Valorado por la mayoría de los especialistas como el más hermoso retablo colocado por una Hermandad sevillana en la fachada de su sede canónica, fue la última gran obra del insigne ceramista D. Enrique Orce Mármol, que por su complejidad y virtuosismo técnico se considera como un resumen de su valor como artista, único en el ámbito de la cerámica de nuestra ciudad.
La obra, gestada en 1951 para conmemorar los cien años de la incorporación de Nuestra Señora de la Soledad a la entonces Hermandad de la Santa Cruz, fundada en 1656, contó con la iniciativa e impulso de D. Enrique Piñal de Castilla y Márquez, quien ostentaba el cargo de Hermano Mayor de la Hermandad. Gracias a su compromiso y su papel como mecenas, tras innumerables bocetos y proyectos, el retablo fue finalmente presentado y bendecido el 4 de abril de 1952, viernes de dolores, pocos meses antes del fallecimiento de D. Enrique Orce.
El retablo se articula en torno a un panel central mixtilíneo conformado por azulejos de 20 x 20 cms planos pintados a manos con la técnica del “aguarrás”, donde sobre fondo neutro consistente en un degradado de tonos grises y celestes, a modo de celaje, se recorta la efigie de la Virgen de la Soledad, presentada frontalmente y de medio cuerpo y ataviada al uso de la época, luciendo tocado de mantilla, puñal, manto bordado en oro y diadema dorada. Recorre perimetralmente el panel un marco compuesto por dobles filos de marcada proyección que refuerzan el perfil mixtilíneo del retablo. A su vez, todo queda enmarcado por una exuberante decoración de roleos y hojarascas de gran entidad y relieve de diversos colores, que parten en composición simétrica desde los lados inferiores, donde se sitúan sendas figuras de ángeles que, sentadas sobre nubes a ambos lados, portan una nutrida guirnalda floral y concluyen en el centro de la parte superior, donde se dispone una cartela con los emblemas de la cofradía rematados por una corona real. Completa el conjunto una repisa, igualmente de relieve vidriado en diversos colores, concebida a modo de cornisa muy volada, que queda sustentada por unas especies de ménsulas compuestas por formas vegetales. En el centro estos motivos terminan enmarcando un tondo, donde se recoge la leyenda sobre su dedicación.
Con fecha 27 de septiembre de 2023, Dña. Pilar Soler Núñez, Licenciada en Bellas Artes en la especialidad de conservación y restauración y como representante de la empresa Metis Conservación y Restauración SL, redacta “Proyecto de Conservación” del retablo cerámico de la fachada de la Iglesia Conventual de San Buenaventura, cumpliendo así los artículos 21 y 22 de la Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico de Andalucía, conforme corresponde a la protección de la edificación sobre la que se actúa y que de modo resumido se detalla a continuación:
ACTUAL ESTADO DE CONSERVACIÓN.
Causas, lesiones y diagnóstico.
La mayor parte de los daños que presenta el retablo responde a la acción continuada de los agentes ambientales al ser un bien expuesto a la intemperie. No obstante, se han encontrado lesiones muy puntuales que obedecen a acciones humanas, como operaciones de mantenimiento y arreglos, en las que no se emplearon materiales compatibles, por lo que han terminado generando un mayor daño.
La humedad es el principal causante de su degradación. Por capilaridad asciende por el muro que le sirve de soporte y actúa sobre todo en los morteros de unión y agarre, provocando descohesión hasta el punto de desaparecer y ocasionar pérdidas. En contacto directo por el agua de lluvia, la acción de la humedad aumenta y se agrava, repercudiendo en la estabilidad de las piezas y del su vidriado. En este punto es cuando comienzan a producirse pequeñas pérdidas de morteros de unión por las que penetra el agua y la humedad, lo que a su vez provoca la apertura de pequeñas fisuras, grietas, quebrantamiento de la superficie vítrea y fragmentación de piezas con el consecuente desprendimiento, lo que supone una pérdida de material original irreversible.
Entre las patologías más destacadas encontramos:Suciedad.
Presencia de añadidos incompatibles.
Pérdida de material en las uniones y juntas.
Fragmentaciones.
