viernes, 8 de abril de 2011
OPINIÓN.- ¿Quien es el piquetero?
Me causa mucho dolor todo cuanto sorprendentemente escribe ahora el que se inició en estos menesteres de la letra impresa con la mandanga cofradiera de los tontos de capirote. No cabe la menor duda –ahí están todos los artículos que salen de su cabecita loca que alborota todo lo que toca --, de que este chaval, superprotegido por el clan de la mayonesa, escribe lo que está escribiendo porque cumple fielmente y con el pañuelo para la baba con unas directrices marcadas y fijadas. Un tío que ha llegado a calificar a la ciudad de “Sevilla mediocre” –ABC de 2-2-2010--, no puede sentir jamás cariño y buen amor por nuestra tierra de María Santísima ni por su ciudadanía. Una “madre” jamás dirá que su hijo es feo. Lo defiende a capa y a espada contra vientos y mareas. Pero este fatídico tío que está superconvencido de que parte del mundo le ríe su mala leche, solo sabe cumplir con el triste papel que le han asignado para poder tener las habichuelas aseguradas. El teledirigido panfletero hace encajes de bolillos para fustigar a los que están marcados con una “equis” en la lista de los individuos que han sido considerados como los “malos” de la película, según el director de la película que manda a sus “pesebreros” a la escena política del sofá. Porque aquí no se trata de ofrecer la versión original, sino una representación sesgada y manipulada para poner las cabezas cortadas en la bandeja del grupo que defiende con uñas y dientes. No sé cuantas veces ha llamado con despotismo al alcalde, “Alfredito Buena Gente”. La Casa de Todos los sevillanos, el Ayuntamiento, es para este tuercebotas la “Granja San Francisco”. Tal vez, porque no tendrá los huevos suficientes y necesita los de algunos inquilinos que moran en el edificio de la Plaza Nueva. Para este tío de la bencina azul, con palomas del palomar, el bueno de la película, el Bardem de la dulce Penélope, es Zoido. ¿Pregúntale por lo bajini cómo ejerce su democracia en esta Sevilla de nuestros amores? Y cumpliendo con su papel de monigote manejado por los hilos que mueven este imaginario escenario de la política local, el ínclito tiralevitas hasta se atreve a escribir de “piqueteros”, sin darse da cuenta de que es él quien realiza este único ejercicio desde que se cree el ombligo del mundo. Los “piqueteros” desarrollan su labor en contadas y autorizadas huelgas y manifestaciones. Este dictador de pacotilla lo hace de forma diaria y, a veces, hasta contando con un Plan B, de auténtico bodrio. FERNANDO GELÁN
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