TOROS EN SEVILLA.- En la primera corrida de la Feria de San Miguel, El Cid y Luque por encima de los mansos de Alcurrucen
FICHA DE LA CORRIDA:
FERIA DE SAN MIGUEL, 28 FESTEJO DE ABONO. Sábado 25 de septiembre de 2010.
Saltaron albero del coso de la Maestranza seis toros de la ganadería de Alcurrucén, de juego desigual, huidizos, eminentemente mansos y pitados por el público de forma insistente. En especial, el público tocó palmas de tongo y lanzó gritos de fuera, fuera, al sexto morlaco.
Como se sabe, el festejo quedó en un mano a mano entre El Cid y Manuel Luque, por la baja del matador de toros Miguel Ángel Perera.
Manuel Jesús “El Cid”, ovación, ovación y silencio.
Daniel Luque, silencio, silencio y ovación tras aviso.
Casi se cubrió los tendidos y gradas de la Plaza de Toros de Sevilla, con algunos huecos en el sol. Tarde muy calurosa y con ligero viento.
CRÓNICA:
Ya se conoce uno la triste historia. Cuando hay toreros, aunque sean dos, no hay toros. Alcurrucén mandó a Sevilla una mansada espectacular y ningún animal sirvió para que tanto El Cid como Luque se pudieran sacar la espina por no haber logrado un triunfo pleno durante el pasado ciclo de la Feria de Sevilla. Había mucha expectación y deseos por ver al de Salteras, porque El Cid había resurgido y estaba acaparando trofeos por todas las plazas donde actuaba. Por otra parte, ya se sabe la calidad de Daniel Luque, que derrocha arte y sabiduría a espuertas.
Pero nuestro gozo en el pozo de las desgracias taurinas. Alcurrucén mandó un ganado imposible para que los toreros, con enormes ganas de agradar, pudieran sacar partido de unos animales que más bien servían para capeas o los protegidos “correbous” catalanes, que para ver buen toreo a orillas del Guadalquivir.
Mansos de solemnidad de toda la camada que saltó al terreno taurino de la Maestranza. Cansada la gente, decepcionada de forma contundente, saltó ya cuando comprobó el “paquete” de un sexto toro –Ringo-Llano II”, que levantó airadas y prolongadas protestas. Se cansó el público de ver mansos tras mansos y se armó el taco en los tendidos, con palmas de tongo y gritos continuados de “fuera, fuera”. A todo esto, el presidente sólo observó que el “ringo-rango” del morlaco era sólo manso de solemnidad y que el reglamento no especifica nada sobre esta cuestión para poder mandar al toro a los corrales. Aguantó Francisco Teja la bronca y la lidia continuó entre la impotencia y el aguante de gran parte del respetable.
Tanto El Cid como Luque tenían grandes esperanzas de hacer algo grande en Sevilla. El de Salteras ya entusiasmó en el primero, aunque ya se comprobó que el animal no era muy boyante para la lidia. Manuel Jesús se estiró con la capa y brilló en algunos lances y luego con la muleta, a base de insistir, alcanzó tandas de bella factura. Sonó la música, pero “Alcachofito” se fue viniendo abajo y hasta se puso peligroso en la embestida. El Cid liquidó pronto al animal, pero eso de haber ido todo de más a menos no tuvo una rotunda y clara respuesta del público. Hubo fuerte ovación y el torero de Salteras saludó desde los medios.
Volvió a la carga El Cid en el segundo de su lote. “Socarrón” tuvo mejor empaque que sus hermanos, pero tampoco fue una perita en dulce. El torero de Salteras se creció en la muleta, mandado, templando y superando a un mal bicho que pudo controlar dentro de todas las malas posibilidades. Volvió a tocar la música, pues Manuel Jesús dibujó una serie de buenos pases, mimando al animal y pasándole la muleta muy bajita por los hocicos. Las ganas y los deseos de El Cid tuvieron compensación y el público aplaudió con fuerza y jaleó al torero de forma insistente. Aunque hubo un bajón del toro, el de Salteras, antes de entrar a matar, supo sacar provecho de unos artísticos detalles, originando cierta revolución en los tendidos. Hubo una larga y prolongada ovación al torero, que tuvo que saludar nuevamente desde los medios. Premio a la desgracia.
En el tercer toro de su lote, El Cid quiso superar todos los males de una decepcionante corrida. Sin embargo, esta vez le tocó aún el peor animal del festejo, que fue recorriendo todo el anillo sin control y sin que nadie pudiera ponerle freno. Manuel Jesús estuvo inédito con la capa y todo cuanto intentó con la muleta no fue nada positivo. El toro –“Barbero”--, fue un Tancredo que necesitó para mal morir, además de un irregular estoconazo, hasta dos descabellos. Más pitos para los toros de Alcurrucen y silencio para el de Salteras.
