Real Betis, 1; Las Palmas, 0.- Muchas protestas en las horas previas al partido en Heliópolis, en esta jornada liguera frente al equipo canario. Había una amplia convocatoria, aunque la concentración se diluyó entre los partidarios de la manifestación fuera del estadio y los aficionados y seguidores que optaron por entrar con normalidad en las gradas del campo verdiblanco. Muchos de los seguidores que se quedaron en la calle realizaron una larga pitada y, además, lanzaron gritos de !Lopera, vete ya!, que viene siendo el grito tradicional de los forofos béticos desde que el equipo descendió a Segunda División y que los jugadores de la actual plantilla están ofreciendo una mala imagen en esta inferior categoría.
De todas formas, la llamada de protestas tuvieron desiguales comportamientos. Cuando transcurrían unos dieciocho minutos de juego de este choque, la mayoría de los seguidores del Betis que se habían concentraron y manifestado en la calle para protestar contra Lopera y la debilidad del equipo decidieron entrar en el estadio, para presenciar este histórico choque.
Sufrió el Betis para ganar a un Las Palmas, demasiado inocente y poco hábil para aprovechar los errores y el nerviosismo defensivo del cuadro verdiblanco. El único hombre del equipo local más positivo fue Emaná, pero no tuvo ayuda en Pavone y Sergio García, muy torpes y dubitativos en este litigio.
Menos mal que en una jugada de Caffa, el Betis, cuando estaba controlado el partido el Las Palmas, marcó un gol que fue recibido con júbilo en los graderíos de Heliópolis.
Fue un triunfo difícil, pero el Betis ha logrado tres puntos vitales para seguir soñando. Sigue aún fuera de la clasificación del ascenso, pero había transcurrido un buen puñado de jornadas sin ganar en casa.
Respira Tapia, se serenan los jugadores y la afición puede dar otras oportunidades, porque todavía queda Liga por jugar. Sin embargo, a pesar de este importante triunfo, el equipo se ha de transformar. Los jugadores han de saber qué cartas han de tener en su haber para no pasar tantos apuros. Hay mal juego y únicamente valen algunas individualidades.
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