En su homilía, el arzobispo ha destacado diversas facetas de Burgos, como periodista, escritor, ciudadano y hombre de fe. Lo ha definido como “un referente del mundo de la literatura y del periodismo. Ha sido un hombre muy querido y respetado por todos; un hombre firme en sus principios y, al mismo tiempo dialogante; que creía en el compromiso, en el esfuerzo, en el sacrificio, que trabajó hasta el final. Un ejemplo de superación constante, de carácter firme, de agudeza intelectual, de brillantez literaria, que ha dejado una huella indeleble en Sevilla”.
“Sevillano enamorado de su ciudad”
Más adelante ha recordado su relación con la ciudad de Sevilla: “un sevillano enamorado de su ciudad hasta los tuétanos y un fiel defensor de la misma en todos los ámbitos: el religioso, el histórico, el cultural, el cofrade, el taurino, el folclórico, el poético y el sentimental. La conocía como la palma de su mano”. Ha aludido a sus escritos diarios en el diario ABC donde “le escribía diariamente (a Sevilla), sabía los nombres de todas las familias de Sevilla, y leerle cada mañana en el periódico era la costumbre de todos los sevillanos que lo tenían por referente de opinión y de pensamiento. Con un estilo libre y crítico y una ironía fina que sabía captar la voluntad del lector”.
Hizo referencia a sus padres, Antonio y Pilar, “muy importantes en su vida”, y a la sastrería que regentaban frente a la iglesia donde hoy ha sido despedido. “Su padre siempre quiso que su único hijo varón continuara su profesión, pero don Antonio cortaba otros trajes. Alumno brillante del colegio Portaceli, en el que recibió una profunda impronta jesuítica. Sus devociones principales proceden del lugar donde vive: la hermandad de la Carretería, y la del Cristo de Burgos del que su padre fue hermano mayor”.
Devoto de la Virgen María en tres advocaciones
También ha destacado su “profunda devoción a María Santísima” y las tres imágenes de la Virgen que han marcado su vida: la Virgen de La Antigua de la Catedral -“su principal regalo en los bautizos y primeras comuniones era una réplica de la histórica medalla del Cabildo que tiene su efigie-, La Pura y Limpia del Postigo -“era su hermandad por antonomasia; estaba enamorado de la Inmaculada”- y la Esperanza Macarena: “A ella le dedicó junto al Gran Poder la mejor literatura de lo que escribía; los párrafos dedicados a ella pasan a la historia de los sevillanos que se los saben y recitan de memoria, porque son de una gran belleza”, subrayó.
Informa finalmente la Archidiócesis de Sevilla que el arzobispo concluyo la homilía despidiendo a “un hermano que ha cumplido su etapa en la tierra después de una existencia compartida, fecunda, llena de fe y amor. Ha sido un buen hijo, un buen hermano, un buen esposo, un buen padre, un buen amigo y compañero, un buen hijo de la Iglesia y un buen ciudadano. Era muy religioso y hombre de fe, practicante y piadoso. Sus obras de caridad no son muy conocidas, pero las hacía, con delicadeza y discreción; soy conocedor de ello. Siendo conservador en las formas, era avanzado en las ideas y presumía de ser muy fiel al Santo Padre, fuera el que fuera. Nos queda su recuerdo y su ejemplo como un tesoro, como una motivación constante para vivir con intensidad y aspirar a la excelencia, para amar a Dios, a la Iglesia, a la familia, y a Sevilla”. (Fotos: AS y CHYCS).-
“Sevillano enamorado de su ciudad”
Más adelante ha recordado su relación con la ciudad de Sevilla: “un sevillano enamorado de su ciudad hasta los tuétanos y un fiel defensor de la misma en todos los ámbitos: el religioso, el histórico, el cultural, el cofrade, el taurino, el folclórico, el poético y el sentimental. La conocía como la palma de su mano”. Ha aludido a sus escritos diarios en el diario ABC donde “le escribía diariamente (a Sevilla), sabía los nombres de todas las familias de Sevilla, y leerle cada mañana en el periódico era la costumbre de todos los sevillanos que lo tenían por referente de opinión y de pensamiento. Con un estilo libre y crítico y una ironía fina que sabía captar la voluntad del lector”.
Hizo referencia a sus padres, Antonio y Pilar, “muy importantes en su vida”, y a la sastrería que regentaban frente a la iglesia donde hoy ha sido despedido. “Su padre siempre quiso que su único hijo varón continuara su profesión, pero don Antonio cortaba otros trajes. Alumno brillante del colegio Portaceli, en el que recibió una profunda impronta jesuítica. Sus devociones principales proceden del lugar donde vive: la hermandad de la Carretería, y la del Cristo de Burgos del que su padre fue hermano mayor”.
Devoto de la Virgen María en tres advocaciones
También ha destacado su “profunda devoción a María Santísima” y las tres imágenes de la Virgen que han marcado su vida: la Virgen de La Antigua de la Catedral -“su principal regalo en los bautizos y primeras comuniones era una réplica de la histórica medalla del Cabildo que tiene su efigie-, La Pura y Limpia del Postigo -“era su hermandad por antonomasia; estaba enamorado de la Inmaculada”- y la Esperanza Macarena: “A ella le dedicó junto al Gran Poder la mejor literatura de lo que escribía; los párrafos dedicados a ella pasan a la historia de los sevillanos que se los saben y recitan de memoria, porque son de una gran belleza”, subrayó.
Informa finalmente la Archidiócesis de Sevilla que el arzobispo concluyo la homilía despidiendo a “un hermano que ha cumplido su etapa en la tierra después de una existencia compartida, fecunda, llena de fe y amor. Ha sido un buen hijo, un buen hermano, un buen esposo, un buen padre, un buen amigo y compañero, un buen hijo de la Iglesia y un buen ciudadano. Era muy religioso y hombre de fe, practicante y piadoso. Sus obras de caridad no son muy conocidas, pero las hacía, con delicadeza y discreción; soy conocedor de ello. Siendo conservador en las formas, era avanzado en las ideas y presumía de ser muy fiel al Santo Padre, fuera el que fuera. Nos queda su recuerdo y su ejemplo como un tesoro, como una motivación constante para vivir con intensidad y aspirar a la excelencia, para amar a Dios, a la Iglesia, a la familia, y a Sevilla”. (Fotos: AS y CHYCS).-
No hay comentarios:
Publicar un comentario