Daniel Luque también quiso superar la mansedumbre de los toros y superar el mal fario de la jornada taurina. Pero no estaba la tarde-noche para muchas verbenas. El de Gerena no tuvo fortuna frente a “Ringo-Llano I” –peor que el “Ringo-Llano II”--, porque además hizo soldado al manso. En su segundo, frente a “Alcaparrito”, tampoco estuvo afortunado el torero sevillano. Quiso pero no pudo, aunque sus deseos eran los de agradar a un público con ganas de ver un brillante espectáculo. Hasta el mal puntillero hizo sufrir al animal, pues el toro fue rebelde frente a la muerte.
El sexto de la corrida –tercero del lote de Daniel Luque--, fue machaconamente protestado por el público desde que saltó al ruedo y salió a la plaza desde los chiqueros. Y es que el público esta ya harto de tantos mansos. Resistió el presidente Teja y aunque parecía que el epílogo iba a ser el cuento de nunca acabar, Daniel Luque, con enorme voluntad, valentía y ganas de agradar, superó al “Ringo-Llano II”, y casi lo pone en órbita para, al menos, morir con las botas puestas.
Luque logró que el público se centrara en la pelea del torero con el toro, pues llegó a ofrecer, con forzado temple, algunos detalles de buena torería. Al menos, la gente superó un poco la triste jornada taurina. Todos salimos cabizbajos de la Plaza de Toros de Sevilla, propiedad de la Real Maestranza.
FERNANDO GELÁN
FICHA DE LA CORRIDA:
FERIA DE SAN MIGUEL, 28 FESTEJO DE ABONO. Sábado 25 de septiembre de 2010.
Saltaron albero del coso de la Maestranza seis toros de la ganadería de Alcurrucén, de juego desigual, huidizos, eminentemente mansos y pitados por el público de forma insistente. En especial, el público tocó palmas de tongo y lanzó gritos de fuera, fuera, al sexto morlaco.
Como se sabe, el festejo quedó en un mano a mano entre El Cid y Manuel Luque, por la baja del matador de toros Miguel Ángel Perera.
Manuel Jesús “El Cid”, ovación, ovación y silencio.
Daniel Luque, silencio, silencio y ovación tras aviso.
Casi se cubrió los tendidos y gradas de la Plaza de Toros de Sevilla, con algunos huecos en el sol. Tarde muy calurosa y con ligero viento.
CRÓNICA:
Ya se conoce uno la triste historia. Cuando hay toreros, aunque sean dos, no hay toros. Alcurrucén mandó a Sevilla una mansada espectacular y ningún animal sirvió para que tanto El Cid como Luque se pudieran sacar la espina por no haber logrado un triunfo pleno durante el pasado ciclo de la Feria de Sevilla. Había mucha expectación y deseos por ver al de Salteras, porque El Cid había resurgido y estaba acaparando trofeos por todas las plazas donde actuaba. Por otra parte, ya se sabe la calidad de Daniel Luque, que derrocha arte y sabiduría a espuertas.
Pero nuestro gozo en el pozo de las desgracias taurinas. Alcurrucén mandó un ganado imposible para que los toreros, con enormes ganas de agradar, pudieran sacar partido de unos animales que más bien servían para capeas o los protegidos “correbous” catalanes, que para ver buen toreo a orillas del Guadalquivir.
Mansos de solemnidad de toda la camada que saltó al terreno taurino de la Maestranza. Cansada la gente, decepcionada de forma contundente, saltó ya cuando comprobó el “paquete” de un sexto toro –Ringo-Llano II”, que levantó airadas y prolongadas protestas. Se cansó el público de ver mansos tras mansos y se armó el taco en los tendidos, con palmas de tongo y gritos continuados de “fuera, fuera”. A todo esto, el presidente sólo observó que el “ringo-rango” del morlaco era sólo manso de solemnidad y que el reglamento no especifica nada sobre esta cuestión para poder mandar al toro a los corrales. Aguantó Francisco Teja la bronca y la lidia continuó entre la impotencia y el aguante de gran parte del respetable.
Tanto El Cid como Luque tenían grandes esperanzas de hacer algo grande en Sevilla. El de Salteras ya entusiasmó en el primero, aunque ya se comprobó que el animal no era muy boyante para la lidia. Manuel Jesús se estiró con la capa y brilló en algunos lances y luego con la muleta, a base de insistir, alcanzó tandas de bella factura. Sonó la música, pero “Alcachofito” se fue viniendo abajo y hasta se puso peligroso en la embestida. El Cid liquidó pronto al animal, pero eso de haber ido todo de más a menos no tuvo una rotunda y clara respuesta del público. Hubo fuerte ovación y el torero de Salteras saludó desde los medios.
