* El Grupo Municipal Socialista exigirá en la próxima reunión con el equipo de gobierno los informes jurídicos que justifiquen el no de Sanz a suspender nuevos registros, licencias de obras y cambios de uso de viviendas residenciales a turísticas.
* Si efectivamente esos informes jurídicos dicen que no, el PSOE plantea rebajar del 10% al 2,5% el porcentaje de viviendas turísticas sobre el total de residenciales y aplicar el porcentaje con criterio de barrio y con criterio de ciudad, lo que supondría restar 995 pisos turísticos a los que existen actualmente.
* El PSOE propone sobre los pisos sobrantes realizar una campaña de inspección para cerrar todos aquellos que no cumplan las exigencias del cambio del PGOU aprobadas en 2022, que equiparaba las normas urbanísticas de las viviendas turísticas a las de hoteles o apartamentos.
El Grupo Municipal Socialista confía en que el gobierno de José Luis Sanz presente durante la segunda reunión que mantendrán para regular las viviendas turísticas los informes jurídicos que indiquen claramente si, en el marco de las competencias del Ayuntamiento de Sevilla, es posible o no la suspensión total de nuevos registros de pisos turísticos y de licencias de obras y cambios de usos de viviendas residenciales a turísticas que propuso el PSOE en el primer encuentro. Si esos informes dicen que no es posible, el PSOE lleva una alternativa que supone, de facto, la misma estrategia: que no abra ni una sola vivienda turística más en la ciudad, frente a las 23.305 nuevas que podrían aún abrir según la propuesta inicial del equipo de Sanz desaprobada por la mayoría absoluta del Pleno Municipal.
La alternativa no sólo impediría más registros de viviendas turísticas y, en consecuencia, daría cobertura a la suspensión total de las licencias de obras o cambios de uso de vivienda residencial a turística, sino que, además, podría incluso implicar una disminución de este tipo de alojamientos en los barrios más saturados ahora: los del Casco Antiguo y Triana. De esta forma, se contribuiría a evitar una mayor presión de las viviendas turísticas sobre los precios de los alquileres de las viviendas residenciales y también a aminorar los problemas de convivencia.
«O la propuesta de Sanz que supone la posibilidad de 23.305 pisos turísticos más en toda la ciudad, incluso en algunos barrios del Casco Antiguo y del conjunto histórico de Triana, a la vez que derivando el problema a barrios limítrofes a estos como son Cruz Roja, Miraflores, Carretera de Carmona, Tardón, Santa Cecilia, San Gonzalo, La Florida o San Roque, por citar solo algunos, o cero vivienda turística más. En resumen, o 23.305 o 0», ha explicado Francisco Javier Páez, concejal socialista y miembro del Consejo de Gobierno de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente por el PSOE municipal.
En concreto, frente al 10 por ciento de límite de viviendas de uso turístico con respecto al total de viviendas residenciales disponibles por barrios -es decir, una vivienda turística por cada diez familiares, proporción que ya no sirve de nada ni en el Casco Antiguo ni en el conjunto histórico de Triana, donde se ha sobrepasado ampliamente-, la propuesta del PSOE plantea reducir ese porcentaje al 2,5 por ciento y aplicarlo no sólo a nivel de barrio, sino a nivel de toda la ciudad.
Con esa doble aplicación, estaríamos ya ante un escenario no sólo de que ya no cabe ni un piso turístico más en la ciudad, sino que sobrarían 995. Como legalmente no cabe aplicar la norma con carácter retroactivo, sí en cambio se podría iniciar una amplia campaña de inspección, en especial en el Casco Antiguo y Triana, sobre todas aquellas viviendas turísticas que se registraron e iniciaron su actividad con posterioridad a la entrada en vigor de la restricción urbanística aprobada en el mandato municipal anterior y que equiparaba las exigencias urbanísticas de los pisos turísticos a las que tienen los establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos.
En concreto, en 2022 se aprobó una modificación del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) que cambió la calificación de las viviendas con fines turísticos regulándolas, al igual que el resto de los alojamientos para turistas, como servicio terciario de hospedaje y no como de uso residencial como hasta ahora. En la práctica, esta variación suponía que esas viviendas se asimilan a hoteles, hostales, pensiones y apartamentos turísticos y, por tanto, tendrán idénticas condiciones, requisitos para su implantación en la ciudad y ubicaciones autorizadas dentro de un edificio de viviendas.
Esa iniciativa del anterior gobierno socialista se aprobó en el marco de las entonces reducidas competencias que tenían los ayuntamientos andaluces para limitar las viviendas turísticas, competencia que recaía hasta febrero de 2024 única y exclusivamente en la Junta de Andalucía. Entonces, el Ayuntamiento de Sevilla pudo regular tan sólo en aquello en lo que podía entrar: las normas urbanísticas. Así, con ese cambio en el PGOU entre otras cuestiones se obligaba a que las viviendas turísticas estuvieran localizadas sólo en las plantas bajas y primeras, a excepción de las situadas en edificios dedicados exclusivamente a hospedaje.
«En el último año, el crecimiento de las viviendas turísticas en nuestra ciudad ha sido del 20 por ciento. A la tardanza de la Junta de Andalucía en aprobar el decreto andaluz para permitir a los ayuntamientos que regularan, nada más y nada menos que tres años, se unió el intervalo entre que la norma andaluza entró en vigor y la elaboración de la propia norma municipal. Por tanto, se podría iniciar una inspección generalizada sobre los pisos turísticos posteriores al cambio del PGOU y cerrar aquellos que no se ubiquen en plantas baja y primera», ha abundado Francisco Javier Páez. Así, no sólo no se permitiría ni una vivienda turística más, sino que también podría bajar la cifra controlando las exigencias urbanísticas que aprobó el Ayuntamiento de Sevilla.
Por último, el concejal socialista ha confiado en que el gobierno de José Luis Sanz acuda a la nueva reunión con una voluntad «real» de negociar y de abrirse a las propuestas de la oposición, después de las «decepcionantes» declaraciones del delegado Juan de la Rosa al término del primer encuentro y que evidenciaban que aún no se había dado cuenta de la dimensión del problema. «No cabe ni una vivienda turística más y con la propuesta de su gobierno caben 23.305 más. Nosotros le buscamos fórmulas para una suspensión total. De Sanz depende atajar realmente la proliferación de los pisos turísticos en la ciudad o que se prolongue, agravando así el problema», ha concluido Francisco Javier Páez.
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