La cofradía sevillana indica que ya recientemente, tras concluirse la talla del canasto y los respiraderos – y faltando únicamente la de los candelabros de guardabrisas- han comenzado las labores de barnizado en el taller de carpintería religiosa de N.H. Enrique Gonzálvez, previéndose la conclusión total de la obra para finales del presente año.
En palabras de su autor --difunde la Hermandad de los Dolores--, su sinuoso diseño viene a proporcionar “una sensación piramidal desde el moldurón del respiradero hasta el punto más alto de la cruz, pretendiéndose conseguir con ello que el canasto del paso se convierta en una peana que porte a la bendita imagen del Señor, alcanzándose esto al reducir al máximo posible la superficie superior”. Fundamentalmente, es en la base del canasto donde la obra presenta su mayor originalidad ya que “la parte del plinto (la mesa del paso) está tallada mediante una moldura y se desvincula del canasto en algunos puntos uniéndose en los centros, siendo este un diseño que actualmente no existe en ningún otro paso”. Así, son las “las líneas tan características del canasto las que más llaman la atención con los entrantes que tiene en las esquinas y que lo sacan hacia fuera, o las piezas contrafuertes que hacen la función de basamento de los ángeles y los faroles”.
En cuanto a los respiraderos --finaliza informando la Cofradía sevillana de los Dolores del Cerro del Águila--, adoptan un corte clásico, “siendo más bien recortados para buscar cierta similitud con los respiraderos del primer paso de misterio que tuvo la Hermandad, recordándonos así al paso en el que procesionó los primeros años el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono”. Las esquinas son contrafuertes “que van en la misma línea de elaboración que las del canasto, para crear así una armonía y conjunción en toda la obra”. (Foto: HDCA).
En palabras de su autor --difunde la Hermandad de los Dolores--, su sinuoso diseño viene a proporcionar “una sensación piramidal desde el moldurón del respiradero hasta el punto más alto de la cruz, pretendiéndose conseguir con ello que el canasto del paso se convierta en una peana que porte a la bendita imagen del Señor, alcanzándose esto al reducir al máximo posible la superficie superior”. Fundamentalmente, es en la base del canasto donde la obra presenta su mayor originalidad ya que “la parte del plinto (la mesa del paso) está tallada mediante una moldura y se desvincula del canasto en algunos puntos uniéndose en los centros, siendo este un diseño que actualmente no existe en ningún otro paso”. Así, son las “las líneas tan características del canasto las que más llaman la atención con los entrantes que tiene en las esquinas y que lo sacan hacia fuera, o las piezas contrafuertes que hacen la función de basamento de los ángeles y los faroles”.
En cuanto a los respiraderos --finaliza informando la Cofradía sevillana de los Dolores del Cerro del Águila--, adoptan un corte clásico, “siendo más bien recortados para buscar cierta similitud con los respiraderos del primer paso de misterio que tuvo la Hermandad, recordándonos así al paso en el que procesionó los primeros años el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono”. Las esquinas son contrafuertes “que van en la misma línea de elaboración que las del canasto, para crear así una armonía y conjunción en toda la obra”. (Foto: HDCA).
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