* En el acto estuvieron presentes el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manel Moreno, y el arzobispo de la Archidiócesis hispalense, monseñor José Ángel Saiz, entre otras autoridades y representaciones
Sevilla ha recordado hoy al concejal Alberto Jiménez-Becerril y a su esposa Ascensión García Ortiz con motivo del 25 aniversario de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA. La Catedral de Sevilla ha acogido esta tarde la misa de homenaje al matrimonio y el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz; el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, el arzobispo de Sevilla, Monseñor José Ángel Saiz Meneses, y el presidente de la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril, Alberto Jiménez-Becerril García, han realizado una ofrenda floral en el lugar en el que fueron asesinados, a la que han asistido, entre otros, el presidente del Parlamento andaluz, Jesús Aguirre, miembros de la Corporación municipal y del Gobierno andaluz, familiares, compañeros y amigos del concejal asesinado y su esposa.
“Hay fechas que nunca se pueden olvidar. Y, sin duda, el 30 de enero de 1998 es una de ellas para esta ciudad. Estoy convencido de que cualquier sevillano o sevillana que viviera aquellos trágicos días recordará perfectamente dónde estaba y qué estaba haciendo cuando se enteró de que ETA había matado de la forma más vil y cruel a Alberto Jiménez-Becerril, un servidor público de nuestra ciudad, y a su esposa Ascensión García Ortiz”, ha señalado el alcalde, quien ha agradecido a la Fundación y a la familia del matrimonio asesinado su trabajo por mantener vivo su recuerdo, “un ejemplo de fortaleza y de esfuerzo para que esta ciudad nunca olvide lo que pasó a través de la memoria”.
Antonio Muñoz ha puesto en valor “ese espíritu colectivo de unión y firmeza que nuestra sociedad mostró en momentos como el asesinato de Alberto y Ascen. Porque ellos son una referencia para esta ciudad y lo seguirán siendo mientras sigamos defendiendo los principios y valores que ellos defendían como los de vivir en paz y en democracia y creo que ese espíritu es el que debe seguir guiándonos como sociedad pero sin olvidar a quienes sufrieron de forma directa la barbarie y el dolor: a las víctimas y sus familiares”.
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