El Sevilla salvó un punto en el congelado Nuevo Zorrilla

Es el mismo, pero es muy diferente. El Sevilla, en la Liga Española, en el torneo doméstico, no desarrolla su fútbol de gala europea. En la Liga de andar por casa está dubitativo y Manolo Jiménez no encuentra los hilos para mover el equipo con garra, potencia y remate. El de Arahal, al finalizar el partido dijo que se quedó con nueve hombres sobre el frío campo de la pulmonía sin dar una patada. Cómo se sabe, primero Fazio y casi al final Luís Fabiano vieron las tarjetas rojas para buscar el calor de los vestuarios. Frío se quedó Jiménez y, sobre todo, Del Nido, que tendrá que trabajar duro para recurrir las dos expulsiones, cuando ha celebrado este fin de semana el XXV aniversario de su promoción de la Facultad de Derecho. Operación Fazio y Fabiano –EFE y EFE--, porque el Pichichi es fundamental para el curso liguero.
Estuvo bastante igualado el primer tiempo. A la voluntad de los locales, el cuadro de Nervión respondió con ese sistema de control en el centro del campo que ejecutan Keita y Poulsen y el juego por las alas a cargo de Navas y Capel, para ponérselas a huevo a Fabiano y a Kanouté. Siempre fue el goleador blanco, hoy de rojo, quien pudo marcar en este periodo. Pero el Sevilla estaba frío, frío como el agua del río de la tierra de Pucela. Para nada se parecía al equipo de Nervión que ofreció el pasado recital futbolero de Praga en la Liga europea.
En el segundo tiempo, el Sevilla quedó mas bien congelado, atascado en el puerto. A pesar de los cambios y a pesar de los gritos de Jiménez desde el banquillo, que mandó a los suyos a que se rompieran el alma sobre la helada yerba del Nuevo Zorrilla. Pero quien dominó en este periodo fue el Valladolid, mientras el cuadro rojo del Pizjuán era todo un ¡vaya doló! El Sevilla ofreció una desesperante mala y pobre imagen. Juego impreciso, con pocas ideas, sin remate y sin presión. Decepcionó el juego sevillista ante un inquieto y laborioso conjunto local que puso en muchos aprietos al cuadro de Manolo Jiménez, que además fue perdiendo gente en el “once”, para terminar jugando con nueve.
El Sevilla se encontró con un negro panorama. Llorente pudo marcar en dos ocasiones. Menos mal que las botas del delantero quedó como congelada ante las desesperación de Poulsen, que falló estrepitosamente como libre en el área propia, y de De Sanctis, que tapó huecos a la desesperada. Bueno, pues a pesar de este dominio pucelano, el cuadro de Jiménez pudo irse con la victoria, pues Luís Fabiano, antes de ser expulsado, lanzó una falta sobre el marco local, pegando el cuero en el poste. Las cosas del fútbol.
Carcelero, carcelero abre puertas y cerrojos de este fortín pucelano, pues el Sevilla las pasó canutas hasta la pitada final.
Es otro equipo el once sevillista en la Liga Española. No manda, ofrece mala imagen y su fútbol no tiene ni chica ni limoná. Parece como si con las glorias europeas en Champions, a los jugadores les llega algo así como una sorprendente y absurda suficiencia en el torneo de casa. Esta cuestión ha de enmendarla para subir el tono y subir puestos. En esta Liga tan apretada, el Betis se ha puesto a tres puntos del Sevilla. En enero, con los Reyes Magos, llega el derby para los infartos.

Resultado final:
Valladolid, 0; Sevilla F.C., 0
El cuadro de la Giralda alineó de principio a De Sanctis, Alves, Fazio, Drago, Crespo, Keita, Poulsen, Navas, Kanoute, Luís Fabiano y Capel. Luego jugaron Escudé, Maresca y Duda
El colegiado del encuentro, González Vázquez, mostró cartulinas rojas a Fazio, minuto cincuenta y uno, y a Luís Fabiano, minuto ochenta y uno. También vieron amarillas los sevillistas Navas y Keita.


CLASIFICACION FINAL

C........................... J G E P GF GC P
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9º Sevilla .................16 6 2 8 26 22 20