La Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla ha acogido esta tarde la apertura de las II Jornadas nacionales Deporte y Fe, que organiza la Pastoral del Deporte de la Conferencia Episcopal en colaboración con la Archidiócesis de Sevilla y la congregación Salesiana. Carlos Ballbé, responsable de este departamento en el organismo del episcopado español, ha dado la bienvenida a los participantes y expresado su confianza en que estas jornadas deriven en una extensión de estas delegaciones diocesanas en las diócesis españolas. Por su parte, Salvador Diánez, vicario de Pastoral Social, ha señalado que desde la Iglesia “queremos seguir apostando por el compromiso en el deporte. El deporte vivido desde la fe nos ayuda a vivir las virtudes cristianas”, ha in formado la Archidiócesis de Sevilla.
La fe en el deporte profesional
La primera mesa redonda -‘Cómo vivir la fe en el deporte profesional’– ha contado con las intervenciones de los exfutbolistas Juan Carlos Unzué y Javi Varas, así como el árbitro de Primera División Jorge Figueroa Vázquez. En su intervención, Unzué, ha explicado el proceso de la ELA, enfermedad que padece y que le mantiene en silla de ruedas, y ha aprovechado para hacer un llamamiento a los poderes públicos: “No podemos permitir que haya personas que, queriendo vivir, se sientan obligados a morir por un problema económico, porque sienten que está arruinando a sus familias”. Juan Carlos Unzué se ha reconocido en misión desde que conoció que sufría la ELA, y ha afirmado que “el deporte me ayuda a llevar la enfermedad como la llevo, pero -ha apuntado- no hay que ser deportista profesional para tener una gran actitud ante la ELA”.
“Humanizar más la figura del árbitro”
Por su parte, Jorge F. Vázquez ha expresado su deseo de “humanizar más la figura del árbitro, destacar nuestra faceta personal”, y ha relatado algunos episodios personales y familiares derivados de su actividad arbitral. No son tan extraños los gestos que evidencian la identidad y práctica religiosa de los deportistas. En esta línea, Javi Varas ha recordado que “cuando jugaba en el Nervión ya rezábamos un Padrenuestro antes de comenzar los partidos”. Más adelante ha recordado cuánto le afectaron en lo personal y familiar los reveses profesionales: “la superación de algunas situaciones viene a veces de la empatía del compañero”, ha desatacado.
De entre los valores asociados a la práctica deportiva, Unzué ha echado en falta cierta humildad. Ha agradecido los valores que el deporte le ha aportado “de forma inconsciente”, pero ha apuntado que “la humildad para mostrar nuestra debilidad” es algo que hay que inculcar desde los vestuarios. tras la última intervención del que fuera guardameta del Osasuna, Barcelona y Sevilla, el periodista Paco García Caridad ha cerrado la mesa redonda aludiendo a San Juan de la Cruz: “al final de la vida seremos examinados en el amor”.
‘Dios es deportista’
Seguidamente, Javier Trigo ha presentado el libro ‘Dios es deportista’, con 20 historias que ilustran esta afirmación. “Dios ha querido que el hombre aprendiera jugando”, y “el deporte es un don de Dios que hace mejores a las personas”, son algunas de las máximas que ha defendido el autor. “El libro -ha explicado- detalla qué dice la Iglesia sobre el deporte. La iglesia hace una llamada a los deportistas de alto rendimiento como ejemplos para la sociedad”.
La segunda mesa redonda de la jornada ha versado sobre “Superación en el deporte”, y ha contado con las intervenciones del maratoniano José M. Roas, el nadador paralímpico Paco Salinas, y los componentes del equipo del Nastic de Tarragona en la Liga Genuine Rubén Cano y Álvaro Almazán. Roas corre maratones junto a su hijo Pablo, con parálisis cerebral: “Pablo es una bendición en sí mismo, porque es la experiencia de que Dios existe y nos sostiene”. Ha desgranado diversas secuencias de una vida de esfuerzo y lucha, para terminar diciendo que “correr con Pablo siempre es especial, es una ventaja. Ojalá pudiera salir todos los días a correr con Pablo”.
Por su parte los componentes del equipo del Nastic en la Liga Genuine han apuntado la trayectoria que les ha llevado a dedicar su tiempo a esta experiencia novedosa en la que están implicados ya un millar de personas. Paco Salinas ha relatado la exigencia que comporta el entrenamiento al más alto nivel dentro de las modalidades paralímpicas, y ha reconocido que la fe le da fuerzas para seguir adelante: “La fe es la seguridad de lo que esperamos, la firme convicción de lo que no vemos”.
Testimonio de Javier Tebas
Javier Tebas, presidente de La Liga, ha cerrado la jornada inaugural con una ponencia en la que ha relacionado la práctica deportiva, la exigencia que comporta, con los compromisos que se derivan de una vida de fe. Para ello se ha servido de la primera carta de San Pablo a los Corintios: “La vida es una carrera espiritual, y hay que poner todo el esfuerzo posible”. En esta línea, ha explicado por qué el deporte es comparable a la trayectoria de fe: “La fe se entrena también, con el cumplimiento de los mandamientos”.
“Cuanto más cumples, más te sacrificas en lo que nos exige nuestra religión, más feliz eres porque sabes que más cerca estás de la Resurrección (…) Nuestro premio es espiritual, y todos los que llegan a la meta tienen premio: la vida eterna”, ha subrayado. En la parte final de su alocución, ha tenido un recuerdo para los cristianos que hoy día pierden sus vidas por razón de su fe.
Entre los asistentes a esta sesión inaugural --informa finalmente la Archidiócesis Hispalense--se encontraban representantes de los dos equipos de fútbol de la ciudad, el presidente del Sevilla FC, José María del Nido Carrasco; y el director de Relaciones Institucionales del Real Betis, Rafael Gordillo. Estas segundas jornadas nacionales tendrán continuidad mañana viernes por la mañana. Las sesiones se cerrarán con la celebración de las Eucaristía que presidirá el vicario episcopal de Pastoral Social, Salvador Diánez. (Foto: AS).
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