Según ha informado el Ayuntamiento de Sevilla en una nota, durante la inspección que llevó a cabo la Policía Local en la madrugada de este miércoles para el control de las fiestas de Fin de Año, los agentes pudieron comprobar que se estaba celebrando una fiesta en la antigua fábrica de vidrio, situada en la avenida de Miraflores. La Policía se personó en el citado lugar y comprobaron que a escasos metros de la puerta de la antigua fábrica existía una mesa en la que se estaban vendiendo entradas, así como en el interior tenían una barra donde servían bebidas con lista de precio y elementos musicales instalados y en funcionamiento.
Asimismo, desde el Gobierno Municipal indicaron que se detectaron anomalías en la puerta de entrada que estaba bloqueada por una cadena con la que se impedía la apertura de la misma con facilidad. También se pudo comprobar por parte de los agentes que la luz eléctrica se encontraba enganchada por tres pinzas a un cuadro eléctrico de un local contiguo, y que, además, no se observó la existencia de extintores ni señalización de emergencias.
Los agentes de la Policía Local llevaron a cabo el desalojado y precintado dicha fiesta, donde se encontraban unas 500 personas celebrando el Fin de Año.
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