Ahora mismo, en estos instantes, Enrique Barrero González, presidente del Ateneo de Sevilla, estará mirando al cielo de Sevilla. El tiempo, en un treinta por ciento, anuncia lluvia para ese 5 de enero, que, como se sabe, es una jornada muy esperada por los niños, y mayores, residentes de esta ilusionada ciudad de nuestros amores.
Cabalgata de Reyes Magos del Ateneo de Sevilla sólo hay una, porque las demás, un día después, es decir, las del 6 de enero, se encuentran por muchos barrios de la ciudad. Menudo lío ha armado el capitular Alfonso Rodríguez Gómez de Celis con la antigua Cabalgata del Polígono San Pablo de Pepe Manzano. Este año se ha hecho un auténtico batiburrillo para que este cortejo traspase los linderos del Distrito que gobierna Encarnación Martínez y se meta en el suelo del Distrito de Nervión, que gobierna María Teresa Florido. La mayoría de la prensa escrita, televisada y digitalizada ha mezclado Nervión y San Pablo, como en los tiempos de Rafael Carmona. Y la gente, el lector, no sabía si estaba en San Pablo o en Nervión.
Lo que si se sabe es que la Cabalgata del Ateneo de Enrique Barrero es la de cinco jotas. Recorre la ciudad este año desde El Porvenir hasta Santa Justa, ese día 5 de enero de la esperanza. Luego, un día después, las demás Cabalgatas de barrios. Lo que ha sucedido este año es que Celis ha querido armar la marimorena mediática con la Cabalgata de Reyes del Polígono de San Pablo, sorprendiendo con los nombramientos de los reyes magos --Fabiano del Sevilla y Edu del Betis, como Gaspar y Baltasar--, y ampliando hasta Nervión el recorrido de este cortejo de barrio. Mucha prensa se ha equivocado, pero con errores y todo, la noticia de estos reinados extraordinarios ha trascendido más que cuando proclamaron a los reyes oficiales del Ateneo. El fútbol mueve masas y el habilidoso Celis ha estado ahí guay del Paraguay.
Y dejando el 2009 y mirando hacia el futuro, es decir, hacia el 2010, Enrique Barrero, el presidente del Ateneo que organiza la Cabalgata cinco jotas, ha dicho en La Raza que la Cabalgata del próximo año volverá a salir, aplicando la ley de la memoria histórica, de la Plaza de Toros de la Real Maestranza. Si El Cid voló por la Puerta del Príncipe, porqué no van a salir en olor de multitudes los Reyes Magos del Ateneo que están cortando orejas y rabo desde el invento hecho por el recordado ateneísta José María Izquierdo.
Alguien dijo que los monarcas de Oriente de la Cabalgata de Sevilla volverán a pasar por el Arenal. Antes de tomar la decisión de volver al pasado, Juan Ortega tendrá que medir el portalón de la puerta grande del Coso del Baratillo, porque el hueco tendrá que ajustarse al tamaño y grandiosidad de las carrozas del cortejo. Los jubilosos beduinos si caben. También hay quien siente nostalgia por los borriquillos con sus angarillas llenas de juguetes. Barrero tendrá que hacer un estudio sobre el terreno. Pisar el albero. Ir a portagayola. Y si vuelve la Cabalgata a la plaza de toros, el presidente de la Docta Casa tendrá que designar a tres grandes matadores de toros para que representen a los monarcas de Oriente en ese magno acontecimiento. A lo mejor, al elegir este cartel, hasta gana la mano a Eduardo Canonea y Ramón Valencia. Bueno, tal vez sería positivo que dicha terna se convirtiera en el cartel de lujo de la Feria del 2010. con permiso de José Enrique Moreno, el de Toro a medias. Se podría anunciar a los tres espadas como los tres reyes magos que fueron elegidos por la Docta Casa. De ilusión también se vive. Saldrían por la Puerta del Príncipe en Enero, con posibilidades de repetir en las corridas de la Feria de Sevilla.
Es que esto es la locura de Sevilla. La borrachera de la alegría. Qué dirá el gabacho cuando vaya al Boa si el sol de su tierra parece un candil y a las mujeres le llaman madame por gachí… FERNANDO GELÁN
sábado, 3 de enero de 2009
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