Crónica de
FERNANDO GELÁN
El torero madrileño
El Juli, que cortó tres orejas en la corrida del Domingo de Resurrección
celebrada en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla, fue sacado a
hombros por la Puerta del Príncipe. Espectacular triunfo de Julián López en
esta corrida inaugural de la temporada taurina en la capital hispalense.
FICHA DE LA CORRIDA
Primera corrida de
abono en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. Se lidiaron tres
toros de Garcigrande (segundo, tercero y cuarto), dos de Domingo Hernández
(quinto y sexto) y uno de Parladé, el primero. Las reses tuvieron buena
presencia y dieron un juego variado. Destacó de forma especial el quinto, de
Domingo Hernández y decepcionó el primero, de Parladé. La plaza registró
un lleno absoluto. La corrida comenzó
con un retraso de diez minutos por el fuerte aguacero que cayó poco antes del
festejo. Los toreros, antes del paseíllo, comprobaron el estado del ruedo, pero
la corrida se celebró hasta el último toro.
·
Morante
de la Puebla, bronca en el primero y silencio en el segundo.
·
Julián
López “El Juli”, una oreja, con petición de la segunda, en el primero; y dos
orejas, con leve petición del rabo en el segundo.
·
José
María Manzanares, ovación, tras aviso; aplausos, tras dos avisos.
Presidió la corrida
Gabriel Fernández Rey. Destacó en banderillas Juan José Trujillo, de la
cuadrilla de José María Manzanares. Resultó cogido el banderillero de la
cuadrilla de “El Juli”, El Niño de Leganés. Fue atendido en la enfermería por
una herida de asta de toro en cara posterior del muslo derecho con trayectoria
ascendente de 10 cm., y otra descendente de 20 cm., que provoca importante
lesión muscular del bíceps femoral contundiendo el nervio ciático en una
extensión de 30 centímetros. El miembro inferior izquierdo en su tercio
inferior y cara interna presenta cornada cerrada que se explora evacuando
hematoma. Pronóstico grave.
LA CRÓNICA
Pedazo de faenas
realizadas por El Juli en la Maestranza de Sevilla, en la tarde inaugural de la
temporada taurina en Sevilla. El ambiente era impresionante antes del festejo
por todos los alrededores de la plaza de toros hispalense. Hasta tuvo su
presencia un pequeño y recudido grupo que son contrarios a la fiesta nacional y
que se desgañitaron delante del coliseo taurino sin mayores consecuencias.
Porque el arte vivito y coleando estaba en el Coso del Arenal contra vientos y
mareas. Fue El Juli, con dos lecciones magistrales, quien puso la plaza a
revienta calderas con su magnífico buen
hacer, sus ganas, su entrega, su dominio y su poder absoluto. Julián
volvía a Sevilla tras la rabona del pasado año y armó la marimorena con un
toreo firme y cautivador.
En su primer toro
--·Habanero”, de Garciagrande, El Juli ya demostró sus ganas y su enorme
actitud. Cogió el capote y se fue a portagayola para dejar bien sentado en la
Plaza sus deseos de triunfar y de ofrecer al público sevillano su calidad y su
temple. Hubo serenas chicuelinas y bellas verónicas. Luego, con la muleta, el
madrileño, se estiró al ciento por ciento. Faena medida y perfecta, con pases
muy ligados con la derecha y la diestra, para terminar con medidos y ajustados
y firmes pases de pecho. La música sonó
en su honor. Mató de estocada directa y
fue una impresionante la estampa del toro que aguantaba el tirón y la del
torero esperando que la res rodara sin puntillas. Hubo oreja para El Juli, pero
el púbico pidió más.
En el segundo morlaco
–“Tramposo”, de Domingo Hernández--, el
matador de toros madrileño mantuvo el mismo buen son de calidad y maestría.
Pero como la res, la quinta de la tarde, era de dulce, El Juli fue a por todas
para ganarse la salida a hombros por la Puerta del Príncipe. De nuevo se fue a
recibir al toro ante la puerta de toriles, a portagayola, dispuesto a luchar
por el triunfo pleno y merecido.
Con la muleta, El
Juli dio una serie de pases con la mano baja y con lento compás, dominando a
“Tramposo” en todos los momentos de la lidia. El toreo del madrileño fue
subiendo de nivel con muletazos largos, templados y ajustados. Hubo una serie
en la que El Juli, dominador absoluto, se cambió la franela de la mano derecha
a la zurda para cimentar sobre el albero maestrante el triunfo de la verdad y
de los sentimientos. También la banda de música de Tejera le dedicó un
pasodoble. Remató la gran faena, ovacionada constantemente, con una espléndida
estocada. Dos orejas y petición del rabo. Gabriel Fernández, el presidente de
la plaza, mostró los dos pañuelos juntos para las dos orejas del morlaco.
