Llegaron los toros de Victorino Martín al Coso del Baratillo. Los aficionados estaban pendientes de este festejo porque recuerdan que el pasado año, en una corrida de la Feria, se indultó a “Cobradiezmos”. Un toro del hierro de Victorino que lidió el diestro Manuel Escribano. Se hacía historia en la Maestranza sevillana, tras el novillo “Laborioso” y el toro “Arrojado”, en festejos celebrados en épocas más recientes.
Por tanto, la expectación era grande. Además, el ambiente ferial ya estaba cargado, porque esta noche, cuando llegue las 0,00 del 30 de abril, se iluminaran las calles de todo el Real de la Feria de Sevilla, después del tradicional "pescaíto" en las casetas del Real de Los Remedios. Y habrá ya sevillanas y bulla, farolillos y ambiente en las casetas, y los toros en ese programa bien preparado por la Empresa Pagés, para que no falte ni una figura de la tauromaquia. Este sábado 29 de abril de 2017 formaron en el cartel Antonio Ferrera, Manuel Escribano y Paco Ureña.
En este festejo hubo una serie de detalles muy especiales. Durante el paseíllo, la Banda del Maestro Tejera interpretó el pasodoble "Manolete", en conmemoración del setenta aniversario de su muerte y los cien años del nacimiento del torero cordobés, muy querido en Sevilla. Por otra parte, Antonio Ferrera, en el segundo de su lote, invitó al subalterno de su cuadrilla, José Manuel Montoliú, a participar en el tercio de banderillas, en homenaje y en recuerdo del padre del banderillero, el recordado Montoliú, que fue cogido mortalmente en la Plaza de Toros de la Maestranza sevillana el 1 de mayo de 1992.
La corrida, que fue espectacular y llena de emociones, duro tres horas. El paseíllo se inició a las seis y media de la tarde y los diestros volvían al patio de cuadrillas pasadas las nueves y media de la noche.
CRÓNICA DE FERNANDO GELÁN
Brillante corrida. Llena de emociones. Los aficionados gozaron con todo lo que contempló en el ruedo maestrante. Arte, poder, inteligencia, astucia, picardía, valor y entrega. Los tres toreros, Ferrera, Escribano y Ureña, se dejaron la piel ante los “victorinos”. La corrida duró tres horas, pero el público siguió con atención y con fuertes latidos en el corazón todo cuanto se desarrolló en el Coso del Baratillo. Allí no se movió nadie. Atento a las jugadas creadas por tres toreros que muchas veces se jugaron la cornada. Además, fue jornada de muchas emociones, con el pasodoble dedicado a las banderillas y el gran gesto de Ferrera de invitar a José Manuel Montoliú a que en este tercio colocara unas banderillas en homenaje y en recuerdo de su padre que murió corneado por un toro en esta Plaza de la Real Maestranza hace 25 años. Tarde-noche de gala. Tarde-noche de lujo. Tarde-noche de profundas emociones. Y el Coso del Arenal a reventar. Y hubo sol. Se fueron los paraguas, los chubasqueros. Espectacular la Maestranza en esta esperada corrida.
OREJA PARA ANTONIO FERRERA
Ferrera estaba con ganas de demostrar todo ese toreo profundo que lleva dentro. Y se lució en el primero de su lote, “Escusano”, de 504 kilos, con el capote. El diestro estaba entregado, atento y con unos deseos enormes de ofrecer arte y calidad. Dibujó preciosos lances. En este toro, Ferrera y Escribano compartieron los palos en el tercio de las banderillas. El segundo par que colocó Ferrera por los adentros corrió un profundo riesgo. Con la muleta, el torero estuvo firme, lidió con pasión y con enorme inteligencia. Pero después de realizar unas series, el toro no fue tan vivo. Además el viento era molesto. A pesar de las constantes citas de Ferrera, el Victorino se fue apagando. El torero se arrimó, tocó la piel del toro a cada intento, pero tuvo que coger la espada de matar. Pinchazo y estocada. Ferrera saludó desde el tercio a la gran ovación.
Ya en el segundo toro, “Platino”, de 570 kilos, Ferrera armó el taco. El diestro ejecuto intensos y apretados lances con el capote. El morlaco derribó al caballo y al picador en la primera puya, queriendo demostrar su enorme codicia. En banderillas, Ferrera invitó a José Manuel Montoliú a compartir este tercio para rendir homenaje al recordado Manuel Montoliú que fue corneado de muerte en este ruedo del Arenal de Sevilla. Tras colocar las banderillas, Ferrera y José Manuel Montoliú miraron al cielo y se dieron un fuerte abrazo. Con la muleta, ante “Platino”, Ferrera tuvo serenidad y paciencia. El diestro ejecutó una serie de pases con dominio, aunque el de Victorino Martín se revolvía en la pelea. El toro buscó el cuerpo del torero, pero el lidiador, con valentía, se impone. La pelea taurina sobre el albero fue complicada. Pero la entrega de Ferrera fue total y le gana la partida a “Platino”. Ferrera se crece, domina, torea con valor y desarrollas todas sus buenas estrategias. Se arrodilla para marcar el ritmo. Se lució en una serie por naturales. Y sonó la música de Tejera. Hay emoción a raudales. El pitón derecho roza el cuerpo del torero. Y la faena cobró una gran dimensión. Suena un aviso, pero es pura anécdota. Ferrera mató de estocada trasera. El toro tardó en caer. El diestro estaba preparado para descabellar, pero “Platino” cayó con la estocada. Hubo oreja para el valiente matador.
