoría L1e-B (ciclomotores de dos ruedas) de su Anexo 1. No existe pues ningún "vacío legal" al respecto: estamos hablando de los ciclomotores de toda la vida, mas o menos disimulados y comercializados como "patinetes" pese a no compartir la principal característica de éstos: carecer de sillín y conducirse de pie.
"A Contramano" indica asimismo que bienvenidas sean las nuevas formas de movilidad si contribuyen a mejorar el medio ambiente urbano y a reducir la contaminación y la congestión del tráfico, por lo que es tarea urgente dotar a estas nuevas formas de movilidad de unas normas de circulación específicas, pensadas para ellas en la medida en que no sea razonable aplicarles las normas ya elaboradas para las formas de movilidad tradicionales.
Pero cuidado también --finaliza la información "A Contramano"--, con no caer en un papanatismo supuestamente "moderno" y permitir que, junto con esas formas de movilidad verdaderamente nuevas, se nos cuelen de rondón versiones mas o menos disimuladas de formas de movilidad tan antiguas como los ciclomotores o las motocicletas de toda la vida. Estas formas de movilidad ya tienen su espacio en las vías públicas - que no es otro que la calzada ordinaria - y por dicho espacio deben circular. Además de pasar por los consiguientes procesos de homologación industrial y someterse periódicamente a la ITV correspondiente. (Fotos: ACM).

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