miércoles, 16 de diciembre de 2015

Declaración realizada por la Red de AMPAs de los Centros Públicos del Casco Antiguo (RAMPA)

Esta es la declaración efectuada en esta mañana por la Red de AMPAs de los Centros Públicos del Casco Antiguo (RAMPA), en la que tras el relato de los antecedentes históricos de la escolarización.y de los últimos acontecimientos ocurridos con respecto al nuevo colegio, hacemos una valoración crítica del malhacer de las administraciones y nuestra decisión al respecto sobre la futuras relaciones bilaterales. 

DECLARACIÓN DE AMPAs: SE ACABÓ.
Más de diez años repitiendo la misma secuencia.
Las madres y padres advirtiendo el mal estado del colegio Macarena y la insensible administración educativa negaba la gravedad. Precisamente, la ley de la gravedad desplomó sus techos y la bloqueada administración educativa no encontraba alternativa.
Las madres y padres buscaron la solución y la gestionaron: ocuparon el actual colegio Huerta de Santa Marina. Mientras se rehabilitaba el primero, las familias reclamaron que el colegio ocupado se quedase como centro tras la obra. La ciega administración educativa se resistía alegando que según sus datos no había demanda para un nuevo colegio.
Las madres y padres llamaban a las puertas de los despachos contando lo que el discurso oficial negaba: que plazas y guarderías estaban llenas de una emergente población infantil.
Mucha energía gastada hasta conseguir ese nuevo colegio, que al poco tiempo se estaba quedando pequeño.
Vuelta a empezar. Las familias diagnostican la necesidad de un nuevo centro, la torpe administración educativa esgrime que sus datos dicen que no es necesario. La realidad los deja en evidencia, los centros se colapsan y de forma improvisada han de buscar un nuevo colegio. Nace, contra el pronóstico oficial, el CEIP Jardines del Valle.
En poco tiempo, el nuevo colegio también se va llenando. Vuelta a empezar, las familias volvemos a señalar lo que pasa, escribimos documentos con análisis y propuestas que sistemáticamente son negadas por la chapucera administración educativa.
Madres y padres persistimos. Repetimos la modalidad de movilización de manos tendidas, que consiste en salir a la calle para que nos escuchen y tomen en consideración las propuestas que una vez más hacemos. En el año 2.012 el Parlamento de Andalucía acuerda un paquete de medidas propuesta por la RAMPA para evitar el colapso que, anunciábamos, se produciría en 2015.
Confiábamos en que la torpe administración educativa hubiera aprendido la lección, o al menos, no se atreviera a incumplir el mandato de su Parlamento. Pero el tiempo pasaba y ni cambiaban la normativa que mitigara una parte del problema, ni creaban las nuevas plazas educativas que eran necesarias.
La delirante administración educativa se reúne en febrero de este año con la RAMPA y afirma con solemnidad y sin rubor que para este curso no había ningún problema para la escolarización. Que sus datos eran claros al respecto. En la RAMPA no salíamos del asombro. Con argumentos, desmontamos sus datos, que históricamente no han demostrado credibilidad, y anunciamos que ocurriría lo que tres meses después pasó: que muchas familias se quedaron sin plaza en un colegio público del barrio.
Vuelta a empezar. La RAMPA convocamos movilizaciones de mano tendida, volvemos a presentar propuestas para solucionar el problema que han querido negar y ante el que no tenían alternativas. Proponemos un nuevo Cole Centro Ya. Buscamos los lugares donde ubicarlo con urgencia.
Las familias ocupamos las calles, explicamos en los micrófonos, peregrinamos por todos los despachos en busca de la solución. Tras nuestra persistencia y en plena campaña electoral la incapaz administración educativa asume que va a crear un nuevo cole, incluso adscribe al mismo la primera unidad.
Acordamos una metodología, durante el mes de julio se visitarían los edificios que propusimos para acoger el nuevo colegio y se tomaría una decisión rápida. Julio pasó e incumplieron, nos emplazaron para la segunda quincena de septiembre que también pasó sin reunión y definitivamente, el 5 de octubre nos reunimos con la Delegación y el Ayuntamiento.
La reunión fue tardía pero parecía que seria. Se adquieren compromisos concretos y con calendario: Van a comenzar a crear jurídicamente el nuevo cole, y en las siguientes tres semanas una comisión técnica de todas las partes visitarían e evaluarían los centros.
Pasan las tres semanas, y cuatro, cinco, seis y ¡¡nueve!!. Con nuestro hartazgo y estupor convocamos movilizaciones frente a la inexplicable desidia de las administraciones. Una vez convocadas, ahora si, se produce una reunión el pasado viernes.
