Sevilla F.C., 1; C.A. Osasuna, 0.- Comienza bien el equipo del Sevilla este nuevo año de 2011. Ha costado su trabajito y sus fatiguitas ganar al Osasuna en Nervión, pero el gol de Kanouté vale tres puntos de oro. Parece que al menos se ha roto la racha de derrotas que ya es algo importante. Reapareció Jesús Navas en el once titular, después de su larga ausencia por lesión, y el de Los Palacios fue fundamental para darle al ataque sevillista algo más de contundencia. Lanzó Navas un perfecto balón de falta sobre el área de Ricardo y allí estaba la cabeza del de Malí para sacar petroleo. 1-0, y el que venga atrás que arree.
Bien es verdad que el Sevilla impresionó hasta el gol. Fue gran dominador de la pelea sobre la yerba del Pizjuán y tuvo muchas oportunidades de gol frente a un Osasuna que intentó defenderse con uñas y dientes. Pero antes del descanso, el Sevilla fue quien se llevó el gato al agua y por tanto el guión podía cambiar en la segunda parte.
Gran fútbol no se ha visto entre Sevilla y Osasuna. El cuadro de Manzano sigue sin tener a un hombre que marque el compás en el centro del campo y hay grandes diferencias entre defensas y atacantes. El cuadro de Camacho llegó a Nervión con grandes bajas, aunque luchó lo indecible por alcanzar algo positivo.
La segunda parte de este encuentro fue un tremendo tostón. El Sevilla jugó para no recibir ningún susto y el Osasuna a intentar dar una sorpresa, pero con poca fe y con escasos efectivos. Hubo un juego atolondrado por ambas partes, sin que ninguno de los contendientes se centrara para fijar sus intereses.
El balón rodó más en este segundo periodo por el campo sevillista, pero en el conjunto de Pamplona no había más cera que la que poco ardía. Conformista el Sevilla con el merecido gol de Kanouté, la victoria es un bálsamo para todo cuanto ha de sufrir aún el equipo hasta que termine la Liga. Al menos, con un inocente Osasuna, el cuadro de Manzano ha dado un pasito adelante. Menos da una piedra...
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