La Plataforma 8 de marzo considera insoportable el número de mujeres asesinadas este año
La Plataforma 8 de marzo sale a la calle con motivo del Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres.
La manifestación arrancará las 8 de la tarde del lunes, día 25 de noviembre, y partirá desde la Plaza Nueva para decir No a la violencia machista en un recorrido que llegará hasta la Alameda de Hércules donde se leerá un comunicado.
Esta Plataforma aglutina a 47 organizaciones de mujeres de ámbito local y provincial de toda Andalucía y considera insoportable el número de mujeres asesinadas en lo que llevamos año.
Además lamenta que la violencia machista haya pasado a un segundo plano para la clase política.
Por eso si no se ponen los medios para acabar con el feminicidio continuarán defendiendo en las calles las vida, la felicidad y la libertad de las mujeres.
Insisten en la importancia de la implicación social en la lucha contra la violencia de género, porque es la sociedad la que puede conseguir que otro mundo más justo y mejor sea posible. Donde no exista violencia contra la mujeres.
Lamentan que en las partidas presupuestarias no se incrementen las cantidades destinadas a políticas de igualdad lo que supone ser cómplice del sexismo y la violencia de género.
Y por eso, aseguran que mientras continúe la violencia machista, seguirán luchando contra la sociedad patriarcal.
NO A LA VIOLENCIA MACHISTA
Para el patriarcado la crisis financiera significa otro de los grandes pretextos para reprimir, subyugar y maltratar a las mujeres, sometiéndonos a condiciones de vida que creíamos ya fuera de nuestro contexto histórico.
Con su mayoría absoluta y bajo el paraguas de la cúpula eclesiástica y el conservadurismo más feroz, el PP nos amenaza con modificar de forma regresiva la ley de aborto para obligarnos a asumir el roll maternal y ser así auténticamente mujeres, como dijo el ministro Gallardón; reforman las leyes laborales para obligar a las mujeres a volver a casa sumisas y obedientes; la ley de dependencia y sus recortes, provocan que las mujeres nos ocupemos mayoritariamente de los cuidados de otras personas; el incremento de la desigualdad social, aumenta el índice de feminización de la pobreza.
La igualdad no es una cultura asentada en nuestra sociedad, muy al contrario, el patriarcado se comporta cada vez más a sus anchas: el insoportable número de asesinadas que ha habido este año y la falta de respuesta institucional, tanto a nivel estatal, autonómico y local, demuestran que la violencia contra las mujeres ha pasado para la clase política a un segundo plano. Ya no son nuestras vidas las que les interesa, a las mujeres nos utilizan de mejor manera en épocas de bonanza y se desprenden de nuestras reivindicaciones en las épocas de crisis.
Tanto el presupuesto estatal como el andaluz se caracterizan por lo mismo: no se incrementan las cantidades destinadas a políticas de igualdad, y eso es complicidad con el sexismo y con la violencia de género.
Mientras se nos siga presionando para que seamos dóciles compañeras, seguiremos peleando por nuestra autonomía.
Mientras se no relegue a los cuidados, seguiremos pidiendo servicios públicos.
Mientras no nos dejen abortar, seguiremos defendiendo la libertad de elegir.
Mientras se nos siga explotando sexualmente, seguiremos señalando a proxenetas y clientes como inductores y beneficiarios de la desigualdad
No podemos consentir que se nos invisibilice ni manipule.
No podemos consentir que se sigan apaleando y asesinando a mujeres transexuales, ni que sigan siendo objeto de opresión por su identidad sexual.
No podemos consentir que nos releguen a los trabajos peor remunerados, ni que se nos esclavice por ser mujeres jóvenes.
Mientras no se pongan los medios para acabar con el feminicidio, seguiremos en las calles defendiendo nuestras vidas, nuestra felicidad y nuestra libertad.
Desde la Plataforma 8 de marzo de Sevilla, seguimos insistiendo en la importancia de la implicación social en la lucha contra la violencia de género, porque es la sociedad la que puede conseguir que otro mundo más justo y mejor sea posible. Un mundo en el que no exista violencia contra las mujeres.
Por eso mientras continúe la violencia machista, nosotras seguiremos luchando contra la sociedad patriarcal.
