EL DESAGRADABLE VACÍO DE LOS TENDIDOS EN EL CARTEL TAURINO DE LA REAL MAESTRANZA DE SEVILLA
La fiesta es pasión en las gradas y pasión en el ruedo. El pintor chileno Guillermo Muñoz Vera ha reproducido una foto-recuerdo del Coso del Baratillo. En unos tendidos vacío ha colocado la sombra de medio toro con sus astas sobre el albero maestrante y por encima del tejadillo ha rematado su obra con las clásicas palmeras que hay por esa zona y que quieren subir al cielo de Sevilla. Por mucho que hablen de pintura realista, el cartel es una fotografía en color de una parte de la plaza de toros, sin más atractivo que imaginar que los tendidos estarán a reventar en los días de las corridas y que la sombra del morlaco es el anuncio de que después aparecerá un toro bravo y con trapío para el torero de turno. El cartel es como una postal-recuerdo de las muchas que están a la venta en el Museo de la Plaza o en otras tiendas se souvenires de la ciudad.
Con todo el lío de la guerra del G-5 contra la Empresa Pagés --ese grupo de toreros ha dañado de forma tan injusta a la afición de Sevilla--, el cartel de la Maestranza parece más o menos como un mal presagio de lo que puede suceder durante la temporada taurina en la plaza de toros hispalense por la falta de muchas de las grandes figuras de la tauromaquia en los carteles que pronto anunciará Eduardo Canorea y Ramón Valencia, que son los máximos representantes de la histórica Empresa Pagés. Y lo que puede suceder es que los tendidos de la plaza de toros estén muchas tardes como el cartel que ha ejecutado el pintor chileno. Es decir: vacíos. Lo mejor hubiera sido presentar una foto de Arjona, pero con tendidos llenos y con toro y torero en una plaza a revientacalderas.
FERNANDO GELÁN
Periodista
Medalla de Oro de la Ciudad de Sevilla.-
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