En el transcurso de la Solemne Misa Estacional celebrada en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores del Cerro del Águila, en Acción de Gracias por su LXXV Aniversario fundacional, el Arzobispo de Sevilla, Monseñor Asenjo Pelegrina, atendiendo a la petición formulada en tal sentido por el Consejo Pastoral con ocasión de tan significativa y destacada efeméride de la historia de esta Comunidad Parroquial, ha anunciado en el transcurso de su homilía la celebración de una procesión letífica extraordinaria de su Titular, que tendrá lugar, por las calles de la feligresía en la tarde del próximo 15 de septiembre, festividad litúrgica de Nuestra Señora de los Dolores.
Con esta salida de la Virgen de los Dolores, que recorrerá las calles del barrio sevillano, la Parroquia pondrá el broche de oro al programa de cultos y actos celebrados a lo largo de estos próximos meses con ocasión de tan señalada efeméride, iniciado en el día de hoy en el que se cumplen exactamente setenta y cinco años de la firma del decreto del entonces Arzobispo de Sevilla, Cardenal Segura y Sáenz, por el que fue creada la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. El prelado hispalense, además, solicitará al Papa Francisco una bendición especial.
LA GRAN EFEMÉRIDE DE LA PARROQUIA DE LOS DOLORES DEL CERRO
Informa la Hermandad de los Dolores del Cerro del Águila, que tras más de dos décadas formando parte de la demarcación de la lejana Parroquia de San Bernardo, su fundación constituyó, sin duda, un hito en la historia colectiva del barrio con la que los vecinos veían cómo se reconocía por la Autoridad Eclesiástica su específica entidad dentro de la Archidiócesis. Con ella nacía además la que durante décadas fue la única institución representativa y aglutinadora del quehacer diario de sus habitantes, a quienes en aquellos difíciles primeros años de su historia,por sí misma o a través de las dos hermandades fundadas en los primeros años de vida parroquial (la Sacramental y la de Gloria), ayudó no solo con el auxilio espiritual propio de su instituto sino, también, con su colaboración material y económica, necesaria para sobrellevar las difíciles circunstancias sociales de la España de mediados del siglo XX.
Ya desde estos primeros momentos fue la devoción y el amor a Nuestra Señora de los Dolores el “hilo conductor” de la historia del Cerro del Águila: la Parroquia fue así intitulada en su decreto de erección al recoger el título de la capilla que había sido bendecida el 6 de junio de 1926 por el Cardenal Ilundáin y Esteban, levantada por nuestra Archidiócesis como primer templo de nuestro barrio para la atención espiritual de sus vecinos en los primeros momentos de su poblamiento, allá por la década de los veinte del pasado siglo XX. Nuestra Madre Dolorosa ya estuvo presente en aquella primera eucaristía celebrada hace más de nueve décadas… Fue ante la primera imagen bendita de la Santísima Virgen de los Dolores, primera titular de la primera iglesia del Cerro del Águila, cuando al celebrar la santa misa el Cardenal afirmó durante su homilía que “en aquel barrio apartado y lleno de dolores, la iglesia (…) levantada bajo la advocación de la Virgen de los Dolores significaba el consuelo eficaz de las penalidades de sus moradores”.
Unas palabras pronunciadas en aquella humilde y austera capilla que sin duda constituyeron la génesis de la devoción a la Santísima Virgen de los Dolores en el barrio y que pasados diecisiete años, el 15 de septiembre de 1943, apenas nueve meses después de la erección de la Parroquia, volvieron a verse plasmadas en aquella primera eucaristía solemne celebrada con ocasión de la festividad litúrgica de su titular y también en las calles del Cerro con ocasión de la primera procesión parroquial de su Titular el domingo 19 de septiembre. Con ello, la Parroquia recogía así no sólo el título sino también la profunda devoción popular que ya profesaban los vecinos del Cerro a Nuestra Señora de los Dolores desde hacía más de tres lustros.
Esta profunda devoción mariana, nacida como vemos en y con El Cerro del Águila, fue así el germen de nuestra Parroquia, y tras muchas vicisitudes históricas sigue siendo más de nueve décadas después el “consuelo eficaz” de todos sus vecinos… Así lo reconoció la Iglesia de Sevilla el 15 de septiembre de 2002 con la coronación canónica de la Santísima Virgen de los Dolores, en su barrio y en su Parroquia, recogiendo en su rescripto concesorio todo su sentido histórico y espiritual: “El Cerro del Águila ha tenido desde sus orígenes un hilo conductor de su historia, la devoción, el amor a Nuestra Señora de los Dolores”. Sin duda, no pudo ser mejor símbolo de esta indisoluble unión de la Parroquia con la devoción a la Santísima Virgen el hecho de que Su Coronación Canónica se celebrase en la misma ceremonia litúrgica que la Dedicación del nuevo templo parroquial.