Comenzó el festejo
con la actuación de Morante de la Puebla, que no tuvo fortuna en esta corrida
inaugural de la temporada sevillana. El primer toro – “Inductor”, de Parladé--,
era un auténtico marmolillo. La res que le toco en suerte al torero de La
Puebla no había por dónde cogerla. Tuvo que abreviar a pesar de los pitos y las
protestas de un público que espera siempre el arte inconfundible y personal del
torero sevillano. Acortó el tiempo y tras la estocada tuvo que escuchar la
bronca del respetable.
En el segundo de su
lote –“Guasón”, de Graciagrande--, Morante quiso ofrecer una mejor imagen y con
el capote brilló con el temple de unas buenas chicuelinas y el remate de una
larga cambiada. Se entusiasmó el público con la estrella del de La Puebla,
porque también se lució en el tercio de quites. Pero la faena se fue viniendo
abajo por la poca fuerza del morlaco, que se defendía de todos los intentos y deseos de Morante. No pudo
desarrollar su exquisito toreo el de La Puebla a pesar de todo cuanto intentó
en el ruedo. “Guasón” tenía mucha guasa. Morante mató de estocada y hubo silencio.
Manzanares, el ídolo
sevillano, tampoco tuvo su día en esta corrida de Pascua. El torero alicantico,
tan vinculado a Sevilla, hizo cuanto pudo ante su primer morlaco –“Dardo”, de
Garciagrande--, pero no logró hacer una diana completa. Manzanares ofreció
buenos lances con el capote, pero el toro se fue viviendo abajo, con pocas
fuerzas para una buena lidia. Luego, con la muleta, el torero mandó con mucho
genio, ejecutando unas buenas series, sobre todo las que hizo con ambas manos. Sonó
la música en la Maestranza. Destacó en la faena de Manzanares los pases que
ligó con la derecha y en los que dejó baja y lenta la muleta ante la cara del
toro. Hubo pinchazo, estocada, aviso… Y perdió el premio.
En el segundo de su
lote – “Arenoso”, de Domingo Hernández--, Manzanares se enfrentó a un toro
complicado, andarín y con problemas en las patas. Fue larga la faena del torero
alicantino frente a “Arenoso”, logrando en algunos momentos pases muy afectivos
con la muleta. Arrancó la música en el honor del torero. Manzanares estuvo
entonado en una serie de naturales, pero el público no llegó a engancharse esta
vez con el alicantino. Faltó algo de chispa en el toreo de Manzanares. No
estuvo afortunado en el volapié. Escuchó dos a visos y hubo ligeras palmas por
la voluntad de un torero que están tan unido a esta tierra.
Dentro de todo lo
bueno y lo menos bueno de este festejo que se celebró en la Plaza de Toros de
la Real Maestranza, con esa espectacular actuación de El Juli y con su jubilosa
salida a hombros por la Puerta del Príncipe, la fiesta sigue y la expectación fue grande porque el Coro del
Baratillo registró un lleno absoluto. Hay ganas de toros y de ver y disfrutar
de buenos toreros. (Foto: Arjona/Toromedia)
EL PREGÓN TAURINO DE
LA MAESTRANZA
En el Teatro
Municipal de Lope de Vega tuvo lugar en la mañana del Domingo de Resurrección
el tradicional Pregón Taurino que organiza la real Maestranza de Caballería. El
filósofo Víctor Gómez Pin, que fue quien realizó la exaltación, defendió la
Fiesta Nacional contra quienes, en una especie de
cruzada moderna, piden su abolición. Este acto estuvo presidido por el alcalde,
Juan Ignacio Zoido; el teniente
de hermano mayor de la Real Maestranza
de Caballería de Sevilla, Javier Benjumea, y el consejero de
Justicia de la Junta de Andalucía, Emilio Llera. Realizó la presentación del
pregonero la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, quien ha señalado
que en estos tiempos es necesario "saber defender en forma intelectual la
Fiesta frente a los argumentos bien pertrechados" de sus enemigos”. En
este acto, el delegado de Fiestas Mayores del Ayuntamiento de Sevilla, Gregorio
Serrano, anunció la creación de unos premios taurinos que serán concedidos por
la Corporación Municipal al final de la temporada.
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