Han pasado ya más de cuarenta años desde que los representantes de las ilegales y perseguidas Comisiones Obreras, en cuyo grupo destacaban Eduardo Saborido y Fernando Soto, se reunían de forma clandestina para preparar los planes para la lucha y la acción laboral en Sevilla. Aquello ya es historia pasada, aunque aún quedan muchos de los que vivieron intensas jornadas de reivindicaciones con el peso de la ley de aquellos años de la dictadura.
En estos días, en plena libertad, se ha venido celebrando en Sevilla el X Congreso de Comisiones Obreras. En la clausura ha intervenido el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirñin. En estas jornadas ha sido renovado en su cargo de secretario general de Andalucía Francisco Carbonero Contador. En la sala donde tuvo lugar estas sesiones se pudo comprobar el espléndido montaje técnico y visual, para que nadie estuviera alejado de la participación general. Nada que ver con las reuniones a puerta cerrada de aquellos tiempos que forman parte de la memoria histórica de Sevilla.
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