FUTBOLERÍAS.- La Feria se trasladó a Villarreal para celebrar por sevillanas una clara victoria del Sevilla en El Madrigal que asegura un puesto directo en ChampionsA la quinta fue la vencida. Porque entregado y cautivo el ejército blanco en cinco partidos trascendentales --competición en Champions en el presente curso; eliminación de la Copa del Rey en San Mamés y caída en vertical ante Valencia y Barcelona fuera de casa y frente al Real Madrid en Nervión--, el Sevilla se desplazó a Villarreal en plena Feria 2009 para vender muy caro su futuro inmediato en la Liga. El cuadro de Nervión había perdido doce puntos seguidos y todo el colchón que le alejaba del Valencia y del equipo amarillo de El Madrigal. El encuentro en El Madrigal era como un volver a empezar para morder en esta recta final del torneo de la regularidad y recuperar todo cuanto últimamente se había tirado por la borda.
La expedición con Del Nido y Jiménez a la cabeza se había alejado del bullici
o de la Feria sevillana y montó el “Real” en esta tierra levantina. El objetivo del Sevilla en Villarreal era ganar o ganar este partido vital del campeonato. Jiménez, el de Arahal, tenía que componer una alineación adecuada y no la indebida de Barcelona, porque en el Camp Nou pudo recibir, menos mal que Dios lo remedió un poco, una triste e histórica goleada. El conjunto del Sánchez Pizjuán había recibido muchos goles en los últimos partido. En esa débil retaguardia, porque el portero Palop siempre responde, había que que realizar una profunda mentalización. El Sevilla tiene un grave problema que arrastra desde principios de la temporada. El de Arahal sabe que no cuenta en la plantilla con un jugador cerebral que ordene en el centro del campo ni tampoco de un jugador similar a Keita, que ahora está en el Barcelonay que contaba con parecidas características al histórico canterano Lora.
En el cuadro blanco –de negro en Villarreal--, sólo hay defensas y delanteros. Eso sí, el Sevilla tiene una vanguardia de lujo con Luís Fabiano y Kanouté. El brasileño es pólvora que estalla si está en vena ante la puerta rival y el de Malí una clase excepcional cuando se ajusta los machos y decide trabajar a destajo. Kanoté, con Fabiano en punta de lanza, está en todas partes. En el centro del campo organizando el ataque, echándole balones fuera y más de un pie a la retaguardia si el equipo tival toca su correspondiente arrebato o rematando con pajolera oportunidad y certeza. Este sábado de reivindicaciones sevillista marcó un pedazo de gol de imparable tiro cruzado.
Tripulantes decisivos e importantes del submarino amarillo como Cazorla y Senna no estaban en el cartel frente al Sevilla en este trascendental choque liguero. Eran dos importantes “marineros” de baja que mermaron la habitual rentabilidad del dispositivo local. Sin embargo, el cuadro que entrena Pellegrini, con sus altibajos y sus errores, luchó hasta el límite para sorprender al seguro Palop.
El primer tiempo fue de tanteo y de toma y daca. Sustos en ambas puertas con un Nihat inquietante cuando pisaba el área sevillista. En este primer periodo, el cuadro que entrena Jiménez tampoco afinaba sus buenos propósitos. Inquietaban Fabiano y Kanouté en ataque, pero el resto de sus compañeros andaban algo dubitativos a la hora de dar soluciones claras tajantes.
Pero el segundo tiempo llegó la transformación del once de Nervión. A los doce minutos de este periodo, Fabiano, en jugada ajustada de Kanouté, colocó el primer balón fuera del alcance del meta Diego López. Después de este zarpazo ferial en El Madrigal todo parecía que sería como coser y cantar para el Sevilla. Pero el Villarreal de Pellegrini apretó el acelerador y fue Palop quien resolvió, seguro, muchas papeletas que rifaba el cuadro local buscando el premio. La expulsión extraña de Konko desorientó mucho al once de Jiménez, porque se podía mascar la tragedia e otras veces anterores. Sin embargo, el Sevilla aparcó sus indecisiones y con diez hombres por banda llegó el impresionante disparo de Kanouté para dejar sentenciado el marcador final.
Feria de Sevilla en El Madrigal. Sevillanas de El Arrebato con aires levantinos. Míralo cara a cara que es el segundo gol, dijo Kanouté a Diego López cuando lanzó el trallazo en el minuto 85 de este litigio. A partir de ahí, la fiesta fue por sevillanas de Champions.
FICHA TÉCNICA:
Villarreal: Diego López, Angel, Gonzalo, Godín, Capdevila, Eguren (Matías Fernández, minuto 78), Bruno, Cani, Ibagaza (Pires, minuto 63), Nihat y Llorente (Rossi, minuto 63). Sevilla F.C.: Palop, Konko, Squilachi, Escudé, Fernando Navarro, Duscher, Renato (Drago, minuto 89), Adriano, Perotti (Jesús Navas, minuto 61), Luis Fabiano (Maresca minuto 79) y Kanouté. Goles: 0-1, minuto 57, Luís Fabiano; 0-2, minuto 85, Kanouté. Arbitro: Iturralde González, del colegio vasco, mostró tarjeta amarilla a los locales Joseba Llorente y Godín y a los visitantes Squilachi, Palop y Fernando Navarro. Expulsó al sevillista Konko (minuto 70), por doble tarjeta amarilla.
