Fue un festejo muy irregular y con algunas decepciones porque los toreros que formaron el cartel no lograron, a pesar de poner mucha voluntad y su enorme fe, todos sus objetivos.
Los toros de la ganadería de Torrestrella fueron muy irregulares en calidad y en bravura. Solo respondieron en distintas fases de la lidia el primero y el quinto.
El único diestro que logró el premio de una vuelta al ruedo fue el limeño, Joaquín Galdós, que además hacía su presentación en Sevilla. En este quinto toro, el Galdós hizo una buena faena con la muleta, sonó la música en su honor y perdió la oreja porque no acertó a la primera con el acero.
José Garrido --que fue el diestro que abrió plaza--, se lució algo en el primero de su lote, Durante la lidia de este toro sonó la música, escuchando al final de su faena palmas y saludando desde los medios.
Pero el sevillano Alfonso Cadaval se estrelló en los morlacos más complicados de la tarde-noche, sin tener opciones a pesar de su empeño en superar todas las dificultades que le presentaron los toros que le tocó en suerte en esta irregular corrida.
Fue el tercer festejo taurino del abono de la temporada, pero la primera corrida del llamado ciclo continuado de la Feria de Sevilla 2019, que este año se celebra en el mes del mayo florido y hermoso. Ya se puede decir que huele a fiesta grande. Hasta el sábado, cuando se apriete el botón para iluminar la portada y las calles del Real, ya las corridas que ha organizado la Empresa Pagés en la Maestranza serán las llamadas de “farolillos”. Pero de momentos, son los festejos de vísperas.
Había especial interés en esta corrida del 1 de mayo en ver sobre el ruedo del Coso del Baratillo al sevillano Alfonso Cadaval.
Pero sonaron los primeros clarines del miedo para que iniciara la lidia el torero de Badajoz José Garrido. El primer toro de su lote fue “Cumpleaños”, de 516 kilos, con buenas hechuras. Y las primeras faenas del torero pacense fueron de mucho impacto.
El morlaco de Torrestrella funcionó y Garrido se lució con la capa, realizando una faena con mucho arte. Brindó al público cuando ya cogió la muleta y citó al toro desde lejos para ir completando una lidia muy artística y llena de contenido.
“Cumpleaños” estaba feliz y metía bien la cabeza en el engaño. Garrido se lució con buenos y ajustados naturales y realizó, además, unos artísticos adornos para culminar bien la faena. Pero el toro, ya en la parte final, se vino algo abajo. Se fue parando. Pero el diestro superó dificultades para poder mantener su bien ritmo. Ofreció, además, ajustados doblones en los detalles que desarrolló el torero antes de entrar a matar. Sin embargo, primero saltó la espada, luego pinchó y a la tercera fue la vencida. Fue ovacionado y saludó desde los medios.
En el segundo de su lote --“Estudioso”, de 580 kilos--, Garrido no encontró el camino del triunfo. Forzó la máquina ante un Torrestrella complicado al que le faltó casta.
La faena nunca tuvo transmisión. El torero puso mucha voluntad para superar los obstáculos. Su esfuerzo fue total. Pero todo se desarrolló con muchas dificultades, porque el toro no deba la talla. A la hora de matar pinchó y saltó la espada y luego acertó con efectiva estocada. Hubo silencio.
Quien pudo alcanzar un premio gordo en esta corrida del ciclo continuado fue el Joaquín Galdós. En el primero de su lote --“Barbalimpia”, de 515 kilos--, el peruano, que debutaba en Sevilla, se lució con unas verónicas alargadas. Pero el toro fue perdiendo gas y con rapidez se desarrollaron los tercios correspondientes para llevar a cabo la faena con la muleta. Galdós se encontró con un toro muy parado.
Con la izquierda, el peruano logró una faena más viva. “Barbalimpia” embistió en este orden y Galdós demostró su fe y sus ganas. Pero el toro, ya al final de la lidia, no puso ya nada más de su parte. Joaquín Galdós, con firmeza, mató al toro de efectiva y directa estocada. Fue ovacionado y salió a los medios a responder estos fuertes aplausos de los aficionados.