En tan significativa y grande efeméride para la vida de la Comunidad Parroquial, en los que agradecen a Dios todos los bienes y frutos espirituales obtenidos a lo largo de estos primeros setenta y cinco años de historia de la feligresía en los que sin duda Ella ha sido la Maternal y Celestial Intercesora, la Archidiócesis de Sevilla ha querido concluir así la conmemoración de estos primeros setenta y cinco años de vida de la Parroquia, bendiciendo con una procesión letífica extraordinaria de su Titular las calles del barrio del que la Santísima Virgen de los Dolores es Madre, Reina y Patrona desde sus orígenes. (Fotos: HDCA).
Ya desde estos primeros momentos fue la devoción y el amor a Nuestra Señora de los Dolores el “hilo conductor” de la historia del Cerro del Águila: la Parroquia fue así intitulada en su decreto de erección al recoger el título de la capilla que había sido bendecida el 6 de junio de 1926 por el Cardenal Ilundáin y Esteban, levantada por nuestra Archidiócesis como primer templo de nuestro barrio para la atención espiritual de sus vecinos en los primeros momentos de su poblamiento, allá por la década de los veinte del pasado siglo XX. Nuestra Madre Dolorosa ya estuvo presente en aquella primera eucaristía celebrada hace más de nueve décadas… Fue ante la primera imagen bendita de la Santísima Virgen de los Dolores, primera titular de la primera iglesia del Cerro del Águila, cuando al celebrar la santa misa el Cardenal afirmó durante su homilía que “en aquel barrio apartado y lleno de dolores, la iglesia (…) levantada bajo la advocación de la Virgen de los Dolores significaba el consuelo eficaz de las penalidades de sus moradores”.
Unas palabras pronunciadas en aquella humilde y austera capilla que sin duda constituyeron la génesis de la devoción a la Santísima Virgen de los Dolores en el barrio y que pasados diecisiete años, el 15 de septiembre de 1943, apenas nueve meses después de la erección de la Parroquia, volvieron a verse plasmadas en aquella primera eucaristía solemne celebrada con ocasión de la festividad litúrgica de su titular y también en las calles del Cerro con ocasión de la primera procesión parroquial de su Titular el domingo 19 de septiembre. Con ello, la Parroquia recogía así no sólo el título sino también la profunda devoción popular que ya profesaban los vecinos del Cerro a Nuestra Señora de los Dolores desde hacía más de tres lustros.
Esta profunda devoción mariana, nacida como vemos en y con El Cerro del Águila, fue así el germen de nuestra Parroquia, y tras muchas vicisitudes históricas sigue siendo más de nueve décadas después el “consuelo eficaz” de todos sus vecinos… Así lo reconoció la Iglesia de Sevilla el 15 de septiembre de 2002 con la coronación canónica de la Santísima Virgen de los Dolores, en su barrio y en su Parroquia, recogiendo en su rescripto concesorio todo su sentido histórico y espiritual: “El Cerro del Águila ha tenido desde sus orígenes un hilo conductor de su historia, la devoción, el amor a Nuestra Señora de los Dolores”. Sin duda, no pudo ser mejor símbolo de esta indisoluble unión de la Parroquia con la devoción a la Santísima Virgen el hecho de que Su Coronación Canónica se celebrase en la misma ceremonia litúrgica que la Dedicación del nuevo templo parroquial.
En tan significativa y grande efeméride para la vida de la Comunidad Parroquial, en los que agradecen a Dios todos los bienes y frutos espirituales obtenidos a lo largo de estos primeros setenta y cinco años de historia de la feligresía en los que sin duda Ella ha sido la Maternal y Celestial Intercesora, la Archidiócesis de Sevilla ha querido concluir así la conmemoración de estos primeros setenta y cinco años de vida de la Parroquia, bendiciendo con una procesión letífica extraordinaria de su Titular las calles del barrio del que la Santísima Virgen de los Dolores es Madre, Reina y Patrona desde sus orígenes. (Fotos: HDCA).
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