Las obras de rehabilitación que lleva a cabo la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andaalucía, en el antiguo convento de Santa María de los Reyes, ubicado en la calle Santiago, en pleno corazón histórico de Sevilla, culminarán antes de que finalice este año, tal y como ha anunciado la consejera en funciones, María Jesús Serrano, en una visita a las instalaciones que están siendo objeto de esta intervención gracias a una inversión pública de 1,13 millones de euros. La actuación se impulsa a través del Programa de Rehabilitación del Patrimonio de Interés Arquitectónico, que para 2015 cuenta con un presupuesto superior a los siete millones de euros.
Durante el recorrido por las instalaciones, Serrano ha destacado que "el Gobierno andaluz siempre ha demostrado un claro compromiso con la protección de su legado arquitectónico de carácter público, impulsando actuaciones de rehabilitación encaminadas a conservar sus valores artísticos y estéticos, así como a dotarlo de nuevas funcionalidades y usos, con una clara vocación de servicio a la ciudadanía".Asimismo, ha explicado que "con este tipo de iniciativas, la Junta desarrolla un completo programa de recuperación y dinamización de pueblos y ciudades de Andalucía", añadiendo que "a los diferentes planes de rehabilitación del parque residencial existente y a las actuaciones de mejora de los espacios públicos se suman estos proyectos, que persiguen la recuperación de elementos destacados del patrimonio".
Las obras, que comenzaron a finales de febrero pasado, se encuentran al 35% de ejecución, después de que se hayan finalizado prácticamente los trabajos de demolición y de consolidación de la cimentación, así como los sondeos arqueológicos. En la actualidad, se encuentran en curso las labores de acondicionamiento del terreno, la estabilización estructural y la albañilería.
Esta construcción, de interés histórico y arquitectónico, está datada entre finales del siglo XV y principios del XVI y forma parte del patrimonio de la Junta de Andalucía desde hace casi 30 años, periodo durante el cual ha albergado la celebración de actividades culturales, como exposiciones y ciclos de conferencias relacionados con la vivienda, la movilidad o la arquitectura; y de iniciativas formativas, como cursos y seminarios de la Administración autonómica.
La restauración, que cuenta con Fondos Feder y está adjudicada a Freyssinet, engloba la construcción conventual y espacios libres, con el fin de lograr la adecuación de los edificios en uso y la consolidación del resto del conjunto de interés patrimonial para mantenerlo en un estado óptimo y prepararlo para una futura intervención que lo adecue definitivamente. En cuanto a los espacios libres del conjunto, el objetivo es acondicionarlos para su uso por el público en general y para la realización de actividades culturales.
La actuación contempla una serie de intervenciones que se concretan en la mejora de la cimentación, la consolidación estructural y la sustitución de cubiertas que garanticen la estabilidad y estanqueidad de los inmuebles de la zona de interés patrimonial pero sin uso, lo que afecta fundamentalmente a las edificaciones en torno al claustro. Además, se está realizando el acondicionamiento de los patios del compás y del claustro, así como de la zona de jardines y adarve (calle interior) con salida a la calle Santiago, mediante la ejecución de una nueva solería, que permitirá eliminar los desniveles existentes actualmente.
Estas actuaciones se completan con la adecuación funcional de instalaciones en la zona actualmente en uso, lo que incluye la renovación completa de las zonas de aseo; la mejora de las condiciones de accesibilidad y eliminación de barreras arquitectónicas del complejo para adaptarlo a la normativa; la eliminación de la maquinaria obsoleta de climatización y de gran impacto visual, ubicada en el adarve, y la integración del arbolado centenario y de la noria de época musulmana existentes en esta zona.
Un edificio con una larga historia
Los estudios arqueológicos de las últimas décadas confirman que, en la antigüedad, la manzana donde se levanta el complejo quedaba a extramuros de la ciudad romana, contigua a la muralla de Híspalis, destinándose a escombrera y necrópolis. La zona se urbanizó en el medievo, en época almohade (siglo XII), posiblemente al tiempo que se trazó la nueva muralla de Sevilla, que pasaba tras el edificio. La arqueología ha desvelado que en la parcela conventual y en las adyacentes hubo una construcción palaciega bajomedieval que podría estar relacionada con las casas que Alfonso X el Sabio concedió a Fernando Abdelmán, hijo del rey moro de Baeza. Algún historiador asegura que en la manzana vivieron en el siglo XIII los freires o caballeros de la orden militar de Santiago, de donde procedería la advocación de la actual parroquia del barrio.
