FÚTBOL.- Dentro del lío del montepío, el Sevilla sólo pudo empatar a uno con el colista Xerez
Sevilla, 1; Xerez Deportivo, 1.-
Tremendo varapalo. El Sevilla sólo pudo empatar a uno con el colista y además marcó en el minuto sesenta con un gol de penalti dudoso. Se masca la tragedia. El mejor fútbol lo hizo el Xerez, a cuyo equipo le faltó picardía y remate para armar el lío del montepío en Nervión. La carita de Jiménez era de película dantesca. Y Del Nido, en el palco, tal vez buscando el sombrero de la Copa del Rey, que es única salida que le queda para salvar la drástica situación.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Sigue el ambiente caldeado por Nervión. Ya se dan tres perras gordas por la continuidad del técnico Manolo Jiménez, como preparador del Sevilla, que puede durar menos que un pastel en la puerta de un colegio.
Los últimos partidos –sobre todo la eliminación ante el CSKA para seguir en seguir en Champions y la mala imagen en Cornellá--, han puesto en el disparadero la continuidad del de Arahal en el banquillo del club del Sánchez Pizjuán. Hay bastante marejadilla y Del Nido está con la mosca –no la mascota--, detrás de la oreja.
Así que el Xerez de Gorosito se presentaba en el campo sevillano como víctima propiciatoria para acallar todas las voces de protestas, rechazos y debates. Jiménez, después de todos los puntos perdidos en Liga y la eliminación en Champions, aguantaba estoicamente todos los malos comentarios y los amplios revuelos.
El conjunto de la ciudad gaditana es el colista y solamente se aferra a un milagro para salvar el pellejo y continuar en la senda de los grandes elefantes.
El Sevilla afrontaba este choque regional con nuevas bajas y un pírrico nivel de juego y de moral. Los sueños están por los suelos. Palop ya no es el guardameta que salva los encuentros, porque los milagros continuados los hace la Virgen de Lourdes; en la defensa hay altibajos y descontrol; el centro del campo es una viña sin vallar y hasta Kanoute ha perdido presencia, talante y olfato de gol, porque ya a su edad no se puede multiplicar tanto como para enmendar tantos yerros de sus compañeros.
Para mayor INRI, Navas se partió frente al Español; Capel no puede seguir con sus dramas sobre la yerba y el O Fabuloso Fabiano está aún en el dique seco. El Sevilla, por tanto, peor que cuando Jiménez lloraba en Enero porque los africanos se habían ido a su festival futbolero y la enfermería estaba más a tope que las urgencias del Hospital Virgen del Rocío.
Por tanto, ante el colista, la cosa estaba de un drama total. Olía a cadáver la situación. Una afición, además, con garras afiladas. El Sevilla necesitaba con urgencia salir de esa maldita UVI. Porque el “cirujano” Jiménez ha perdido hace tiempo el control del bisturí y de las soluciones mágicas.
Pero el Sevilla volvió a dar la de arena en este partido. Jamás sabía a qué jugaba y, además, mostró un bajón de juego, ideas y talante muy sorprendentes. No hay patrón de juego en el equipo de Jiménez. El equipo jerezano pudo dar unos cuantos sustos en el primer tiempo, pero no le favoreció la suerte en el remate. En el cuadro de Nervión estaba nervioso hasta Palop. En ningún momento, el Sevilla podía superar a los vivos jugadores de la ciudad gaditana, que presionaban de una forma justa y constante. Además, con el infortunio de lesiones importantes sobre la yerba.
Ni una jugada de gol positiva del Sevilla en el primer tiempo. Siempre por delante en el juego el cuadro de Gorosito, porque el Sevilla está roto y descalabrado. Jiménez, aunque ya estaba en el campo Kanouté, no supo arreglar los entuertos. En un penalti dudoso, el de Mali marcó desde los once metros, en el minuto 62. Pese a este resultado favorito, el once de Jiménez seguía dando una lamentable imagen. Los jugadores del Xerez erán los más listos, los que armaban mejor fútbol en el centro del campo y los que más llegaban al cerco de Palop. A los jerezanos les faltó remate y picardía para sacar provecho de su dominante situación.
Fue tanto el cántaro visitante a la fuente, que en los minutos finales, ya cerca de los de descuento, llegó el empate. Este resultado repartía justicia en este choque. El cuadro de Jerez merecía algo más, pero al menos encontró un premio de consolación.
Puede que Jiménez esté ya en la picota. El Sevilla puede quedar fuera hasta de los puestos de UEFA cuando acabe esta jornada. La afición sevillista no sabía si protestar por el juego de su equipo o por la debilidad del técnico. Este empate es duro –ha hecho daño--, para un Sevilla que quería pelear hasta por el campeonato de Liga. Es posible que en poco tiempo se tomen medidas sobre el futuro de Jiménez. El equipo de Nervión está en la peor cuesta abajo. El futuro es bastante complicado. Jiménez ha perdido ya todos los papeles y se necesita con urgencia un revulsivo. Porque lo más grave del resultado de este partido entre el Sevilla y el colista es que el Xerez pudo e hizo méritos para ganar. Y eso no se puede permitir. Ya se acumulan muchas jornadas, peligro, peligro, sin ganar ni dentro ni fuera. son ya siete varapalos seguidos.
