FUTBOLERIAS.- Perotti clasifica al Sevilla directamente para jugar la Champions y el Betis se juega su porvenir en Primera en el último partido de Liga
Crónicas del periodista Fernando Gelán
Sevilla 1; Deportivo de La Coruña, 0.-
Al fnal, cuando el argentino Perotti pudo marcar fuera en el tiempo de descuento y el cero-cero escocía a los aficionados de Nervión llegó ese gol providencial de un jugador que, aclamado por los seguidores y por las necesidades del club decano, a veces ningunea Jiménez en la composición de las alineaciones indebidas.
Cuando el juez de la contienda pitó el final y ese gol de Perotti clasificaba directamente a los blancos del Sánchez Pizjuan de forma directa para jugar la Champions en la próxima temporada, el susto y la angustia desapareció del cuerpo y del sufrido corazón de los aficionados. Y allí se armó una gran fiesta, con fuegos artificiales, abrazos, besos, luminosos especiales y el manteo para el entrenador Manolo Jiménez. Champions si o si, frase presidencial que se convirtió esta noche de retrancas en la conquista más alta lograda por el preparador nacido en Arahal.
El Depor de Lotina fue contundente y agresivo. Machacó de forma constante a los blancos de Jiménez, que torpes y físicamente agotados, no hallaban soluciones prácticas y urgentes. El de Malí está ya más para allá que para acá y Luís Fabiano falló casi como una escopeta de feria. Como Navas y Capel estaban muy controlados pos los astutos defensores gallegos y el Sevilla no tiene centro del campo, el equipo que preside Del Nido estaba bastante asfixiadito como para rematar la faena, sin tener que esperar a la última y agotadora jornada.
Pero pasados los 90 minutos, cuando las tablas en el marcador se daban ya por buenas, llegó don Diego Perotti con su fusil y aquello fue como Gary Cooper que estás en los cielos de la Champions. Fiesta grande y merecida para la afición del Nervión, con celebración histórica. El Sevilla, pese a quien le pese, ha quedado clasificado en el tercer puesto de la Liga y vuela directamente a la Champions sin pasar por otras fronteras. Himno del torneo europeo y del Sevilla, con la voz ajustada de un Arrebato que siempre pone letra y música a los sueños sevillistas.
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Málaga, 1; Real Betis, 1.-
El “Morante” Luque, que por verónicas celebró el gol del empate del Málaga en La Rosaleda ante el desafortunado Betis de Nogués y de Ruiz de Lopera, ha puesto al cuadro del equipo de La Palmera sobre las cuerdas. Es decir: entre la espada y la pared. El gol oportuno de Edu, casi rozando el final del primer tiempo, parecía que iba a enderezar esta caótica nave verdiblanca que ha ido tristemente a la deriva por la Liga Española durante toda esta campaña. Pero tantas fueron las oportunidades perdidas por el once sevillano –Oliveira, Edu, Sergio García, Emaná, que hace tiempo no da na…--, que el golpe malagueño a los béticos llegó por el arte y por la diestra bota de Luque, un especialista en hacer fútbol de calidad y goles de maestro. Por eso, cuando logró el tanto del empate –minuto 81--, un aficionado malacitano le lanzó un capote y Luque se puso a torear como Morante en las Ventas. El futbolista local cortó, al menos, una oreja, desorejando a un Betis maltrecho que se la ha de jugar seriamente en el último y trascendental encuentro de Liga frente al Valladolid. ¡Valladoló! Y aquí ya no valen los maletines para el mexicano Hugo y cía. Porque el cuadro castellano se salva del descenso con el empate y manda al infierno de la Segunda al caótico equipo de Heliópolis. Será el todo o nada. Peligro de muerte para los verdiblancos. Ya lo escribíamos hace unos días. La cajita de pino está preparada para meter dentro ese muertecito Betis que parte el alma, el corazón y el carné de abonado. Porque ante el Valladoló no vale el manque pierda. Tiene que ser el manque gane… O tumba o Resurrección.
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