La administración educativa y la municipal nos presentan una propuesta improvisada, inconcreta y delirante. Nos dicen que de los tres edificios sobre los que se trabajaba solo se ha visitado uno: el Liceo. Y que ese edificio es el que han decidido que se utilice para la escolarización, pero que no reúne condiciones para ser un colegio definitivo, sino que se usaría de forma transitoria hasta que se haga el definitivo en el solar del Valle, pero que además, no van a crear jurídicamente el cole nuevo, que será un anexo de otro, pero que además, no está claro que se utilice, porque ¡¡según sus datos!! la demanda para el curso que viene va a ser menor, por lo que no van a ofertar plazas en el mismo y solamente si hay demanda sobre lo que no se ha ofertado, se utilizaría el edificio.
La sensación de sorpresa y de engaño en la RAMPA es total. Le hacemos un llamamiento a que mejoren y modifiquen lo que nos han trasladado y lo hagan llegar por escrito el lunes. Lamentablemente, el lunes el escrito que nos remite la Delegación no tiene cambios.
Quedaba una nueva sorpresa. El Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, nos traslada que ha hecho gestiones con Diputación y Consejería para repensar la propuesta y contemplar la opción de que el nuevo colegio se ubique en el antiguo CAT. Quedamos en tener en el día de ayer, martes 15 de diciembre una reunión urgente en la que se nos informaría de los detalles y concretásemos calendario, procedimiento, etc… Quedaron en fijar lugar y hora.
La reunión no se produjo. Ni llamaron para celebrarla ni para explicar porque no se realizaba.
Se acabó. Hasta aquí ha llegado la broma.
Son ya muchos años con este lamentable espectáculo. Muchos años con los papeles cambiados: madres y padres que hacen el trabajo de la administración, que diagnosticamos la realidad que ellos deberían conocer y que, además, niegan.
Muchos años en los que madres y padres hacemos su trabajo, buscando soluciones, haciendo propuestas, a la que ellos se resisten para, cuando los problemas estallan, llevarlas a cabo de forma desesperada y de mala manera.
Muchos años en los que madres y padres gestionamos la información a familias con gran carga de angustia por no saber dónde van a escolarizar a sus hijas e hijos, intentando que las solicitudes se repartan equilibradamente por todos los centros para aliviar problemas añadidos.
Muchos años padeciendo una administración que enreda, incumple y miente. Que falta el respeto a la ciudadanía cuyos derechos e intereses debería tutelar. Que ha abusado del cambio de papeles, de nuestra mano tendida.
Anunciamos que Se Acabó. Que dejamos de jugar este papel. Dejamos de diagnosticar, ya deberían conocer la realidad y dejar de manosear datos tóxicos. Dejamos de perseguir una reunión. Dejamos de proponer soluciones. Dejamos de gestionar lo que a las administraciones le compete. Esta lamentable administración no merece este enorme esfuerzo que hemos realizado.
Esto no significa que bajemos los brazos. Muy al contrario, anunciamos que nuestra energía crece con cada incumplimiento y cada mentira. Anunciamos que dejamos de hacer lo que hasta ahora hemos hecho, y nos situamos en el rotundo papel de la exigencia.
Que la administración decida como lo hace, donde ubica el colegio, como lo explica, que normativa mantiene o cambia. La RAMPA lo que va a hacer de aquí en adelante es EXIGIR RESULTADOS. Ante la falta de credibilidad de la palabra y compromisos de la administración, que habitualmente no hace públicos, reclamamos hechos, Entre ellos:
- Que todas las familias del barrio que solicitan una plaza escolar pública en el barrio, la tenga.
- Que aquellas familias que viven a escasos metros de los colegios públicos que están en el límite de la zona, tengan una plaza en los mismos.
- Que aquellas madres y padres que trabajan en el barrio, muchas madres con sueldos precarios, puedan escolarizar a sus hijas e hijos en una escuela pública del casco antiguo. Ya está bien de discursos huecos sobre igualdad de género cuando se niega la necesaria conciliación de la vida familiar y laboral.
- Que las familias de la unidad adscrita al nuevo colegio salgan de la incertidumbre de no saber dónde van a estar escolarizados sus hijas e hijos el año que viene.
Si estos resultados no se producen. La RAMPA convocará acciones y movilizaciones no ya de mano tendida, sino de contundente respuesta a un malhacer de una administración incapaz.

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