Volvió a la carga El Cid en el segundo de su lote. “Socarrón” tuvo mejor empaque que sus hermanos, pero tampoco fue una perita en dulce. El torero de Salteras se creció en la muleta, mandado, templando y superando a un mal bicho que pudo controlar dentro de todas las malas posibilidades. Volvió a tocar la música, pues Manuel Jesús dibujó una serie de buenos pases, mimando al animal y pasándole la muleta muy bajita por los hocicos. Las ganas y los deseos de El Cid tuvieron compensación y el público aplaudió con fuerza y jaleó al torero de forma insistente. Aunque hubo un bajón del toro, el de Salteras, antes de entrar a matar, supo sacar provecho de unos artísticos detalles, originando cierta revolución en los tendidos. Hubo una larga y prolongada ovación al torero, que tuvo que saludar nuevamente desde los medios. Premio a la desgracia.
En el tercer toro de su lote, El Cid quiso superar todos los males de una decepcionante corrida. Sin embargo, esta vez le tocó aún el peor animal del festejo, que fue recorriendo todo el anillo sin control y sin que nadie pudiera ponerle freno. Manuel Jesús estuvo inédito con la capa y todo cuanto intentó con la muleta no fue nada positivo. El toro –“Barbero”--, fue un Tancredo que necesitó para mal morir, además de un irregular estoconazo, hasta dos descabellos. Más pitos para los toros de Alcurrucen y silencio para el de Salteras.
Daniel Luque también quiso superar la mansedumbre de los toros y superar el mal fario de la jornada taurina. Pero no estaba la tarde-noche para muchas verbenas. El de Gerena no tuvo fortuna frente a “Ringo-Llano I” –peor que el “Ringo-Llano II”--, porque además hizo soldado al manso. En su segundo, frente a “Alcaparrito”, tampoco estuvo afortunado el torero sevillano. Quiso pero no pudo, aunque sus deseos eran los de agradar a un público con ganas de ver un brillante espectáculo. Hasta el mal puntillero hizo sufrir al animal, pues el toro fue rebelde frente a la muerte.
El sexto de la corrida –tercero del lote de Daniel Luque--, fue machaconamente protestado por el público desde que saltó al ruedo y salió a la plaza desde los chiqueros. Y es que el público esta ya harto de tantos mansos. Resistió el presidente Teja y aunque parecía que el epílogo iba a ser el cuento de nunca acabar, Daniel Luque, con enorme voluntad, valentía y ganas de agradar, superó al “Ringo-Llano II”, y casi lo pone en órbita para, al menos, morir con las botas puestas.
Luque logró que el público se centrara en la pelea del torero con el toro, pues llegó a ofrecer, con forzado temple, algunos detalles de buena torería. Al menos, la gente superó un poco la triste jornada taurina. Todos salimos cabizbajos de la Plaza de Toros de Sevilla, propiedad de la Real Maestranza.
FERNANDO GELÁN
*Aunque ayer ya adelantábamos la noticia, la Empresa Pagés ha remitido esta nota informativa:
NOTA DE PRENSA. EMPRESA PAGÉS
Oliva Soto sustituye a Manzanares en la última corrida de San Miguel
+ El diestro alicantino no se encuentra totalmente recuperado de su lesión en la mano izquierda
La Empresa Pagés comunica que el diestro sevillano Alfonso Oliva Soto será el sustituto de José María Manzanares mañana domingo en la Feria de San Miguel. El torero alicantino todavía no ese encuentra recuperado de la lesión en su mano izquierda, que lo ha apartado de los ruedos temporalmente.
El cartel, por tanto, queda integrado por Morante de la Puebla, Julián López 'El Juli' y Oliva Soto, que lidiarán una corrida de Zalduendo.
El festejo comenzará a las seis de la tarde.
Oliva Soto sustituye a Manzanares en la última corrida de San Miguel
+ El diestro alicantino no se encuentra totalmente recuperado de su lesión en la mano izquierda
La Empresa Pagés comunica que el diestro sevillano Alfonso Oliva Soto será el sustituto de José María Manzanares mañana domingo en la Feria de San Miguel. El torero alicantino todavía no ese encuentra recuperado de la lesión en su mano izquierda, que lo ha apartado de los ruedos temporalmente.
El cartel, por tanto, queda integrado por Morante de la Puebla, Julián López 'El Juli' y Oliva Soto, que lidiarán una corrida de Zalduendo.
El festejo comenzará a las seis de la tarde.
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