La expedición con Del Nido y Jiménez a la cabeza se había alejado del bullici
o de la Feria sevillana y montó el “Real” en esta tierra levantina. El objetivo del Sevilla en Villarreal era ganar o ganar este partido vital del campeonato. Jiménez, el de Arahal, tenía que componer una alineación adecuada y no la indebida de Barcelona, porque en el Camp Nou pudo recibir, menos mal que Dios lo remedió un poco, una triste e histórica goleada. El conjunto del Sánchez Pizjuán había recibido muchos goles en los últimos partido. En esa débil retaguardia, porque el portero Palop siempre responde, había que que realizar una profunda mentalización. El Sevilla tiene un grave problema que arrastra desde principios de la temporada. El de Arahal sabe que no cuenta en la plantilla con un jugador cerebral que ordene en el centro del campo ni tampoco de un jugador similar a Keita, que ahora está en el Barcelonay que contaba con parecidas características al histórico canterano Lora.En el cuadro blanco –de negro en Villarreal--, sólo hay defensas y delanteros. Eso sí, el Sevilla tiene una vanguardia de lujo con Luís Fabiano y Kanouté. El brasileño es pólvora que estalla si está en vena ante la puerta rival y el de Malí una clase excepcional cuando se ajusta los machos y decide trabajar a destajo. Kanoté, con Fabiano en punta de lanza, está en todas partes. En el centro del campo organizando el ataque, echándole balones fuera y más de un pie a la retaguardia si el equipo tival toca su correspondiente arrebato o rematando con pajolera oportunidad y certeza. Este sábado de reivindicaciones sevillista marcó un pedazo de gol de imparable tiro cruzado.
Tripulantes decisivos e importantes del submarino amarillo como Cazorla y Senna no estaban en el cartel frente al Sevilla en este trascendental choque liguero. Eran dos importantes “marineros” de baja que mermaron la habitual rentabilidad del dispositivo local. Sin embargo, el cuadro que entrena Pellegrini, con sus altibajos y sus errores, luchó hasta el límite para sorprender al seguro Palop.
El primer tiempo fue de tanteo y de toma y daca. Sustos en ambas puertas con un Nihat inquietante cuando pisaba el área sevillista. En este primer periodo, el cuadro que entrena Jiménez tampoco afinaba sus buenos propósitos. Inquietaban Fabiano y Kanouté en ataque, pero el resto de sus compañeros andaban algo dubitativos a la hora de dar soluciones claras tajantes.
Pero el segundo tiempo llegó la transformación del once de Nervión. A los doce minutos de este periodo, Fabiano, en jugada ajustada de Kanouté, colocó el primer balón fuera del alcance del meta Diego López. Después de este zarpazo ferial en El Madrigal todo parecía que sería como coser y cantar para el Sevilla. Pero el Villarreal de Pellegrini apretó el acelerador y fue Palop quien resolvió, seguro, muchas papeletas que rifaba el cuadro local buscando el premio. La expulsión extraña de Konko desorientó mucho al once de Jiménez, porque se podía mascar la tragedia e otras veces anterores. Sin embargo, el Sevilla aparcó sus indecisiones y con diez hombres por banda llegó el impresionante disparo de Kanouté para dejar sentenciado el marcador final.
Feria de Sevilla en El Madrigal. Sevillanas de El Arrebato con aires levantinos. Míralo cara a cara que es el segundo gol, dijo Kanouté a Diego López cuando lanzó el trallazo en el minuto 85 de este litigio. A partir de ahí, la fiesta fue por sevillanas de Champions.
FICHA TÉCNICA:
Villarreal: Diego López, Angel, Gonzalo, Godín, Capdevila, Eguren (Matías Fernández, minuto 78), Bruno, Cani, Ibagaza (Pires, minuto 63), Nihat y Llorente (Rossi, minuto 63). Sevilla F.C.: Palop, Konko, Squilachi, Escudé, Fernando Navarro, Duscher, Renato (Drago, minuto 89), Adriano, Perotti (Jesús Navas, minuto 61), Luis Fabiano (Maresca minuto 79) y Kanouté. Goles: 0-1, minuto 57, Luís Fabiano; 0-2, minuto 85, Kanouté. Arbitro: Iturralde González, del colegio vasco, mostró tarjeta amarilla a los locales Joseba Llorente y Godín y a los visitantes Squilachi, Palop y Fernando Navarro. Expulsó al sevillista Konko (minuto 70), por doble tarjeta amarilla.
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