Todo acabó este domingo 30 de septiembre. Los festejos organizados por la Empresa Pagés que coordina como máximo responsable Ramón Valencia, finalizaron con esta segunda corrida del abono de la temporada y en la que participaron Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alfonso Cadaval, que tomó la alternativa.
Tras el lleno total de la Plaza de Toros de la Maestranza en la jornada taurina de ayer sábado, con la despedida de Juan José Padilla, que cortó una oreja; los detalles de Morante de la Puebla que volvía a Sevilla tras su ausencia en la Feria de Abril, y la revolución de Andrés Roca Rey, que se llevó un merecido premio por sus especiales bernardinas, el buen ambiente se ha mantuvo este domingo al ciento por ciento, en espera de que los toros de Juan Pedro Domecq-Parladé dieron mejor juego que los de la corrida del sábado 29 de septiembre.
El cartel de este domingo 30, que cerró este ciclo de San Miguel, tenía sus grandes atractivos. Además, el buen tiempo, con su carlorcito del mes del membrillo, acompañaba a vivir con pasión este gran festejo taurino.
El ambiente en el Coso del Baratillo fue espectacular. La Plaza de Toros de la Maestranza se llenó al completo. En esta corrida, Alfonso Cadaval cogió los trastos de matador de toros, en una emoptiva y brillante ceremonia que presidió Morante de la Puebla, siendo testigo José María Manzanares.
Abrazos en este acto que fue largamente ovacionado por los aficionados en honor de Alfonso Cadaval que así tomó la alternativa en la Plaza de su bendita tierra.
El diestro sevillano realizó una buena lidia, especialmente en el segundo todo de su lote, sexto del festejo.
El público reconoció su entrega, sus ganas de agradar y sus grandes deseos de triunfar.
En el primer toro mató de media estocada y recibió una fuerte ovación, saludando el torero desde los medios. En el segundo de su lote, sexto de la corrida, Alfonso Cadaval, ante un toro noble y con casta, realizó una lidia de mucha calidad. Sonó la música en su honor. Trasmatar de un pinchazo y estocada, el nuevo matador de toros dio una vuelta al ruedo entre la ovaciones de los miles de aficionados que llenaban los tendidos. Cadaval desarrolló un toreo muy sevillano.
En esta corrida que remataba la Feria de San Miguel el gran protagonista fue, sin duda alguna, José María Manzanares. El diestro alicantino, tanto en el primero de su lote, y de manera especial en el segundo, realizó una auténtica exhibición de buen toreo, de clase y de dominio. Firme siempre en la lidia, sus faenas alcanzaron una enorme calidad. Manzanares logró faenas cumbres ante los dos toros de Juan Pedro Domecq. En el primero de su lote, el alicantino cortó una merecida oreja, y en el segundo, un animal muy bravo, Manzanares hizo una lidia de enorme altura, con un toreo con garra y transmisión.
En el segundo de su lote, el alicantino fue volteado por el morlaco y mermó algo sus facultades. Pero Manzanares continuó con total dominio de la situación para culminar la lidia de forma espectacular.
No tuvo fortuna a la hora de matar al toro y pinchó varias veces. También recibió dos avisos de la presidencia. Sin embargo, el buen el toreo de Manzanares transcendió de tal forma que el público aplaudió con intensidad su entrega y su valor, y fue premiado con una vuelta al ruedo. De haber evitado la voltereta y haber matado a la primera, tal vez se estaría hablando de dos orejas en este toro y la salida por la Puerta del Príncipe.
Morante de la Puebla, aunque volvió, como ayer, a poner voluntad y ha dejar sobre el albero geniales detalles antes los toros que le tocó en suerte, que fueron los peores, no logró culminar todos sus grandes deseos para alcanzar un premio en esta segunda oportunidad en la Feria de San Miguel.
Morante, en el primero de su lote, realizó unos magníficos naturales, pero se quedó sin opción porque el morlaco se vino abajo. Mató de estocada tendida y hubo silencio.