LOS GRANDES DESEOS DE MANUEL ESCRIBANO
Llegó Escribano a esta corrida en la Maestranza con los laureles de la faena ante “Cobradiezmos” de la misma ganadería. La mente del torero estaba fija en volver a repetir aquella hazaña taurina. Recibió el torero de Gerena al primero de su lote, “Migrañito”, de 542 kilos, a portagayola. El toro presentaba sus dificultades. En el tercio de banderillas, Escribano invitó a Ferrera a compartir los palos. El de Gerena colocó un par citando desde el estribo de la barrera. Muleta en mano, el de Victorino no estaba para muchos líos. Se paró y complicó toda la lidia que quería desarrollar Escribano. Ante tantas dificultades, el torero sevillano tomó la decisión de dar fin a la faena. Mató de dos pinchazos, estocada y varios descabellos.
En el segundo de su lote, Manuel Escribano quiso romper ante el de Victorino para poder triunfar nuevamente en el Coso del Baratillo. El de Gerena, esta vez, fue el único protagonista en el tercio de banderillas. Colocó cuatro pares, porque en el tercero, que esperó al toro sentado en el estribo, se le escaparon los palos. Con la muleta, Escribano, ante “Mudéjar”, de 529 kilos, ejecutó unas series templadas por la derecha. Toreó Escribano con temple y estuvo siempre entregado y dominador. Sonó la música. Tiró del toro y tuvo transmisión toda la lidia. “Mudéjar” fue un noble animal, con casta, que permitió el lucimiento del sevillano. Pases por la espalda, doblones y remates finales de bella factura. Escribano falló con la espada para alcanzar un merecido premio. Mató de estocada desprendida. Hubo aviso y tuvo que descabellar varias veces. La afición pidió la oreja, pero todo quedó en un saludo para agradecer las ovaciones.
OREJA PARA PACO UREÑA
Comenzó Ureña ejecutando buenas verónicas al primero de su lote. “Vencejo”, de 565 kilos, tenía buena planta. Con la muleta, el diestro murciano citó por la derecha y luego por la izquierda, para poder centrar el juego ante el toro. Tras unas primeras dudas, “Vencejo” comenzó a responder con bastante calidad. Y Ureña realizó una serie de muletazos con temple y con pausa para mantener bien el ritmo. El toro se revolvía, pero Ureña luchó con valentía para lograr salir del atolladero. Poco a poco, la faena fue creciendo. El diestro se luce con una serie de derechazos y hay más acoplamiento en la lidia. Ureña ejecutó naturales muy profundos, con calidad, dominio y temple. “Vencejo” vuela en el Coso del Arenal. Y sonó la música. Ureña mató de buena y efectiva estocada. El torero se ganó bien el premio de la oreja por su entrega y su valentía.
En el segundo de su lote, en el sexto de la corrida, Ureña no encontró el toro ideal para soñar con nuevos trofeos. Ante “Margarito”, de 544 kilos, Ferrera se lució con unas templadas chicuelinas. Ureña, ya con la muleta, ejecutó unos doblones con rodilla en el Alberto. Toreó sin zapatillas para dar unos naturales suaves y rematar con el pase de pecho. Pero “Margarito”, que no estaba para muchos trotes, enganchó al torero por la taleguilla. Mirón y parado, el de Victorino buscó más el cuerpo del torero que la muleta. Todo fue imposible para Ureña que, además, necesitó de varios pinchazos, medias estocadas y numerosos descabellos para matar a “Margarito”.
Y así finalizó la corrida de Victorino Martín. El festejo duró tres horas de festejo. Pero el tiempo pareció corto porque hubo emoción en la plaza, entrega de los diestros, orejas y toros con casta y bravura.
FICHA DEL FESTEJO:
Se lidiaron reses de la ganadería de Victorino Martín. Los mejores fueron el tercero, cuarto y quinto. Bien presentados, muchos dieron un bueno juego y enorme emoción a la corrida.
* Antonio Ferrera, ovación con saludos desde el tercio en el primero y oreja en el segundo de su lote
* Manuel Escribano, silencio en el primero, y petición de oreja, pero solo hubo saludos desde el tercio para responder a las fuertes y prolongadas ovaciones.
* Paco Ureña, oreja en el primero y silencio.
Incidencias:
Se celebró en la Maestranza de Sevilla la sexta corrida del abono de la temporada. Lleno en el Coso del Baratillo. En la lidia recibieron avisos los diestros, Ferrera, en el toro de la oreja, y Escribano, cuando lidiaba el segundo de su lote. (Fotos: Toromedia).
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