Con todos los grandes y graves problemas que tiene la ciudad de Sevilla, el Gobierno socialista del Ayuntamiento de Sevilla gasta su tiempo en fijar la cuota de representación de la Corporación Municipal hispalense en las solemnes, tradicionales y populares procesiones de Sevilla. De momento, el alcalde Espadas ha comenzado a estudiar el número de concejales que han de formar el próximo día 15 de agosto en la procesión de la Virgen de los Reyes, Patrona de la Ciudad. Dice el alcalde que la representación del Ayuntamiento está superdimensionada en estos cortejos religiosos y que hay que ajustar para ello todo el protocolo. Hablan de democracia y presumen de democracia, pero quieren marcar una extraña “ley” para poder concretar el número de ediles que han de formar parte de la representación de la Ciudad de Sevilla en estos grandes eventos.
Los miembros del Gobierno municipal que preside Espadas deberían hincar los codos en la amplia biblioteca municipal y estudiar todos los documentos históricos que unen el Ayuntamiento de la ciudad con procesiones y actos religiosos como los de la Virgen de los Reyes, el Corpus o las funciones votivas en la Parroquia de San Julián, donde recibe culto la Virgen de la Hiniesta, Patrona del Municipio, y en San Roque, donde se venera el Cristo de San Agustín.Tal vez encuentren argumentos muy sólidos para que en estos grandes acontecimientos, que con intensidad y amor vive la gran mayoría de los ciudadanos, estén presentes todos los concejales del Ayuntamiento de Sevilla que deseen participar en los actos más tradicionales de la ciudad. Espadas debe hacer una mejor campaña y alzar la voz para gritar “No a los recortes”.
El alcalde Marqués del Contadero entregó en 1953 a la Virgen de los Reyes la Medalla de Oro de Sevilla y las llaves de la ciudad. También recibió la venerada imagen el bastón de alcaldesa perpetua de la ciudad de Sevilla. En el Corpus, la representación municipal está vinculada al Ayuntamiento desde hace siglos. El Cabildo y la Corporación Municipal organizaron durante muchos años esta procesión --hay documentos sobre los acuerdos entre ambas instituciones que datan de 1532--, y la presencia del Ayuntamiento hispalense en la solemne misa que se celebra durante la salida del cortejo es de obligado e histórico cumplimiento, donde se lleva cabo, tras el baile de los seises, la entrega del histórico doblón de oro. Con relación a la Virgen de la Hiniesta, el Ayuntamiento hizo un voto especial en el siglo XVII porque la ciudad de salvó de una grave epidemia y reconoció a la imagen de San Julián como Patrona y Protectora de Sevilla en dicha época. Asimismo, el Ayuntamiento acude cada año a la función votiva que la ciudad de Sevilla organiza en honor del Cristo de San Agustín desde el siglo XVII, cuando quedó extinguida la peste que asoló a la ciudad en 1640. Y ahí estuvieron los ediles de aquella época para mantener viva esta histórica tradición que siempre contó con el apoyo del Ayuntamiento hispalense.
Por tanto, no es admisible que en la Casa Grande, en estos solemnes y jubilosos días para la ciudad de Sevilla, se coloque un aparato de “numerus clausus”. Los recortes municipales, mejor para los impuestos.
FERNANDO GELÁN, periodista. Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario