miércoles, 19 de marzo de 2014

TOROS.- El rejoneador Diego Ventura se reafirma en el trono en la feria de Fallas de Valencia


Diego Ventura se ha reafirmado esta mañana como dueño del trono del rejoneo. Su completa y brillante actuación en la corrida de rejones de Fallas de Valencia ha vuelto a demostrar su supremacía. Cortó dos orejas que pudieron multiplicarse por dos de no fallar con el rejón de muerte. Pero por encima de trofeos queda la sensación de haber visto a un maestro del rejoneo en acción.
La mañana comenzó a un altísimo nivel para él. En su primer toro sacó caballos consolidados de su cuadra y cuajó una soberbia actuación que pudo valerle sobradamente las dos orejas. El premio quedó reducido a una sola por culpa del acero, pero el publico entendió que había visto a un Ventura estratosférico.
Comenzó parando al toro con Maletilla, cogiéndolo muy en corto y doblándose mucho con él, girando el caballo sobre sus cuartos traseros de forma asombrosa. En banderillas comenzó con Nazarí templando hasta el infinito al toro de Bohórquez. Clavó dos grandes banderillas pero lo mejor fueron las galopadas a dos pistas con el toro cosido al estribo que pusieron la plaza en pie.
Ventura siguió apostando fuerte y sacó a Milagro, la yegua reina del quiebro, con la que puso tres palos soberbios. Dos de ellos al paso y uno a pie parado que fue un monumento al toreo puro. Ventura tenía el triunfo en la mano y para rematar su actuación sacó a Colorao para el último tercio. Clavó cortas ligadas y falló dos veces con el rejón de muerte hasta que a la tercera dejó un gran rejonazo que dejó al toro sin puntilla. Primera oreja.
A su segundo lo paró muy templado con Principe y clavó dos rejones de castigo a un toro que tendía a ponerse por delante. En banderillas lo bordó con Oro, galopando de costado con gran temple y metiéndose varias veces por los adentros de forma ajustadísima. Con este caballo, y como maestro del rejoneo que es, corrigió el defecto del toro de querer anticiparse al caballo. En el segundo y tercer palo avanzó a pie cojito, clavando en todo lo alto y haciendo las delicias del público. Con Morante siguió subiendo la emoción de la faena, clavando con mucha verdad y adornándose de la forma que sólo este caballo sabe hacer: mordiendo al toro. Remató su actuación poniendo rosas muy ligadas y hundiendo el rejón de muerte al segundo intento. Cortó una oreja que le abrió la puerta grande en una mañana completísima.

FICHA DEL FESTEJO:
* Plaza de toros de Valencia. Tres cuartos de entrada.
* Toros de Fermín Bohórquez.
* Andy Cartagena, ovación con saludos y silencio
* Diego Ventura, oreja y oreja. 
* Andrés Romero, silencio y silencio. (Fotos: Arjona).

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