Sevilla, 1; Xerez Deportivo, 1.-
Tremendo varapalo. El Sevilla sólo pudo empatar a uno con el colista y además marcó en el minuto sesenta con un gol de penalti dudoso. Se masca la tragedia. El mejor fútbol lo hizo el Xerez, a cuyo equipo le faltó picardía y remate para armar el lío del montepío en Nervión. La carita de Jiménez era de película dantesca. Y Del Nido, en el palco, tal vez buscando el sombrero de la Copa del Rey, que es única salida que le queda para salvar la drástica situación.
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar. Sigue el ambiente caldeado por Nervión. Ya se dan tres perras gordas por la continuidad del técnico Manolo Jiménez, como preparador del Sevilla, que puede durar menos que un pastel en la puerta de un colegio.
Los últimos partidos –sobre todo la eliminación ante el CSKA para seguir en seguir en Champions y la mala imagen en Cornellá--, han puesto en el disparadero la continuidad del de Arahal en el banquillo del club del Sánchez Pizjuán. Hay bastante marejadilla y Del Nido está con la mosca –no la mascota--, detrás de la oreja.
Así que el Xerez de Gorosito se presentaba en el campo sevillano como víctima propiciatoria para acallar todas las voces de protestas, rechazos y debates. Jiménez, después de todos los puntos perdidos en Liga y la eliminación en Champions, aguantaba estoicamente todos los malos comentarios y los amplios revuelos.
El conjunto de la ciudad gaditana es el colista y solamente se aferra a un milagro para salvar el pellejo y continuar en la senda de los grandes elefantes.
El Sevilla afrontaba este choque regional con nuevas bajas y un pírrico nivel de juego y de moral. Los sueños están por los suelos. Palop ya no es el guardameta que salva los encuentros, porque los milagros continuados los hace la Virgen de Lourdes; en la defensa hay altibajos y descontrol; el centro del campo es una viña sin vallar y hasta Kanoute ha perdido presencia, talante y olfato de gol, porque ya a su edad no se puede multiplicar tanto como para enmendar tantos yerros de sus compañeros.
Para mayor INRI, Navas se partió frente al Español; Capel no puede seguir con sus dramas sobre la yerba y el O Fabuloso Fabiano está aún en el dique seco. El Sevilla, por tanto, peor que cuando Jiménez lloraba en Enero porque los africanos se habían ido a su festival futbolero y la enfermería estaba más a tope que las urgencias del Hospital Virgen del Rocío.
Por tanto, ante el colista, la cosa estaba de un drama total. Olía a cadáver la situación. Una afición, además, con garras afiladas. El Sevilla necesitaba con urgencia salir de esa maldita UVI. Porque el “cirujano” Jiménez ha perdido hace tiempo el control del bisturí y de las soluciones mágicas.
Pero el Sevilla volvió a dar la de arena en este partido. Jamás sabía a qué jugaba y, además, mostró un bajón de juego, ideas y talante muy sorprendentes. No hay patrón de juego en el equipo de Jiménez. El equipo jerezano pudo dar unos cuantos sustos en el primer tiempo, pero no le favoreció la suerte en el remate. En el cuadro de Nervión estaba nervioso hasta Palop. En ningún momento, el Sevilla podía superar a los vivos jugadores de la ciudad gaditana, que presionaban de una forma justa y constante. Además, con el infortunio de lesiones importantes sobre la yerba.
Ni una jugada de gol positiva del Sevilla en el primer tiempo. Siempre por delante en el juego el cuadro de Gorosito, porque el Sevilla está roto y descalabrado. Jiménez, aunque ya estaba en el campo Kanouté, no supo arreglar los entuertos. En un penalti dudoso, el de Mali marcó desde los once metros, en el minuto 62. Pese a este resultado favorito, el once de Jiménez seguía dando una lamentable imagen. Los jugadores del Xerez erán los más listos, los que armaban mejor fútbol en el centro del campo y los que más llegaban al cerco de Palop. A los jerezanos les faltó remate y picardía para sacar provecho de su dominante situación.
Fue tanto el cántaro visitante a la fuente, que en los minutos finales, ya cerca de los de descuento, llegó el empate. Este resultado repartía justicia en este choque. El cuadro de Jerez merecía algo más, pero al menos encontró un premio de consolación.
Puede que Jiménez esté ya en la picota. El Sevilla puede quedar fuera hasta de los puestos de UEFA cuando acabe esta jornada. La afición sevillista no sabía si protestar por el juego de su equipo o por la debilidad del técnico. Este empate es duro –ha hecho daño--, para un Sevilla que quería pelear hasta por el campeonato de Liga. Es posible que en poco tiempo se tomen medidas sobre el futuro de Jiménez. El equipo de Nervión está en la peor cuesta abajo. El futuro es bastante complicado. Jiménez ha perdido ya todos los papeles y se necesita con urgencia un revulsivo. Porque lo más grave del resultado de este partido entre el Sevilla y el colista es que el Xerez pudo e hizo méritos para ganar. Y eso no se puede permitir. Ya se acumulan muchas jornadas, peligro, peligro, sin ganar ni dentro ni fuera. son ya siete varapalos seguidos.
Manolo Jiménez, tras este traspiés, manifestó al final del choque que como sevillista "está jodido". Incluso ha dicho el técnico que si con su cese se arregla la situación "yo forzaría mi cese".
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