SORPRESAS Y SOBRESALTOS EN LA ELECCIÓN DEL PREGONERO
La elección del pregonero de la Semana Santa de 2014 ha tenido una inquietante tramoya de cuyos perfiles nos vamos enterando los cofrades poco a poco como quieren los capataces sensatos que avancen los costaleros.
Conocido era que en esta ocasión se romperían anteriores moldes y que, en su consecuencia, el proceso sería diferente porque habría de someterse a los estrenos contenidos en los nuevos estatutos, que, para empezar, reducen el número de asistentes a la votación. Deciden los cargos generales y la junta de sección. Los delegados de gloria y sacramentales, no.
Se esperaba que nada más habría de trascender fuera del ámbito de la elección y que los pormenores de la misma serían prudentemente silenciados como se hacía antes, desde la presidencia del recordado Sánchez Dubé, por lo menos. Esta inviolada reserva complicaba extraordinariamente la obtención de datos informativos y, si no, que se lo pregunten a Fernando Gelán, del que no se nada salvo lo que publica en su web “Gelán noticias. com” que era uno de los pocos que escribían de cofradías en aquel tiempo que tan ayuno estaba de las fértiles plumas de las que hoy dispone.
Hoy se difunde todo… se desvela todo… se rompen secretos antiguos y se entra a saco en lo acontecido. Desde el restaurante donde se reúnen a comer los electores, distinto del que se había previsto en principio, hasta la negativa sostenida del elegido y el recuerdo de quien en la historia de los pregones fue el primero en negarse a darlo y el nombre del sustituto.
Supongo que el presidente Bourrellier, que confiaría que este año no trascendería ningún detalle se ha debido frotar los ojos e introducir en sus oídos palitos de algodón.El almuerzo fue en Las Lapas, no en La Raza,como se había previsto. La votación,oral, por sugerencia de José Luis Cantalapiedra, delegado del Viernes Santo, al que aconsejo se lea a Duverger si en lo sucesivo quiere votar democráticamente. El voto ha de ser libre, directo y secreto
En primera instancia se pusieron encima de la mesa una treintena de nombres. Entre ellos, los de Julio Cuesta, Rafael González Serna , José Joaquín León y Lutgardo García. Llegaron a la final Ricardo Laguillo,hijo del fallecido doctor en medicina, que fuera hermano mayor de Santa Cruz y hermano mayor actualmente de la Hermandad del Rocío de Sevilla, los periodistas José Joaquín León y Juan Miguel Vega y los sacerdotes Marcelino Manzano y Francisco de los Reyes Rodríguez López, párrocos de San Vicente y San Lorenzo, respectivamente. Ganó el Cura Paco. Pero dijo que no y hubo que votar de nuevo. Salió Quico Berjano y aceptó como Manuel Navarro Palacios lo hizo en 1987 cuando otro ilustre magistrado, Francisco Piñero Carrión, adoptó la misma negativa del sacerdote.
¿Por qué?... Le pregunté una vez que me lo encontré por la calle Zaragoza.
Te lo contaré un día de estos, me repuso. Pero antes se lo llevó Dios.
La elección del pregonero de la Semana Santa de 2014 ha tenido una inquietante tramoya de cuyos perfiles nos vamos enterando los cofrades poco a poco como quieren los capataces sensatos que avancen los costaleros.
Conocido era que en esta ocasión se romperían anteriores moldes y que, en su consecuencia, el proceso sería diferente porque habría de someterse a los estrenos contenidos en los nuevos estatutos, que, para empezar, reducen el número de asistentes a la votación. Deciden los cargos generales y la junta de sección. Los delegados de gloria y sacramentales, no.
Se esperaba que nada más habría de trascender fuera del ámbito de la elección y que los pormenores de la misma serían prudentemente silenciados como se hacía antes, desde la presidencia del recordado Sánchez Dubé, por lo menos. Esta inviolada reserva complicaba extraordinariamente la obtención de datos informativos y, si no, que se lo pregunten a Fernando Gelán, del que no se nada salvo lo que publica en su web “Gelán noticias. com” que era uno de los pocos que escribían de cofradías en aquel tiempo que tan ayuno estaba de las fértiles plumas de las que hoy dispone.
Hoy se difunde todo… se desvela todo… se rompen secretos antiguos y se entra a saco en lo acontecido. Desde el restaurante donde se reúnen a comer los electores, distinto del que se había previsto en principio, hasta la negativa sostenida del elegido y el recuerdo de quien en la historia de los pregones fue el primero en negarse a darlo y el nombre del sustituto.
Supongo que el presidente Bourrellier, que confiaría que este año no trascendería ningún detalle se ha debido frotar los ojos e introducir en sus oídos palitos de algodón.El almuerzo fue en Las Lapas, no en La Raza,como se había previsto. La votación,oral, por sugerencia de José Luis Cantalapiedra, delegado del Viernes Santo, al que aconsejo se lea a Duverger si en lo sucesivo quiere votar democráticamente. El voto ha de ser libre, directo y secreto
En primera instancia se pusieron encima de la mesa una treintena de nombres. Entre ellos, los de Julio Cuesta, Rafael González Serna , José Joaquín León y Lutgardo García. Llegaron a la final Ricardo Laguillo,hijo del fallecido doctor en medicina, que fuera hermano mayor de Santa Cruz y hermano mayor actualmente de la Hermandad del Rocío de Sevilla, los periodistas José Joaquín León y Juan Miguel Vega y los sacerdotes Marcelino Manzano y Francisco de los Reyes Rodríguez López, párrocos de San Vicente y San Lorenzo, respectivamente. Ganó el Cura Paco. Pero dijo que no y hubo que votar de nuevo. Salió Quico Berjano y aceptó como Manuel Navarro Palacios lo hizo en 1987 cuando otro ilustre magistrado, Francisco Piñero Carrión, adoptó la misma negativa del sacerdote.
¿Por qué?... Le pregunté una vez que me lo encontré por la calle Zaragoza.
Te lo contaré un día de estos, me repuso. Pero antes se lo llevó Dios.
* José Luis Garrido Bustamante, escritor y periodista, fue Pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 1990.-
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