Lagunas.
A nivel constructivo y de soporte, se advierten los siguientes síntomas:
Causas, lesiones y diagnóstico.
La mayor parte de los daños que presenta el retablo responde a la acción continuada de los agentes ambientales al ser un bien expuesto a la intemperie. No obstante, se han encontrado lesiones muy puntuales que obedecen a acciones humanas, como operaciones de mantenimiento y arreglos, en las que no se emplearon materiales compatibles, por lo que han terminado generando un mayor daño.
La humedad es el principal causante de su degradación. Por capilaridad asciende por el muro que le sirve de soporte y actúa sobre todo en los morteros de unión y agarre, provocando descohesión hasta el punto de desaparecer y ocasionar pérdidas. En contacto directo por el agua de lluvia, la acción de la humedad aumenta y se agrava, repercudiendo en la estabilidad de las piezas y del su vidriado. En este punto es cuando comienzan a producirse pequeñas pérdidas de morteros de unión por las que penetra el agua y la humedad, lo que a su vez provoca la apertura de pequeñas fisuras, grietas, quebrantamiento de la superficie vítrea y fragmentación de piezas con el consecuente desprendimiento, lo que supone una pérdida de material original irreversible.
Entre las patologías más destacadas encontramos:Suciedad.
Presencia de añadidos incompatibles.
Pérdida de material en las uniones y juntas.
Fragmentaciones.
Lagunas.
A nivel constructivo y de soporte, se advierten los siguientes síntomas:
Mortero disgregado.
Descohesión entre el mortero y la fábrica.
Descohesión entre el mortero y la fábrica.
ACTUACIONES
Limpieza: Eliminación de suciedad (capa de polvo, depósitos, acumulaciones, salpicaduras…) mediante procedimientos de diversa índole: superficial mediante cepillado y aspiración, mecánica a través de bisturís y químicas con detergentes, tensioactivos y disolventes (acetona y alcohol con agua desmineralizada) conforme a los tipos de suciedad.
Consolidación preventiva:
Consolidación preventiva:
Si se detectan elementos inestables que no requieren extracción se procederá a su fijación preventiva mediante Paraloid B72, hasta que la unión definitiva sea efectuada.
Extracción puntual:
Extracción puntual:
En el caso de detectarse alguna pieza suelta y en peligro de desprendimiento, será identificada, fotografiada y extraída manualmente. Se protegerá previamente con gasa aplicada mediante Paraloid B72 si se considera necesario para salvaguardarla en su integridad. Será custodiada en depósito individual marcando su procedencia exacta para devolverla a su lugar original.
Unión:
Unión:
Pegado de fragmentos para restituir las baldosas mediante adhesivos de nitrato de celulosa. Si se trata de piezas extraídas, la acción se ejecutará en el interior de cajas de arenas, manteniendo la baldosa en posición vertical para que el encaje sea perfecto por presión.
Sellado de uniones:
Sellado de uniones:
Las uniones quedarán selladas mediante mortero de cal y árido fino adquiriendo un acabado y textura conforme a la estética del conjunto.
Reintegración volumétrica:
Reintegración volumétrica:
Los volúmenes perdidos se reintegrarán mediante su restitución nivelada con morteros de reintegración.
Reintegración cromática:
Reintegración cromática:
Las pérdidas de esmaltes se reintegrarán cromáticamente con criterio mimético para recuperar así el valor estético de la obra original. Se usarán esmaltes sintéticos y protectores que garantizarán su mantenimiento a la intemperie.
Informe de ejecución:
Informe de ejecución:
Al término de las intervenciones se presentará un informe sobre la ejecución de las mismas con arreglo a lo previsto en el artículo 21 de la Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico de Andalucía.
Una vez finalizados los trabajos de restauración, se podrá volver a contemplar la extraordinaria belleza de este retablo, único de nuestra ciudad y obra póstuma del irrepetible Enrique Orce. (Fotos: HSB-S).-
Una vez finalizados los trabajos de restauración, se podrá volver a contemplar la extraordinaria belleza de este retablo, único de nuestra ciudad y obra póstuma del irrepetible Enrique Orce. (Fotos: HSB-S).-
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