El triunfo grande del peruano pudo llegar en el segundo de su lote. Salió al ruedo del Coso del Baratillo “Lucero”, de 529 kilos, y Galdós se encontró con el mejor toro del festejo. Apretó el diestro con el capote, y cuando ya cogió la muleta se fue al ruedo a brindar al público. Estaba dispuesto a demostrar cuáles eran todos sus grandes objetivos. Y Galdós manejó la derecha y la izquierda con arte y armonía. Ofreció todos sus buenos argumentos- Estuvo firme en sus muletazos y sonó la música por la entrega del torero. “Lucero”, con muchas luces, acudió con bravura a las citas de Galdós. Mandó el peruano ante el Torrestrella y la lidia se desarrolló con buen ritmo, arrancando las ovaciones de los aficionados. El toro, con buen recorrido, hizo feliz a Galdós, que se crecía para rematar con arte su efectiva lidia. Pero perdió la oreja que tenía ganada al no acertar a la primera, como hizo ante “Barbalimpia”. Hubo dos pinchazos y una gran estocada y se ganó la vuelta al ruedo.
Todos los aficionados, especialmente los locales, esperaban con enorme ilusión la actuación en este festejo del sevillano Alfonso Cadaval. Pero, desgraciadamente, le tocó “lidiar” con los peores toros de la corrida. En el primero de su lote –“Pocajambre”, de 518 kilos--, Cadaval ejecutó unas ajustadas verónicas ante un toro que parecía muy vivo y bravo. Cuando cogió la muleta se fue hacia la barrera donde estaban Álvaro Domecq y Curro Romero, para brindarle la muerte de “Pocajambre”.
El diestro sevillano fue tomando posiciones para poder controlar bien al toro, pero recibió un pisotón del morlaco y se quedó sin zapatillas. Cadaval se arrimó con valentía, pero la faena no tuvo movilidad. El toro se quedaba parado y jamás respondió a los buenos deseos del sevillano. No había faena y Alfonso, sin opciones, se fue a por la espada de verdad para acabar cuanto antes con el sufrimiento. Pero aquello no salió bien. Media estocada y un montón de descabellos y hasta un aviso de la presidencia.
Tampoco tuvo suerte Cadaval con el segundo de su lote, último del festejo y de nombre “Delator”, con 559 kilos. El diestro sevillano buscó dar un giro total con el fin de cerrar la jornada taurina con buenos resultados. Cadaval se apretó con unas verónicas muy artísticas. Luego, ya con la muleta, el torero citó de lejos, cambió de manos la franela para meter al morlaco en cintura, y, además, aguantó con mucho valor todas las embestidas con el deseo de que la faena alcanzara un buen ritmo. Cadaval llegó a ejecutar pases de mucha calidad. Pero “Delator” fue perdiendo las manos, se desajustó, y el ritmo de la faena fue bajando. El sevillano lo probó todo, manteniendo siempre una fe muy grande. Pero el morlaco dijo basta y Cadaval tuvo que coger la espada.
Tampoco estuvo afortunado con el acero y la Plaza de la Maestranza, decepcionada, guardó silencio.
Mañana 2 de mayo estarán en el Coso del Baratillo Morante de la Puebla, Julián López “El Juli” y Miguel Ángel Perera, para lidiar reses de Garcigrande. En este festejo se reúnen los dos grandes triunfadores de la pasada Feria de Abril de Sevilla.
“El Juli” salió por la Puerta del Príncipe tras ser indultado el toro “Orgullito” del hierro que este jueves vuelve a la Maestranza de Sevilla.
FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron toros de la ganadería de Torrestrella bien presentados, pero que dieron un juego muy irregular. Los mejores toros fueron el primero y el quinto.
* José Garrido, ovación y saludos en el primero, y silencio en el segundo.
* Joaquín Galdós, ovación y saludos en el primero, y vuelta al ruedo en el segundo de su lote.
* Alfonso Cavadal, silencio, tras aviso, en el primero, y silencio en el que cerró plaza.
INCIDENCIAS:
La Plaza de la Real Maestranza registró algo más de media entrada. Buena temperatura en tarde muy soleada. El sevillano Alfonso Cadaval brindó la muerte de su primer toro al ganadero de las reses de Torrestrella que se lidiaron este 1 de mayo, Álvaro Domecq, y a Curro Romero, que ocupaban asientos en la primera fila de barrera. Saludaron en banderillas Antonio Chacón y Juan Carlos García. Al finalizar la corrida se cortó la coleta Santi Acevedo, de la cuadrilla de Alfonso Cadaval. (Fotos: Toromedia).
* FERNANDO GELÁN.-
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