Partidos de sábado sabedete. El Sevilla, a las seis, jugó en Mallorca, y el Real Betis, a las ocho, se enfrentó en casa al Málaga de la Costa del Sol. Ni goles ni fandangos. Los blancos de Marcelino, además, dieron una pobre impresión ante el cuadro que ahora prepara el utrerano Joaquín Caparrós. En la Palmera, los verdiblancos de Pepe Mel buscaron desesperadamente el gol, pero únicamente pudieron atrapar un punto, después de seis derrotas consecutivas.
MALLORCA, 0; SEVILLA F.C., 0.- Aunque el presidente del Sevilla, José María del Nido, quiere que haya un reparto equitativo del dinero de la televisión para estar a la altura del Real Madrid y Barcelona para que no haya una “Liga de dos”, lo cierto es que en lo puramente deportivo, el Sevilla está, en estos momentos, a años luz de madridistas y de blaugranas. Parece mentira que el Sevilla haya ofrecido tan triste espectáculo futbolístico en Mallorca, donde volvió a salvar los papeles un acertadísimo Javi Varas, que hizo una serie de paradas prodigiosas para que su equipo no saliera derrotado del estadio mallorquín. Salvo un tiro de Navas casi a bocajarro y algún lanzamiento desde lejos al portal local, el juego del equipo de Nervión ha sido muy pobre. Con esta manera de desarrollar el fútbol no habrá premio gordo para jugar la Champions o la Liga Europea, aunque en estos momentos el equipo blanco esté clasificado provisionalmente para meterse en el torneo menor.
Pero Marcelino García no encuentra la fórmula mágica para que el Sevilla juegue como hay que jugar si se tiene aspiraciones a colocarse entre los grandes. No perdió en Mallorca porque Javi Varas lo evitó. Pero la imagen del cuadro sevillano ha sido muy negra, ejecutando un fútbol absurdo, sin capacidad ofensiva, sin control en el medio campo y hasta con titubeos defensivos. Triste fue el espectáculo.
No ha perdido en este encuentro –cinco empates fuera de casa--, pero el equipo de Marcelino tiene muy poca chica y hasta escasa limoná…
REAL BETIS, 0; MÁLAGA, 0.- Era un gran reto para los béticos este partido en el Villamarín frente al Málaga, después de las seis derrotas consecutivas. Pepe Mel confiaba en sus hombres –de momento también confía la directiva en el entrenador--, y preparó un plan a, b y p –lo digo por la alineación de Pozuelo--, para sorprender al cuadro de la Costa del Sol. El Betis luchó lo indecible frente a un irregular Málaga, que lo mismo se pierde sobre la yerba que resurge sobre sus propios males.
Curiosamente el mejor del cuadro de Pellegrini fue el ex bético Joaquín, que mantuvo un ritmo trepidante. Sin embargo, el internacional Cazorla estuvo totalmente ausente de las responsabilidades que tiene a su cargo.
Lucharon los béticos con todo su enorme pundonor, destacando la bravura y la codicia del canterano Pozuelo, al que únicamente le faltó el gol para rematar su magistral actuación. Fue una lástima que Rubén Castro y Jorge Molina no estuvieran finos como otras veces, porque ocasiones tuvieron para rematar unas buenas faenas.
Mereció más el Betis que ese empate a cero. Aunque corta la racha negativa de las seis derrotas consecutivas, no es suficiente ese único punto para acabar con la crisis.
Lo más importante de este choque de rivalidad regional ha sido poder contemplar que el Betis tiene buena armadura para seguir avanzando en sus metas y esperanzas.
(Fotos: Webs Sevilla y Real Betis).-
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