También hubo tercera corrida de Feria de Abril, suspendida en la Plaza de Toros de la Real Maestranza. Como se sabe, los festejos anunciados para el martes y miércoles pasado no se pudieron celebrar por las intensas lluvias, que han provocado la alerta naranjas desde el pasado lunes, día 7. Para este jueves, el tiempo de lluvias, aunque con irregularidad, había mejorado bastante. Hubo sol por la mañana, pero nubarrones y agua con ligeras intermitencias por la tarde, Pero la plaza del Baratillo se abrió a los espectadores y los tendidos y gradas se cubrieron con un público con ganas de toros. Antes de la corrida, una cuadrilla de obreros estuvieron arreglando el piso de la plaza, cubriendo con albero las zonas más afectadas por el agua. Pero minutos antes de las seis y media volvió a llover y el ruedo quedó visiblemente embarrado. Por el callejón circuló un empleado de la plaza con una pizarra en la que se decía que la corrida se aplazaba media hora. Los toreros --Salvador Vega, Salvador Cortés y Daniel Luque--, acompañados de sus respectivas cuadrillas y del presidente de la plaza, Antonio Pulido, comprobaron el estado de piso del coso taurino sevillano. Sin embargo, la autoridad competente, y con tiempo ya más bonancible y casi con sol, mandó a preparar una nueva pizarra en la se informaba al respetable de la suspensión definitiva de la corrida. El empleado, con el cartel y acompañado de tres policías, recorrió nuevamente todo el callejón desde el patio de cuadrillas hasta volver al mismo lugar de partida. El público comenzó a protestar y a lanzar almohadillas. Los tres espadas se situaron en el centro de la plaza, disconformes con la decisión tomada por el presidencia de la plaza y dispuestos a torear. Pero la decisión gubernativa estaba ya formalizada y no había vuelta atrás. Tres policías nacionales salieron al centro de la plaza para convencer a los diestros de su actitud, para que abandonarán el redondel, mientras los espectadores aplaudían a los matadores. La polémica y el escándalo estaban servidos. Posteriormente, en la capilla de la Maestranza, Salvador Vega, Salvador Cortés y Daniel Luque improvisaron una rueda de prensa para manifestar que ninguno de los tres toreros habían tenido intención de crear un altercado público y, mucho menos. ir en contra de la decisión tomada por el presidente del coso taurino. Sin embargo, tanto Vega, como Cortés y Luque, que estaban dispuestos a jugarse la vida ante los toros de Alcurrucén y los elementos, manifestaron que faltó entendimiento entre ellos y el presidente: "Se tomó el acuerdo de esperar media hora y así fue anunciado en el tablón que recorrió la plaza --afirmaron los toreros afectados--, pero cuando faltaban diez minutos para que se cumpliera el tiempo pactado se confeccionó otra pizarra con la suspensión definitiva de la corrida, sin tener noticias de ello y sin que nos consultaran". Tristes, derrotados y muy afectados moralmente, los tres toreros casi con lágrimas en los ojos, vieron que por precipitación y falta de entendimiento no pudieron llevar a cabo su deseada actuación, con todas las ilusiones que para ellos representaba torear en Feria en la Real Maestranza de Sevilla. Se barajó la posibilidad de aplazar el festejo para la mañana de éste sábado 12 de abril, pero no se llegó a concretar nada. El festejo había sido suspendido de forma tajante y no había otra solución alternativa.
No se sabe, cuando se oficie el acta que firmaron los toreros, si habrá sanción económica para los tres espadas. Esperemos que haya cordura. La Junta de Andalucía ha abierto expediente para valorar los hechos y el presidente de la plaza, Antonio Pulido, ha presentado su dimisión.
ÚLTIMA HORA: La delegación del Gobierno Andaluz ha cesado como presidente de la Plaza de Toros de Sevilla a Antonio Pulido, después de los altercados de la tercera corrida suspendida. Demetrio Pérez, responsable de la Junta de Andalucia para la coordinación de estos espectáculos públicos, ha sido quien ha decretado el cese de Antonio Pulido. La Junta de Andalucía ha distribuido una nota de prensa informando sobre todas las incidencias de la suspensión y los posteriores altercados.
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