FUERA DE JUEGO.- El Betis perdió el partido por no saber defender la victoria en la prórroga
Un punto es siempre un punto. Menos da una piedra. Empatar fuera de casa y sobre todo frente a un complicado rival siempre es importante. El Betis había podido superar en la segunda mitad una serie de circunstancias en el terreno canario y sacar aire de las turbulencias. Además de igualar el primer tanto canario, con gol afortunado de Ezequiel, también supo darle la vuelta al marcador. En el minuto 91 estaban los verdiblancos de Mel con un rotundo 1-2, con un buen gol de Ruben Castro marcado en el minuto 83. .
Todo parecía que ya, en este tiempo extra, el cuadro de Heliópolis había hecho bien todos los deberes. Con garra y fortuna defendía con uñas y dientes este resultado positivo cuando estaba cerca el final del choque. Pero el Betis no supo defender en ese pequeño tiempo extra este agraciado resultado. En el minuto 92, entre una absurda falta al borde del área realizada por Miki Roque y la mala colocación del portero bético Goitia, el cuadro local alcanzaba por los pelos un absurdo e inesperado empate a dos. Un golpe franco que ejecutó Sergio Suárez colocaba un 2-2 inamovible para ambos equipos. Las Palmas respiraba y el Betis quedaba atolondrado por el infortunio.
El equipo de Mel perdía así dos puntos y la cabeza de la tabla en Segunda División A. Es verdad que el encuentro entre canarios y sevillanos había dado muchos bandazos. El joven cuadro de Las Palmas luchó con mucha entrega para apabullar a los hombres de Mel. Logró el once canario adelantarse en el marcador, aunque el tiempo para el final era todavía muy largo. Empató el Betis por obra de Ezequiel y el equipo de la Palmera defendió con mucha espíritu de lucha este empate que sabía a gloria bendita. Pero los béticos de Mel se quedaron con diez por la expulsión de Emaná –el mismo jugador se marcó absurdamente el camino de los vestuarios en una acción infantil--, y el caminito se hacía algo más duro en el terreno de juego canario. Sin embargo, el Betis consiguió en los minutos finales una buena diana en unos de los contragolpes, sorprendiendo de esta forma al cuadro canario. Así que en el minuto 91, el Betis ganaba un partido que casi se le había puesto del revés. 1-2, y ya se pensaba en el viaje de vuelta a Sevilla con estos tres puntos consoladores.
Pero en el 92 llegó la tonta falta bética al borde del área y el fallo de Goitia en el lanzamiento del jugador canario. La carita de Mel era todo un poema. Sobre todo cuando el rico pastel de ese 1-2 estaba ya casi metido en el zurrón. Este golpe servirá para cuando se presente otra ocasión. El Betis habrá aprendido la dura y sorprendente lección. No se puede desperdiciar una golosina de tal tamaño. Fuerte palo para los béticos, cuando todo parecía con el 1-2 un agradable mundo de colores.
Un punto es siempre un punto. Menos da una piedra. Empatar fuera de casa y sobre todo frente a un complicado rival siempre es importante. El Betis había podido superar en la segunda mitad una serie de circunstancias en el terreno canario y sacar aire de las turbulencias. Además de igualar el primer tanto canario, con gol afortunado de Ezequiel, también supo darle la vuelta al marcador. En el minuto 91 estaban los verdiblancos de Mel con un rotundo 1-2, con un buen gol de Ruben Castro marcado en el minuto 83. .
Todo parecía que ya, en este tiempo extra, el cuadro de Heliópolis había hecho bien todos los deberes. Con garra y fortuna defendía con uñas y dientes este resultado positivo cuando estaba cerca el final del choque. Pero el Betis no supo defender en ese pequeño tiempo extra este agraciado resultado. En el minuto 92, entre una absurda falta al borde del área realizada por Miki Roque y la mala colocación del portero bético Goitia, el cuadro local alcanzaba por los pelos un absurdo e inesperado empate a dos. Un golpe franco que ejecutó Sergio Suárez colocaba un 2-2 inamovible para ambos equipos. Las Palmas respiraba y el Betis quedaba atolondrado por el infortunio.
El equipo de Mel perdía así dos puntos y la cabeza de la tabla en Segunda División A. Es verdad que el encuentro entre canarios y sevillanos había dado muchos bandazos. El joven cuadro de Las Palmas luchó con mucha entrega para apabullar a los hombres de Mel. Logró el once canario adelantarse en el marcador, aunque el tiempo para el final era todavía muy largo. Empató el Betis por obra de Ezequiel y el equipo de la Palmera defendió con mucha espíritu de lucha este empate que sabía a gloria bendita. Pero los béticos de Mel se quedaron con diez por la expulsión de Emaná –el mismo jugador se marcó absurdamente el camino de los vestuarios en una acción infantil--, y el caminito se hacía algo más duro en el terreno de juego canario. Sin embargo, el Betis consiguió en los minutos finales una buena diana en unos de los contragolpes, sorprendiendo de esta forma al cuadro canario. Así que en el minuto 91, el Betis ganaba un partido que casi se le había puesto del revés. 1-2, y ya se pensaba en el viaje de vuelta a Sevilla con estos tres puntos consoladores.
Pero en el 92 llegó la tonta falta bética al borde del área y el fallo de Goitia en el lanzamiento del jugador canario. La carita de Mel era todo un poema. Sobre todo cuando el rico pastel de ese 1-2 estaba ya casi metido en el zurrón. Este golpe servirá para cuando se presente otra ocasión. El Betis habrá aprendido la dura y sorprendente lección. No se puede desperdiciar una golosina de tal tamaño. Fuerte palo para los béticos, cuando todo parecía con el 1-2 un agradable mundo de colores.
(FOTO: Web del Real Betis Balompié).