En el segundo toro de su lote, Morante se tuvo que enfrentar al animal de más peso de la corrida --"Recovero", de 606 kilos--. Ejecutó con el capote espléndidas chicuelinas y buenas verónicas, así como firmes derechazos con la muleta. Pero apareció el viento y estropeó todo el panorama. Mató de estocada y fue ovacionado. El de La Puebla respondió a los aplausos desde los medios.
Y así fue el final de esta corrida y el final de este ciclo de la Feria. El público quería más. Pero Cadaval en su alternativa y sus ganas; Morante con sus genialidades y si arte, y Manzanares con su sabiduría, dejaron en todo momento un toreo de mucha calidad y de mucha altura. El público disfrutó de lo lindo con este festejo de lujo celebrado en la Real Maestranza de Sevilla.
FICHA DE LA CORRIDA:
Se lidiaron reses de la ganadería de Juan Pedro Domecq-Parladé, bien presentados, nobles y con casta, destacando el 5º y el 6º.
* Morante de la Puebla, silencio en el primero y ovación son saludos en el segundo.
* José María Manzanares, oreja, con petición de una segunda, en el primero, y vuelta el ruedo en el segundo.
* Alfonso Cadaval, ovación con saludos en el primero de su lote, y vuelta al ruedo en el segundo.
Incidencias:
Se celebró en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla la segunda corrida de toros de la Feria de San Miguel 2018 --tercer festejo de este ciclo--, con la participación de Morante de la Puebla, José María Manzanares y Alfonso Cadaval, que tomó la alternativa. Se lidiaron reses de la ganadería de Juan Pedro Domecq-Parladé. El Coso del Baratillo rozó en este tercer festejo de San Miguel el "no hay billetes".
CRÓNICA DE LA ALTERNATIVA DE ALFONSO CADAVAL Y DE LA BRILLANTE ACTUACIÓN DE JOSÉ MARÍA MANZANARES UE PUDO ABRIR LA PUERTA DEL PRÍNCIPE
La segunda corrida de la Feria de San Miguel, tercer festejo del ciclo, se inició con el protocolario acto de la alternativa de Alfonso Cadaval. Morante de la Puebla fue el diestro que doctoró al colega sevillano para convertirse en matador de toros. El testigo de esta ceremonia fue José María Manzanares.
Y como está mandado, Alfonso Cadaval fue el primer torero que escuchó este domingo los llamados clarines del miedo. El nuevo matador se enfrentó a “Piripi”, un toro de 570 kilos. La muerte de este primer toro se lo brindó a su padre, el famoso “Moranco” César Cadaval, que estaba en el burladero. Alfonso ejecutó con la muleta buenos lances por la derecha, dejando siempre en la lidia mucha sevillanía. Siempre estuvo muy firme y seguro Cadaval ante “Piripi”. Hubo buenos y lentos naturales, muy bien rematadas. El sevillano buscó siempre unos buenos argumentos para poder dominar al animal. Pero el toro se fue apagando y Alfonso Cadaval cogió finalmente la espada. Bastó con media estocada. El público, la afición que llenaba el Coso del Baratillo, ovacionó al diestro sevillano por sus detalles y su arte en los lances que ejecutó de forma muy brillante.
En el segundo toro de su lote, sexto y último del festejo, Alfonso Cadaval tuvo enfrente a “Poderoso”, de 569 kilos. En esta lidia destacó el quite que realizó Morante de la Puebla con dos ajustadas verónicas y una larga cambiada y la réplica de Cadaval. El sevillano, el nuevo matador de toro, inició la faena de rodillas con enorme valor y destreza.
Sonó la música en honor de Alfonso Cadaval porque toreo, firme, con ritmo y lleno de calidad y arte, transmitía. Dibujó brillantes naturales que ejecutó despacio. Voló muy alto el diestro de Sevilla ante “Poderoso” hasta que el animal fue perdiendo gas. Mató de pinchazo y firme estocada y se llevó el premio de dar la vuelta al ruedo en su primera corrida como matador de toros.
