La Confederación de Empresarios de Sevilla ha celebrado su Asamblea General en el transcurso de la cual su presidente, Miguel Rus Palacios, ha hecho balance de las elecciones celebradas en domingo en Andalucía, de las peticiones que los empresarios hacen a las administraciones y de la necesidad que tiene Sevilla de despertar y hacerse oír cuando se ponen en juego sus proyectos de futuro.
Tras felicitar a Susana Díaz por su triunfo electoral, Miguel Rus abogó porque gobierne la lista más votada, con el apoyo responsable de otros partidos “pero lo que sí tengo claro, dijo, es que Andalucía necesita un gobierno fuerte y comprometido.Son momentos fundamentales para todos nosotros y debemos de asumir la realidad, tal como es.
Y esa realidad desgraciadamente demuestra que seguimos liderando las estadísticas de desempleo, en todas sus vertientes, que nos mantenemos en los últimos puestos en renta, que no somos competitivos y que llevamos años intentando solapar esas debilidades, con proclamas y sueños irreales”.
En lo que se refiere a Sevilla, el presidente de la CES quiso dejar claro que, como sevillano estoy ya cansado de seguir en el “no pasa nada” cuando se sigue torpedeando cualquier proyecto de calado que se intenta poner en marcha en la ciudad.
Las luchas entre administraciones son tremendamente negativas. No conducen a nada, sólo a que el ciudadano cada día se encuentre más alejado de los que lo representan”.
El objetivo central de su intervención giró en torno a la figura del empresario como motor del desarrollo de la sociedad, de los buenos empresarios que tenemos en nuestra provincia, del apoyo que necesitan y del esfuerzo que los políticos tienen que hacer para mejorar el clima que haga posible el riesgo y la inversión.
“Los empresarios tomamos la iniciativa en nuestras empresas, adoptamos decisiones arriesgadas en muchos casos, pero necesitamos seguir adelante en nuestras estrategias y acometer proyectos de futuro.
Pedimos a los políticos, añadió, que trabajen también así, que adopten iniciativas legislativas que favorezcan el desarrollo de la iniciativa empresarial, que nos apoyen, que no nos pongan más trabas, ni nos asfixien con más inventos”.
Hemos vivido unos años demoledores para miles de empresas y decenas de miles de puestos de trabajo. Sin embargo, los que nos dedicamos al mundo de la empresa tenemos que mantener la ilusión de que las cosas van a ir a mejor.
Esta vez con criterio y con datos reales, no sólo del propio gobierno, sino de organismos de prestigio internacionales.
No podemos negar que, en el terreno económico, en España se han hecho bien las cosas en los últimos tres años, sin embargo, como empresarios aún, seguimos sufriendo el acoso recaudador de un ministerio de Hacienda insaciable, una administración autonómica que ha conseguido que Andalucía tenga una de las fiscalidades más altas de España.
Por no hablar del peso específico de la economía sumergida en un país en el que las reglas, parece ser, siempre se les aplica a los mismos. Sabemos de lo que hablamos, especialmente los pequeños y medianos empresarios, verdaderos sufridores de las continuas inspecciones de una Administración que debe esforzarse por controlar la competencia ilegal y desleal”. (Fuente: MLR-CES).
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