viernes, 4 de julio de 2014

OPINIÓN.- ¿Merece la Empresa Pagés el Premio taurino del Ayuntamiento de Sevilla?, por FERNANDO GELÁN

Sin quitarle ningún mérito a Curro Romero, del que he sido seguidor de su inigualable arte y, por tanto, justo merecedor de todos los trofeos y galardones del mundo de la tauromaquia que ha recibido el Faraón de Camas a todo lo largo de su gran historia, he de escribir que la Casa Grande, en esta segunda oportunidad, debería haber profundizado a la hora de conceder el II Premio Taurino Ayuntamiento de Sevilla. Una distinción que se sacó de la muleta el alcalde Juan Ignacio Zoido hace poco menos de dos años.
La vitrina del Faraón de Camas está repletita de trofeos, galardones y premios, porque su torero tuvo siempre una calidad superespectacular y mágica. Cuando el camero lograba dibujar su fino y artístico toreo y cortaba orejas en la Maestranza, los aficionados salían de la plaza dando muletazos al aire. Hasta un monumento garboso tiene Curro en esa esquina privilegiada junto al Coso del Arenal.

Dicho todos estos justos piropos taurinos al Faraón, el Ayuntamiento de Sevilla tuvo, en esta ocasión, una gran oportunidad de otorgar este premio a la Empresa Pagés. Ya se sabe que el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, intervino para mediar en la “guerra” de la entidad empresarial con el llamado Grupo-5 de los Juli, Morante, Manzanares y cía. Y por ese extraño e injusto comportamiento de estos espadas, que siempre contaron con el apoyo de la afición de Sevilla, la Empresa Pagés, necesitaba más que nunca el respaldo de la Corporación Municipal.
Según el contenido de los estatutos, este premio taurino creado por la Casa Grande de Plaza Nueva no solo se concede a los profesionales del toreo por los méritos extraordinarios que ha realizado o desarrolla, también se puede premiar a la institución que haya destacado por su labor a favor de la difusión de los valores culturales de la Fiesta Nacional.

En este apartado está la Empresa Pagés y sus años de historia para gloria y engrandecimiento de la Fiesta Nacional en Sevilla. Esta entidad tuvo su origen a finales de 1932. En aquella fecha, don Eduardo Pagés Cubiña arrendó la Plaza de Toros de Sevilla para organizar todos los festejos taurinos en la Real Maestranza. Han pasado, por tanto, más de ochenta años –82 en concreto--, y Pagés --manteniendo su representación familiar todas estas décadas prodigiosas--, sigue en la brecha, ligado al mundo taurino de la ciudad y creando afición, pasión y cultura popular en los tendidos del coso baratillero. Esta empresa organizó en 1933 sus primeras corridas de la Feria de Abril, con la participación de toreros de mucho tronío. Desde entonces, la gran historia creada por Pagés en 1932 está ahí, con todos sus grandes argumentos taurinos.

Los responsables de la concesión de este Premio Taurino del Ayuntamiento han podido dar una buena estocada y cortar las dos orejas y rabo que merecían y merecen los empresarios de la Plaza de Toros de Sevilla. Más de ochenta años contratando toreros, comprando toros y novillos, creando puestos de trabajo, ofreciendo oportunidades a jóvenes valores, dando de comer a mucha gente y difundiendo arte y cultura. A Zoido, que tanto apoya a los empresarios sevillanos, se le ha ido esta vez el toro al corral.

FERNANDO GELÁN

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