En cualquier caso, se confirma que el parcelario actual se definió a finales del siglo XV y principios del XVI. Se sabe que el antiguo Convento de Santa María de los Reyes se asienta sobre lo que en origen fueron unas casas principales pertenecientes a un miembro de la aristocracia judeoconversa de Sevilla y que finalmente se convirtieron en el palacio de los duques de Veragua. La heráldica conservada en tres capiteles del patio y otros restos llevan a datarlo en torno a 1600, por lo que algunos historiadores aseguran que esa parte de la construcción sería el último patio del Renacimiento sevillano. De esas casas palaciegas no sólo se conserva la traza, los muros, los ombúes y el patio de columnas de Génova, sino también los elementos decorativos como fragmentos de azulejos con motivos artísticos y de yeserías góticas y renacentistas.
Entre 1628 y 1635 el complejo fue sede del Tribunal del Santo Oficio sevillano, utilizándose sus instalaciones como cárcel. Ante el abandono de sus propietarios, que se trasladaron a la corte, en 1635 las dominicas descalzas del Convento de Nuestra Señora de los Reyes compraron las casas a los duques de Veragua, asentándose hasta 1970. Este uso religioso es el que ha primado, no obstante el edificio fue también panteón y memoria de dos personajes del barroco sevillano: la Madre Francisca Dorotea y el poeta Juan de Salinas.
La construcción ha experimentado dos ampliaciones: la del siglo XVIII, cuando se construyó la nueva iglesia y se volvió a trazar el claustro conventual; y la de principios del siglo XIX, cuando se adosó el nuevo noviciado a la crujía norte del patio. A las obras del siglo XVIII, de estilo barroco, se asocia el arquitecto Diego Antonio Díaz, uno de los maestros mayores de la ciudad, el alarife Francisco Jiménez Bonilla o el retablista Manuel García de Santiago.
El antiguo Convento de Santa María de los Reyes de Sevilla se distribuye en tres áreas en función de su estado actual. La primera estaría conformada por el área rehabilitada a principios de los 90, en uso actualmente y de máximo interés patrimonial, correspondiente a la zona de la iglesia, coros (alto y bajo) y resto de dependencias de administración y servicio con acceso desde la calle Santiago a través del espacio libre del antiguo compás del convento. La segunda, igualmente de interés patrimonial, pero sin uso debido a su delicado estado general de conservación y falta de dotación de instalaciones.
Esta área se corresponde con el antiguo claustro y dependencias anexas (refectorio, sala capitular, ropería, cocinas, lavaderos...). El tercer ámbito corresponde a las antiguas huertas, que es un espacio libre con determinadas edificaciones con menor interés arquitectónico (antiguas celdas y almacenes). En conjunto, la superficie sobre la que se intervendrá se cuantifica en 2.500 metros cuadrados.
Programa de Rehabilitación del Patrimonio Arquitectónico de Andalucía
El Programa de Rehabilitación del Patrimonio de Interés Arquitectónico es una línea de intervención de la Consejería de Fomento y Vivienda que supone la recuperación de edificaciones que, por su riqueza y sus cualidades arquitectónicas, constituyen un legado que conservar y mejorar.
Este tipo de proyectos, que se suele llevar a cabo en ciudades medias y núcleos rurales, se ejecuta sobre ayuntamientos, cillas, tercias y pósitos, equipamientos públicos y teatros, que gracias a esta acción adquieren nuevas funciones de servicio público.
Para el ejercicio 2015, este programa de intervención sobre el patrimonio arquitectónico e histórico cuenta con una inversión superior a los siete millones de euros, de los cuales 3,7 millones se destinarán a la provincia de Sevilla, donde actualmente están en ejecución, además de los trabajos en el convento, las obras de rehabilitación del Ayuntamiento y Pósito de La Luisiana y del Colegio Ignacio Halcón, en Lebrija. En una fase anterior, concretamente en proyecto, se encuentra la restauración del Ayuntamiento de Écija. En la pasada legislatura se invirtió una partida de 11,2 millones de euros en este capítulo. (Fuente: JA).
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