sábado, 3 de mayo de 2014

TOROS.- Oreja para el torero de Espartinas Javier Jiménez, que tomó la alternativa en la reaparición de Enrique Ponce en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla

Se celebró este 3 de mayo de 2014 la tercera corrida del ciclo continuado de la Feria de Sevilla –quinto festejo del abono taurino de la temporada--, en la Plaza de Toros de la Real Maestranza. El valenciano de Chica, Enrique Ponce; el sevillano de Salteras, Manuel Jesús “El Cid”, y el torero de la casa hispalense y nacido en Espartinas, Javier Jiménez, que tomó la alternativa formaron el cartel de este sábado soleado y de alta temperatura. Se lidiaron toros del hierro de Juan Pedro Domecq-Parladé, El ambiente fue extraordinario porque la plaza registró una buena entrada, más de tres cuartos, para este cartel. El triunfador del festejo fue el torero sevillano Javier Jiménez, que tomó la alternativa, cortando una oreja en el sobrero de Parladé, cuyo toro mató al final de la corrida. Hubo muchos aplausos para Enrique Ponce que reaparecía en Sevilla después de su grave cogida en las Fallas. La afición esperaba una tarde más redonda, pero el ganado que se lidió, salvo el primer toro y el sobrero, no dieron el juego deseado. El torero de Chiva y el de Salteras, pese a poner toda su buena y sus buenos deseos, se fueron de vacío por la falta de casta y de raza de los toros que les tocaron en suerte, cuatro mansos horribles.

CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN
La Fiesta Nacional sigue en Sevilla. Y con gran participación para vivir los festejos taurinos en el Coso del Arenal. Esta tercera corrida del ciclo continuado de la Feria hispalense reunía a los diestros Enrique Ponce, Manuel Jesús “El Cid” y Javier Jiménez. Valencia uno, Sevilla dos. Pero los tres toreros unidos y con garra para que la fiesta siga avanzando con toda su historia y sus tradiciones. El torero de Chiva quiso reaparecer en este festejo tras su grave y dura cogida en las Fallas de Valencia. Aceleró la rehabilitación porque quería cumplir este compromiso con Sevilla. De “El Cid” se espera todo, porque la veteranía es un grado y el de Salteras sigue en un momento dulce para desarrollar sobre el albero maestrante ese toreo de garra, temple y coordinación que levanta pasiones. Y cerraba esta terna la presencia del joven sevillano de Espartinas, Javier Jiménez, que tiene una enorme ambición profesional para ir pasito a pasito, pero con muy buenos recursos, hacia la cumbre de la tauromaquia. Pero la tarde-noche taurina –la corrida se prolongó hasta las 21 horas--, no respondió totalmente a los deseos de los numerosos aficionados que casi cubrieron los tendidos de la Plaza de Toros de la Real Maestranza. Se salvó de la quema el torero de Espartinas, Javier Jiménez, que en el sexto bis, en el sobrero de Parladé, pudo completar una buena faena y lograr, tras pinchazo y estocada, una oreja como premio a toda su entrega y su futuro.

La jornada taurina en la Maestranza comenzó con una gran ovación dedicada a Enrique Ponce. El público quiso agradecerle de esta manera su deseo de reaparecer en Sevilla tras su grave cogida. Como había alternativa en este festejo, hubo cambio de turno para que abriera el festejo el joven diestro de Espartinas, Javier Jiménez. En el primero de su lote, el torero sevillano estuvo muy aseado con el capote y ofreció unas bellas verónicas y chicuelinas que entusiasmaron a los aficionados. Antes de la faena de muleta se llevó a cabo el acto de protocolo de la entrega de los trastos de matador de toros a Javier Jiménez, siendo el padrino Enrique Ponce y actuando como testigo Manuel Jesús “El Cid”.
Finalizada la ceremonia, el torero de Espartinas se fue como las balas para enfrentarse a “Duque”, de 521 kilos. Jiménez se lució llevando al toro con mucha quietud y con muletazos largos y profundos. El diestro sevillano se encontró con un toro que embestía y al que le podía sacar mucho fruto. Jiménez ejecutó naturales muy bellos y artísticos que entusiasmaron a la concurrencia. El toro aguantó todas las series y el torero brilló aún más cuando con poder y solvencia llevó a cabo una espectacular serie de naturales. Pero el toro se vino abajo tras aguantar el tirón desde que salió a la plaza. Javier Jiménez no pudo rematar toda la larga y poderosa faena. Se agotó el “Duque” y el de Espartinas no estuvo fino con la espada y solo recibió una ovación.