Llegó ya el turno normal de la corrida. Y fue el diestro sevillanos Morante de la Puebla quien recibió al primero de su lote --“Runrun”, de 550 kilos--, con el deseo de poder ofrecer a todos sus seguidores todo el toreo que lleva en su corazón y en su cabeza. Ejecutó lances muy dominadores con la capa y el torero de La Puebla buscó todas las fórmulas para poder sacarle partido al de Juan Pedro. Morante se lució con una serie de naturales, pero el toro, sin clase, se fue evaporando. Mató de media estocada algo tendida.
Al segundo de su lote --“Recovero”, con 606 kilos--, Morante lo recibió con el capote a la espalda. Y remató la faena con media verónica, chicuelinas y una serpentina. La plaza se puso en pie para ovacionar al de La Puebla. Ya con la muleta. Pero Morante, que quiso mantener el alto ritmo con entrega y mucha voluntad, se encontró con un animal que se apagó pronto. Además, el viento llegó en un mal momento, y el diestro pasó sus apuros. Se tuvo que defender como pudo y cogió la espada para liquidar a un toro que se vino abajo. Morante mató de estocada y recibió la ovación de los espectadores por la buena actitud que había demostrado contra todos los vientos y las mareas.
Quien pudo lograr un triunfo pleno en esta corrida que remataba la Feria de San Miguel 2018 fue José María Manzanares. El trabajo, con mucho arte, con entrega e intensidad, tuvo su premio. El toreo del alicantino fue espectacularmente brillante y efectivo.
En el primero de su lote, de nombre “Noramalo”, de 568 kilos, Manzanares dibujó unas verónicas lentas y ejecutadas con temple. Hubo, además, ajustadas chicuelinas y una preciosa larga cambiada. Hasta en los quites -- participó Cadaval con brillantes verónicas--, Manzanares dio una lección magistral. Ya con la muleta, el de Alicante brilló a gran altura. Su toreo fue de una tremenda calidad. Sonó la música. Ejecutó pases por la derecha y por la izquierda con una gran maestría. Armó la revolución en el Coso del Baratillo. Manzanares, a gusto ante “Noramalo”, siempre fue a más, dominando siempre la situación con su bien toreo. Mató de estocada y se ganó el premio de una oreja, aunque el público pidió otra. Pero el presidente solo concedió un premio al alicantino para dar una vuelta al ruedo apoteósica.
En el segundo de su lote, quinto del festejo, José María Manzanares mantuvo las mismas ideas y las mismas ambiciones. El toro, “Retornero”, de 555 kilos, era como una perita en dulce. El alicantino siguió a su alto nivel taurino porque buscó el máximo triunfo. Es decir, soñaba con salir por la Puerta del Príncipe. Manzanares, con la capa, se lució con firmes verónicas. Con la muleta, el alicantino ofreció una lidia de enorme calidad, con trincherillas, derechazos y naturales, con gran respuesta de “Retornero”. Sonó la música. La fiesta fue grande en la Maestranza. Manzanares estaba en la cresta de la ola, dominando y ofreciendo preciosos y brillantes argumentos sobre el albero del Baratillo. Cuando intentó culminar la buena lidia con una serie de pases de rodillas fue volteado por el toro. No tuvo grandes consecuencias, pero Manzanares salió algo mermado de este incidente. Superó la situación y finalizó con una serie ajustadas manoletinas para volver a recuperar el vuelo. No estuvo afortunado a la hora de usar el estoque. Falló en su intento de matar al animal recibiendo. Pinchó varias veces y hasta escuchó dos avisos. Pero Manzanares tuvo el premio de la vuelta al ruedo por todo cuanto había ofrecido en la Maestranza en este cierre de la Feria de Abril. El alicantino estuvo a punto de armar el lío y cortar tres orejas en esta jornada --la del primer toro que cortó, con petición de otra, y las que soñó y tuvo en sus manos con la grandiosa lidia que realizó ante el segundo de su lote, para abrir la Puerta del Príncipe. (Fotos: EP-Toromedia).
* FERNANDO GELÁN.-
* PULSAR PARA VER EL VÍDEO DE LA CORRIDA DE LA FERIA DE SAN MIGUEL 2018, CELEBRADA ESTE 30 DE SEPTIEMBRE EN LA REAL MAESTRANZA DE SEVILLA:
https://vimeo.com/292606706