* Se asegurarán y preservarán los restos de esta antigua torre defensiva de la época islámica, convertida luego en molino de harina y declarada Bien de Interés Cultural
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente, ha aprobado ejecutar un proyecto de obras de emergencia sobre los restos del conocido como Molino de la Torre Blanca, situado en el interior del Parque del Guadaíra, en las inmediaciones del nudo de carreteras entre la SE-30 y la A-376 que une Sevilla con Utrera. El arranque del proceso de licitación se produce tras la valoración positiva del proyecto redactado por Urbanismo por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, que ha avalado con su informe favorable la intervención propuesta. Este inmueble está declarado Bien de Interés Cultural y forma parte del Catálogo Periférico de Protección del PGOU además del Catálogo de Protección Arqueológica, en el que figura como yacimiento.
“Esta intervención sigue las directrices y prioridades establecidas en el Plan Director de Patrimonio de la ciudad. Este molino es uno de los bienes inventariados e incluido dentro de la programación de inversiones en función de las necesidades urgentes y prioridades. Con esta actuación garantizamos su seguridad, con independencia de futuras actuaciones de mayor envergadura”, explica el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.
La actuación que se ejecuta con este contrato está diseñada para eliminar los riesgos evidentes que presenta este bien inmueble y garantizar su preservación y seguridad. Tiene un coste entorno a los 11.000 euros y un plazo de ejecución de un mes. Las obras podrán comenzar apenas concluya el proceso de licitación con la adjudicación del contrato. El proyecto redactado por la Gerencia de Urbanismo y Medio Ambiente se centra en devolver a este inmueble las necesarias condiciones de seguridad, tanto para el propio edificio como de cara a evitar posibles intrusiones en el mismo. Se trata de medidas de carácter urgente y provisionales, respetuosas con el valor patrimonial del Bien, y previas a un futuro proyecto de restauración integral.
En primer lugar se tabicarán los huecos existentes en la planta baja para impedir el acceso a la torre. Asimismo, se adoptarán medidas tendentes a eliminar el riesgo de caídas que consistirán en un cimbrado de los huecos a modo de apuntalamiento de los mismos mediante la colocación de mallas de protección. Respecto al hueco central que presenta la bóveda de la planta primera, se procederá a ejecutar una plataforma con ligeros anclajes en el suelo para su mantenimiento en su posición correcta. En cuanto a la intervención en las fachadas y cubiertas, se limitará a la eliminación de toda la vegetación espontánea que existe actualmente, la consolidación de aquellos elementos que presenten riesgos de desprendimientos y, el cierre de los mechinales que han quedado sin protección tras la demolición de los restos del molino.
Los orígenes de esta pequeña torre defensiva se remontan al periodo andalusí y sus restos remiten a un modelo de torre militar ampliamente extendido por el Bajo Guadalquivir durante el siglo XIV, a la que se adosaba un molino, que aprovechaba para su funcionamiento la fuerza del agua de un meandro del Guadaíra que discurría en sus inmediaciones. Esta construcción quedó definitivamente aislada y descontextualizada y posteriormente quedó enmarcada en el Parque de Guadaíra.
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