La Plataforma 8 de marzo sale a la calle con motivo del Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres.
La manifestación arrancará las 8 de la tarde del lunes, día 25 de noviembre, y partirá desde la Plaza Nueva para decir No a la violencia machista en un recorrido que llegará hasta la Alameda de Hércules donde se leerá un comunicado.
Esta Plataforma aglutina a 47 organizaciones de mujeres de ámbito local y provincial de toda Andalucía y considera insoportable el número de mujeres asesinadas en lo que llevamos año.
Además lamenta que la violencia machista haya pasado a un segundo plano para la clase política.
Por eso si no se ponen los medios para acabar con el feminicidio continuarán defendiendo en las calles las vida, la felicidad y la libertad de las mujeres.
Insisten en la importancia de la implicación social en la lucha contra la violencia de género, porque es la sociedad la que puede conseguir que otro mundo más justo y mejor sea posible. Donde no exista violencia contra la mujeres.
Lamentan que en las partidas presupuestarias no se incrementen las cantidades destinadas a políticas de igualdad lo que supone ser cómplice del sexismo y la violencia de género.
Y por eso, aseguran que mientras continúe la violencia machista, seguirán luchando contra la sociedad patriarcal.
NO A LA VIOLENCIA MACHISTA
Para el patriarcado la crisis financiera significa otro de los grandes pretextos para reprimir, subyugar y maltratar a las mujeres, sometiéndonos a condiciones de vida que creíamos ya fuera de nuestro contexto histórico.
Con su mayoría absoluta y bajo el paraguas de la cúpula eclesiástica y el conservadurismo más feroz, el PP nos amenaza con modificar de forma regresiva la ley de aborto para obligarnos a asumir el roll maternal y ser así auténticamente mujeres, como dijo el ministro Gallardón; reforman las leyes laborales para obligar a las mujeres a volver a casa sumisas y obedientes; la ley de dependencia y sus recortes, provocan que las mujeres nos ocupemos mayoritariamente de los cuidados de otras personas; el incremento de la desigualdad social, aumenta el índice de feminización de la pobreza.
La igualdad no es una cultura asentada en nuestra sociedad, muy al contrario, el patriarcado se comporta cada vez más a sus anchas: el insoportable número de asesinadas que ha habido este año y la falta de respuesta institucional, tanto a nivel estatal, autonómico y local, demuestran que la violencia contra las mujeres ha pasado para la clase política a un segundo plano. Ya no son nuestras vidas las que les interesa, a las mujeres nos utilizan de mejor manera en épocas de bonanza y se desprenden de nuestras reivindicaciones en las épocas de crisis.
Tanto el presupuesto estatal como el andaluz se caracterizan por lo mismo: no se incrementan las cantidades destinadas a políticas de igualdad, y eso es complicidad con el sexismo y con la violencia de género.
Mientras se nos siga presionando para que seamos dóciles compañeras, seguiremos peleando por nuestra autonomía.
Mientras se no relegue a los cuidados, seguiremos pidiendo servicios públicos.
Mientras no nos dejen abortar, seguiremos defendiendo la libertad de elegir.
Mientras se nos siga explotando sexualmente, seguiremos señalando a proxenetas y clientes como inductores y beneficiarios de la desigualdad
No podemos consentir que se nos invisibilice ni manipule.
No podemos consentir que se sigan apaleando y asesinando a mujeres transexuales, ni que sigan siendo objeto de opresión por su identidad sexual.
No podemos consentir que nos releguen a los trabajos peor remunerados, ni que se nos esclavice por ser mujeres jóvenes.
Mientras no se pongan los medios para acabar con el feminicidio, seguiremos en las calles defendiendo nuestras vidas, nuestra felicidad y nuestra libertad.
Desde la Plataforma 8 de marzo de Sevilla, seguimos insistiendo en la importancia de la implicación social en la lucha contra la violencia de género, porque es la sociedad la que puede conseguir que otro mundo más justo y mejor sea posible. Un mundo en el que no exista violencia contra las mujeres.
Por eso mientras continúe la violencia machista, nosotras seguiremos luchando contra la sociedad patriarcal.
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