El segundo de su lote –“Malacara”, de 609 kilos y sexto de la tarde--, Jiménez no pudo hacer nada porque fue devuelto a los corrales tras las protestas continuadas del público por la mala pinta del animal. Anabel Moreno, la presidenta de la corrida, sacó el pañuelo verde y en su lugar salió al albero un sobrero de Parladé --“Faltón”, de 552 kilos--, con el que Jiménez se sacó la espinita. El diestro de Espartinas realzó una buena faena con la capa, toreando bien a la verónica. Ya la plaza se encendió algo. Javier Jiménez, con mucha serenidad y temple, logró ejecutar una buena serie por la derecha. La música tocó en honor del de Espartinas porque su toreo, pausado y firme, se desarrollaba con arte y mucha entrega y valor. Hubo espléndidos remates por bajo que resaltaron aún más por la bondad del morlaco. Jiménez se mantuvo siempre firme y muy torero para rematar su faena con detalles muy toreros. El diestro sevillano tardó en cuadrarse para matar, pero tras un pinchazo logró una estacada fulminante para cortar una oreja. El público fue insistente en la petición y Anabel Moreno concedió el premio al torero de Espartinas. Loco de alegría estaba Javier Jiménez por haber cortada esta oreja el día de su alternativa frente a los toros más boyantes de la jornada.

TOROS MANSOS PARA ENRIQUE PONCE Y “EL CID”
No tuvieron fortuna ni el valenciano Ponce ni el sevillano “El Cid” con sus lotes. Los cuatro toros que le tocaron en suerte fueron mansos y sin casta ni raza.
Enrique Ponce, que fue recibido con una ovación de gala por reaparecer en el Coso del Arenal, nada pudo hacer ante los bueyes que saltaron al albero maestrante. En el primero de su lote quedó inédito con la capa. Y aunque intentó hacer faena con la muleta, ejecutando unos buenos trincherazos, el morlaco estaba en otra galaxia. Ponce, cuando el toro se pegó a las tablas, insistió en sacar algo de provecho, pero para nada le sirvió toda su buena fe y su entrega. Un toro vacío sin casta ni raza. El de Chiva tuvo que coger la espada y matar al morlaco para abreviar.
En el segundo de su lote, Enrique Ponce quiso despertar al público del aburrimiento general, porque el festejo se hundía lentamente. El diestro valenciano se lució con la capa toreando a la verónica. Pero ya se presentía que aquello no iba a tener un final feliz. Ponce brindó la muerte del toro a los aficionados en agradecimiento al gesto que habían tenido cuando pisó el albero de la Maestranza. El torero ejecutó unas buenas series con la diestra, pero el toro, que perdió las manos y clavó los cuernos en la arena, no era tan boyante. Ponce ofreció detalles ante un soso morlaco al que le dio unos buenos naturales. Pero el toro se fue agotando y no atendía ni por la diestra ni por la siniestra. El de Chiva cogió la espada ante la falta de embestida del toro y lo mató de estocada fulminante.

Tampoco tuvo su tarde de fortuna Manuel Jesús “El Cid”, que recibió al primero de su lote por verónicas muy ajustadas. El de Salteras brindó la muerte del toro a su compañero Enrique Ponce y ambos espadas se fundieron en un abrazo. Probó “El Cid” todo lo que se podía probar En el centro del ruedo, queriendo mimar al toro, ejecutó una buena serie por la derecha. Pero tras otra serie, el toro se vino abajo y hasta se echó sobre el albero. “El Cid” no tuvo más remedio que coger la espada para liquidar por la vía rápida al rajado animal.
En el segundo toro de su lote, tampoco logró el torero de Salteras arreglar todo el desaguisado ganadero de esta complicada tarde. “El Cid” quiso poner firme al toro y buscar la forma de dar algunos muletazos con cierta continuidad. Porfió el torero sevillano con todas sus ganas para dar algunos pases por la derecha y algunos naturales. Pero el ambiente en la grada era ya bastante tenso por la mansedumbre y la falta de casta de los toros de Juan Pedro Domecq-Parladé. “El Cid” mató de dos pinchazos y una buena estocada.

FICHA DE LA CORRIDA:
Se celebró este sábado, 3 de mayo, en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la tercera corrida del ciclo continuado de la Feria –quinta del abono de la temporada--Se lidiaron toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq-Parladé. Salvo el juego que dio el primero y el sobrero, el resto del ganado fue terriblemente manso. Los aficionados protestaron fuertemente la falta de casta y de raza de los toros que esta tarde salieron por la puerta de chiqueros.

* Enrique Ponce, palmas y silencio.
* Manuel Jesús “El Cid”, silencio y silencio.
* Javier Jiménez, que tomó la alternativa, ovación y oreja.
* En este festejo tomó la alternativa el torero de la localidad sevillana de Espartinas, Javier Jiménez. Fue el padrino de la ceremonia Enrique Ponce, que reaparecía tras su grave percance en las Fallas, y testigo del acto el torero de Salteras Manuel Jesús “El Cid”. Hubo más de tres cuartos de entrada con tiempo soleado, aun que con alguna brisa. Presidió la corrida Anabel Moreno. (Fotos Arjona).-




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Resumen 5ª de Abono 2014. Enrique Ponce, El Cid y Javier Jiménez

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