En esta ocasión tendrá un carácter tan especial por la reanudación de los cultos de la Hermandad después de las lamentables y dolorosas circunstancias sanitarias y sociales provocadas por la pandemia de covid-19, será una Eucaristía que se ofrecerá en sufragio por las almas de todas las personas fallecidas durante estos meses a causa de la misma así como por el pronto restablecimiento de los enfermos que la misma ha provocado.
La Junta de Gobierno de los Dolores del Cerro desea hacer un afectuoso llamamiento a todos los hermanos para que, a pesar de las limitaciones que aún sufrimos en nuestras celebraciones litúrgicas, vivan con ilusión y esperanza cristianas este restablecimiento de nuestra vida de Hermandad y perseveren en sus oraciones por un pronto final de esta triste situación, rogando a las Sagradas Titulares por el alma de todos los difuntos y por todas las personas que, de un modo u otro, han sentido y sienten por ella sufrimiento y desolación, así como que mantengan siempre un fraternal y profundo agradecimiento hacia cuantos han hecho de su trabajo y esfuerzo el mejor medio para luchar contra la enfermedad y para mantener todas las actividades esenciales de nuestra sociedad.
En cumplimiento de lo dispuesto por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla en el decreto de seis de mayo del presente año sobre reanudación del culto público en nuestra Archidiócesis, la celebración de dicha Eucaristía deberá atenerse a las medidas de limitación del aforo, distancia interpersonal y demás disposiciones sobre las celebraciones litúrgicas establecidas en el mismo.
A la intercesión de nuestra bendita Madre, Nuestra Señora de los Dolores, y bajo su protección y amparo, nos encomendamos ante este nuevo comienzo.
La Junta de Gobierno de los Dolores del Cerro desea hacer un afectuoso llamamiento a todos los hermanos para que, a pesar de las limitaciones que aún sufrimos en nuestras celebraciones litúrgicas, vivan con ilusión y esperanza cristianas este restablecimiento de nuestra vida de Hermandad y perseveren en sus oraciones por un pronto final de esta triste situación, rogando a las Sagradas Titulares por el alma de todos los difuntos y por todas las personas que, de un modo u otro, han sentido y sienten por ella sufrimiento y desolación, así como que mantengan siempre un fraternal y profundo agradecimiento hacia cuantos han hecho de su trabajo y esfuerzo el mejor medio para luchar contra la enfermedad y para mantener todas las actividades esenciales de nuestra sociedad.
En cumplimiento de lo dispuesto por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de Sevilla en el decreto de seis de mayo del presente año sobre reanudación del culto público en nuestra Archidiócesis, la celebración de dicha Eucaristía deberá atenerse a las medidas de limitación del aforo, distancia interpersonal y demás disposiciones sobre las celebraciones litúrgicas establecidas en el mismo.
A la intercesión de nuestra bendita Madre, Nuestra Señora de los Dolores, y bajo su protección y amparo, nos encomendamos ante este nuevo comienzo.
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