FÚTBOL.- El Betis, con entrenador nuevo, logra una victoria importante en el Nuevo Arcángel de Córdoba
Córdoba, 0: Real Betis, 1.-
Es así. Se cumple, casi siempre, la tradición, en este mundo del futbol. A entrenador nuevo –debút de Víctor Fernández--, victoria asegurada o casi asegurada. Un gol de Pereira que vale tres puntos como tres soles. El técnico aragones se estrenó con este sufrido triunfo.
Parece que Víctor Fernández, de momento, ha cambiado la cara de este Betis, que fuera de su terreno de Heliópolis andaba siempre más bien a la deriva y muy dubitativo. En los primeros veinte minutos de partido, de este derby a nivel regional, los verdiblancos realizaron el mejor fútbol de la temporada. Toda la actitud del equipo era encomiable. Seguridad defensiva; ideas y sacrificios en el centro del campo y, sobre todo, contundencia y efectiva en la vanguardia.
Ya dijo Víctor Fernández, al final de este choque en el Nuevo Arcángel, que “juntos, podemos”. Es necesario, por tanto, que el equipo se transforme y ofrezca siempre y con continuidad esas buenas artes futboleras como en esos veinte prodigiosos minutos del primer tiempo. En el cuadro bético, toques adecuados, anticipación, espíritu de lucha, entrega efectiva y el gol, que fue finalmente el de la victoria –Víctor y victoria --, para sumar tres puntos fundamentales hacia la zona del ascenso.
Buenas sensaciones del Betis en ese tiempo del primer periodo. Arrollador. El Córdoba no podía contener el ritmo trepidante de los rivales. Y fue un tiempo, esos veinte minutos iniciales, para soñar con el buen baile de los verdiblancos.
Pero en la continuación, sobre todo en el segundo periodo, el Betis sufrió los golpes de un Córdoba que buscó con poderío la puerta de los sevillanos. El once de Heliópolis, que tan buen talante había tenido en esos minutos iniciales del primer tiempo, se vino sorprendentemente abajo, se esfumó, cayó como fulminado por un rayo. Ya no tenía ni las fuerzas ni la garra demostradas en esos destacados veinte minutos. El guión había acabado. Además, la expulsión de Rivas también produjo demasiado nerviosismo en el bando verdiblanco.
El Córdoba, en este periodo, accióno y luchó a muerte frente a todas las circunstancias béticas. Buscó con continuidad y oportunidades la meta de Goitia, que detuvo en este tiempo mortal para el Betis dos balones de gol para los locales. Aguantó como pudo el Betis este zamarreón final del Córdoba y el premio final fue mantener esta mínima e importante victoria. Se sacan conclusiones y el Betis tiene otro espíritu de trabajo, juega con otra responsabilidad y se deja la piel, porque su trabajo es completo y meritorio, sobre la yerba. Le falta seguridad para poder continuar con ese nivel óptimo. Ha comenzado esta segunda parte de la Liga en Segunda División, y el Betis presenta otra imagen. La mano de Víctor y esta victoria se ha notado y se notará en la continuación. Un golpe sicológico para el futuro inmediato. Ya está más cerca uno de los puestos de ascenso a Primera. Ya se sabe lo que ha de suceder a partir de ahora. Víctor, por Fernández, y victoria, por las ganas, ansias y la labor conjunta de todo el quipo. “Juntos, podemos”. Es el grito del técnico aragonés para ese salto a la División de las Estrellas.
Córdoba, 0: Real Betis, 1.-
Es así. Se cumple, casi siempre, la tradición, en este mundo del futbol. A entrenador nuevo –debút de Víctor Fernández--, victoria asegurada o casi asegurada. Un gol de Pereira que vale tres puntos como tres soles. El técnico aragones se estrenó con este sufrido triunfo.
Parece que Víctor Fernández, de momento, ha cambiado la cara de este Betis, que fuera de su terreno de Heliópolis andaba siempre más bien a la deriva y muy dubitativo. En los primeros veinte minutos de partido, de este derby a nivel regional, los verdiblancos realizaron el mejor fútbol de la temporada. Toda la actitud del equipo era encomiable. Seguridad defensiva; ideas y sacrificios en el centro del campo y, sobre todo, contundencia y efectiva en la vanguardia.
Ya dijo Víctor Fernández, al final de este choque en el Nuevo Arcángel, que “juntos, podemos”. Es necesario, por tanto, que el equipo se transforme y ofrezca siempre y con continuidad esas buenas artes futboleras como en esos veinte prodigiosos minutos del primer tiempo. En el cuadro bético, toques adecuados, anticipación, espíritu de lucha, entrega efectiva y el gol, que fue finalmente el de la victoria –Víctor y victoria --, para sumar tres puntos fundamentales hacia la zona del ascenso.
Buenas sensaciones del Betis en ese tiempo del primer periodo. Arrollador. El Córdoba no podía contener el ritmo trepidante de los rivales. Y fue un tiempo, esos veinte minutos iniciales, para soñar con el buen baile de los verdiblancos.
Pero en la continuación, sobre todo en el segundo periodo, el Betis sufrió los golpes de un Córdoba que buscó con poderío la puerta de los sevillanos. El once de Heliópolis, que tan buen talante había tenido en esos minutos iniciales del primer tiempo, se vino sorprendentemente abajo, se esfumó, cayó como fulminado por un rayo. Ya no tenía ni las fuerzas ni la garra demostradas en esos destacados veinte minutos. El guión había acabado. Además, la expulsión de Rivas también produjo demasiado nerviosismo en el bando verdiblanco.
El Córdoba, en este periodo, accióno y luchó a muerte frente a todas las circunstancias béticas. Buscó con continuidad y oportunidades la meta de Goitia, que detuvo en este tiempo mortal para el Betis dos balones de gol para los locales. Aguantó como pudo el Betis este zamarreón final del Córdoba y el premio final fue mantener esta mínima e importante victoria. Se sacan conclusiones y el Betis tiene otro espíritu de trabajo, juega con otra responsabilidad y se deja la piel, porque su trabajo es completo y meritorio, sobre la yerba. Le falta seguridad para poder continuar con ese nivel óptimo. Ha comenzado esta segunda parte de la Liga en Segunda División, y el Betis presenta otra imagen. La mano de Víctor y esta victoria se ha notado y se notará en la continuación. Un golpe sicológico para el futuro inmediato. Ya está más cerca uno de los puestos de ascenso a Primera. Ya se sabe lo que ha de suceder a partir de ahora. Víctor, por Fernández, y victoria, por las ganas, ansias y la labor conjunta de todo el quipo. “Juntos, podemos”. Es el grito del técnico aragonés para ese salto a la División de las Estrellas.
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