SEVILLA F.C., 0; R. C. D. ESPAÑOL, 0.- A pesar del espectacular dominio sevillista durante los primeros cuarenta y cinco minutos de partido, los hombres de Marcelino García no lograron materializar las numerosas oportunidades para golear a un sorprendido y defensivo Español. Bajo la batuta de Juan Antonio Reyes, el cuadro de Nervión tuvo en este periodo una garra extraordinaria y su dominio fue total en todas las zonas del rectángulo de juego. Fuerte en defensa para estar atento a cualquier contragolpe de los periquitos; creativo en el centro del campo, con un Reyes que ponía con astucia balones de oro a los puntas y con una delantera en la que tanto Navas por la derecha y Manu del Moral por la izquierda eran cuchillos afilados que penetraban peligrosamente entre los cuerpos de los defensores catalanes. En esta mágico primer tiempo del once blanco, tanto Reyes, Negredo y Manuel del Moral tuvieron muchas posibilidades de hacer gol en el portal de un multiplicado Casilla, que evitó, con sus buenas manos, que el balón rematado por los leones de Nervión llegarán hasta el fondo de la red visitante.
Desesperación en el equipo sevillista, en el banquillo y en las gradas, pues era del todo inconcebible que el Sevilla, con tantas ocasiones, no hubiese perforado la meta españolista en más de una ocasión. El Español se limitó a defender con uñas y dientes y a superar el sufrimiento con algún que otro escaso contragolpe sin picardía.
Pero a pesar de las oportunidades de gol del cuadro de Marcelino García, el Sevilla se iba al descanso con un injusto resultado de cero-cero. El fútbol es así de rebelde y desesperante y el equipo blanco del Sánchez Pizjuán perdonó de una forma excesiva.
Quedaba aún media vida a este resucitado Sevilla sin fortuna. Otros cuarenta y cinco minutos de juego para la conquista merecida de unos necesarios tres puntos para no quedarse descolgado de los puntos europeos. Marcelino García volvió a tentar la suerte del día del Valencia, relevando a Negredo, infortunado ante el gol, por Kanouté, y sustituyendo a Manu del Moral por Perotti para volver a la carga de la brigada ligera. Sin embargo no funcionó esta vez la pizarra blanca y el Español, por el bajón físico del Sevilla tras la titánica primera parte, se fue adueñando del terreno, para dominar más el cuero, retenerlo en el cuerpo a cuerpo y lanzar, aunque sin chispa, a sus delanteros en busca del zarpazo final.
Sacó el Sevilla fuerzas de su agonía, pero no hubo esta vez, en este segundo periodo de juego, vitamina eficaz para superar los males que están marcando negativamente al equipo y al preparador. Lo intentó Reyes, Kanoute, Perotti, Navas y hasta Luna, pero el cuadro catalán se fue haciendo más fuerte para descuadrar de forma definitiva a los blancos de Nervión.
Difícil situación y complicada papeleta para Del Nido y Monchi sobre el porvenir de Marcelino García, a una semana del partido de la eterna rivalidad. El Sevilla ha perdido ya muchos puntos en esta Liga de nuestros amores y el presidente del club tendrá que tomar una determinación concluyente. El equipo del Sánchez Pizjuán no sabe ganar…
(Foto: Web Liga BBVA).
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