FICHA DE LA CORRIDA:
En la duodécima corrida del abono de la temporada --décimo festejo del ciclo continuado de la Feria de Abril de Sevilla 2023-- se lidiaron toros de Victoriano del Río -tercero, cuarto y quinto con el hierro de Toros de Cortés-, bien presentados pero mansos en conjunto. Se dejó mas el tercero.
* Sebastián Castella, ovación y silencio.
* Juan Ortega, silencio y silencio.
* Roca Rey, oreja y oreja con petición de la segunda.
Saludaron en banderillas Antonio Chacón y Jose Chacón.
COMENTARIO: DOS OREJAS PARA ROCA REY
El primero de la tarde manseó y se frenó en el capote de Castella, que lo sacó a los medios con oficio. El toro siguió muy suelto en banderillas, sobresaliendo la bella forma de cerrarlo en tablas de Jose Chacón a una mano. Castella firmó un precioso comienzo de faena por abajo que puso en alerta a la plaza. Supo encelar al toro y recogerlo en la muleta, dibujando derechazos limpios y estéticos. Cambió a la zurda y por ahí el toro acusó más la mansedumbre, teniendo que volver a la diestra, por donde se tragó una tanda más antes de rajarse definitivamente. Mató de estocada y descabello y fue ovacionado.
El segundo de su lote manseó de salida y fue picado en la puerta, derribando al caballo. Otro toro que llegó a la muleta embistiendo sin clase, con aspereza. Castella estuvo firme y lo intentó por los dos pitones sin poder sacar nada en claro por la mala condición del animal a pesar de su insistencia.
El segundo de la tarde apretó de salida e impidió el lucimiento de Juan Ortega con el capote. Recibió dos puyazos y salió frenándose del caballo. En la muleta embistió muy descompuesto y de forma violenta. Ortega aplicó suavidad e intentó arreglar problemas, logrando correr la mano con buen trazo en algunos momentos. Pero se trataba de un toro completamente a contra estilo que no le facilitó la labor. Mató al tercer intento y fue silenciado.
El quinto fue un toro sardo de llamativo pelaje pero de mucha envergadura. No sirvió para el toreo de capa y Juan Ortega firmó un precioso comienzo de faena doblándose con mucha torería. Después intentó el toreo con la derecha y el toro duró apenas dos series antes de rajarse. Intentó buscarle las vueltas y de hecho le sacó todo el partido posible, corriendo la mano con gusto en algunos muletazos sueltos. Pero no pudo componer faena.
El tercero también salió manseando. No hubo nada de capa y tuvo que ser picado por el picador que hacía puerta, que le recetó un buen puyazo. Castella le hizo un quite que tuvo chicuelinas, tafalleras y un bonito remate de larga. Se lució en banderillas Antonio Chacón.
El segundo de su lote manseó de salida y fue picado en la puerta, derribando al caballo. Otro toro que llegó a la muleta embistiendo sin clase, con aspereza. Castella estuvo firme y lo intentó por los dos pitones sin poder sacar nada en claro por la mala condición del animal a pesar de su insistencia.
El segundo de la tarde apretó de salida e impidió el lucimiento de Juan Ortega con el capote. Recibió dos puyazos y salió frenándose del caballo. En la muleta embistió muy descompuesto y de forma violenta. Ortega aplicó suavidad e intentó arreglar problemas, logrando correr la mano con buen trazo en algunos momentos. Pero se trataba de un toro completamente a contra estilo que no le facilitó la labor. Mató al tercer intento y fue silenciado.
El quinto fue un toro sardo de llamativo pelaje pero de mucha envergadura. No sirvió para el toreo de capa y Juan Ortega firmó un precioso comienzo de faena doblándose con mucha torería. Después intentó el toreo con la derecha y el toro duró apenas dos series antes de rajarse. Intentó buscarle las vueltas y de hecho le sacó todo el partido posible, corriendo la mano con gusto en algunos muletazos sueltos. Pero no pudo componer faena.
El tercero también salió manseando. No hubo nada de capa y tuvo que ser picado por el picador que hacía puerta, que le recetó un buen puyazo. Castella le hizo un quite que tuvo chicuelinas, tafalleras y un bonito remate de larga. Se lució en banderillas Antonio Chacón.
Roca Rey comenzó la faena en los medios sin probaturas, ligando dos series diestras de dominio y mano baja. La siguiente fue al natural igualmente dominadora, rematada con molinete y buen pase pecho. Roca Rey impuso su mando a un toro que terminó cantando la gallina. Había hecho mérito para el triunfo. Mató de estocada y cortó la primera oreja de la tarde.
No quiso ver capotes el sexto de salida y manseó en los primeros tercios. Roca apostó por él y comenzó la faena con estatuarios sin inmutarse.
Después se empleó en empujar hacia delante a un animal que no se empleaba, embistiendo siempre con la cara a media altura. Tiró de oficio y raza el peruano y lo hizo todo, provocando un arrimón final que puso la plaza de pie por su verdad y creó ambiente de triunfo.
Mató de estocada y descabello y cortó otra oreja. (Fotos: Arjona-Pagés).
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