Ahora se habla y se escribe de crisis a todas horas y en todo momento. Todos esperan que desde los Estados Unidos se arregle todo el desaguisado económico que hay en el mundo, porque en esta ciudad habrá cientos de ciudadanos que no podrán pagar la hipoteca al banco. Pero se llenan los estadios de fútbol, la mayoría de los buenos bares y restaurantes están repletos al mediodía y en las primeras horas de la noche, la Bienal es un éxito de público, miles de coches pululan por la ciudad y hasta en la Real Maestranza hubo amplia asistencia de espectadores, que desgraciadamente para la fiesta tuvieron que esperar con paciencia la suspensión de las dos corridas de la Feria de San Miguel, pues los seis espadas dijeron que el piso de la plaza estaba impracticable para una lidia normal.
También se habla y se escribe de crisis municipal porque el alcalde ha tenido que reorganizar su gabinete y Zoido anda a la greña con los comunistas de la Casa Grande y con los que van a las veladas de los barrios.
Es cierto que Viera se fue al inicio de esta legislatura, con todas sus consecuencias posteriores, y que Lolo Silva presentó su dimisión por la presión de un PP que controla hasta la respiración de Torrijos. Por otra parte, el PP municipal sufrió la baja de Alicia Martínez que prefirió el Parlamento, aunque Zoido sigue con sus dos empleos políticos en el Ayuntamiento y en el escaño autonómico, dispuesto a darle un guiño personal a la casera crisis.
Hay demasiada crispación en el Ayuntamiento actual. Es hora, por tanto, de calmar los ánimos y de unir todos los esfuerzos y las voluntades para sacar adelante los grandes proyectos que mejoren la calidad de vida de esta Sevilla a la que tanto queremos. Se está perdiendo mucho tiempo en crear duros enfrentamientos, cuando lo bueno sería luchar con todo el alma por esta ciudad donde los políticos se enfrascan en unos violentos e inútiles debates verbales, que es rechazado por miles de sevillanos. Todos esperamos que los políticos se calmen y ofrezcan soluciones óptimas para la ciudad. Sobre todo, cuando la crisis golpea el desarrollo económico de esta bendita tierra. Ya está bien de tantos palos preparados para la prensa.
FERNANDO GELÁN
También se habla y se escribe de crisis municipal porque el alcalde ha tenido que reorganizar su gabinete y Zoido anda a la greña con los comunistas de la Casa Grande y con los que van a las veladas de los barrios.
Es cierto que Viera se fue al inicio de esta legislatura, con todas sus consecuencias posteriores, y que Lolo Silva presentó su dimisión por la presión de un PP que controla hasta la respiración de Torrijos. Por otra parte, el PP municipal sufrió la baja de Alicia Martínez que prefirió el Parlamento, aunque Zoido sigue con sus dos empleos políticos en el Ayuntamiento y en el escaño autonómico, dispuesto a darle un guiño personal a la casera crisis.
Hay demasiada crispación en el Ayuntamiento actual. Es hora, por tanto, de calmar los ánimos y de unir todos los esfuerzos y las voluntades para sacar adelante los grandes proyectos que mejoren la calidad de vida de esta Sevilla a la que tanto queremos. Se está perdiendo mucho tiempo en crear duros enfrentamientos, cuando lo bueno sería luchar con todo el alma por esta ciudad donde los políticos se enfrascan en unos violentos e inútiles debates verbales, que es rechazado por miles de sevillanos. Todos esperamos que los políticos se calmen y ofrezcan soluciones óptimas para la ciudad. Sobre todo, cuando la crisis golpea el desarrollo económico de esta bendita tierra. Ya está bien de tantos palos preparados para la prensa.
FERNANDO GELÁN
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