La obra es del cofrade y artista Adrián Riquelme Plaza, hermano de la Cofradía del Cerro, que ha sido realizado por encargo del Consejo Pastoral con ocasión de dicha efeméride tan significativa para nuestro barrio.
Se trata de una pintura acrílica, tinta y grafito sobre tablero que muestra a la Santísima Virgen los Dolores como protagonista principal por ser la Titular de la Parroquia y primera y mayor devoción de los vecinos del Cerro del Águila.
Se trata de una pintura acrílica, tinta y grafito sobre tablero que muestra a la Santísima Virgen los Dolores como protagonista principal por ser la Titular de la Parroquia y primera y mayor devoción de los vecinos del Cerro del Águila.
En el cartel se representan los tres templos que han sido sedes de la Parroquia: en la parte inferior, en tonos grises haciendo referencia a los orígenes humildes del barrio, la primera capilla de Nuestra Señora de los Dolores como Vientre de María; el segundo, la iglesia derruida en los noventa, a través de un rosetón que deja ver las luces características que se proyectaban al interior y en la parte superior izquierda, el templo actual, que además de ser presente representa el futuro a través de un guiño a la inminente salida procesional de Nuestro Padre Jesús de la Humildad en la estación de penitencia a la Catedral del Martes Santo.
Por último, sobre rojo sacramental, se representa el bendito Simpecado de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de nuestro barrio, y bajo éste, el Santísimo Cristo del Desamparo y Abandono, la mayor devoción del autor y presente en la vida de la feligresía desde su traslado desde San Gil Abad de 1981.
La letrería se encuentra dispuesta de manera desordenada para dar mayor importancia a la palabra DOLORES, con el corazón y los siete puñales en el centro de la misma, quedando alineado con el número siete para formar los Siete Dolores de María.
La letrería se encuentra dispuesta de manera desordenada para dar mayor importancia a la palabra DOLORES, con el corazón y los siete puñales en el centro de la misma, quedando alineado con el número siete para formar los Siete Dolores de María.
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