Finalizó el ciclo taurina de Feria en la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Sevilla. Salieron desde los chiqueros seis toros de la ganadería de Miura y uno del Conde de la Maza, porque fue devuelto a los corrales el tercer toro de la tarde, que correspondía a José Luis Moreno. El diestro Rafael Rubio 'Rafaelillo' ha dado la única vuelta
al ruedo. El matador murciano realizó una faena
interesante que pudo haber terminado en triunfo, pero falló con la espada. José
Luis Moreno y Serafín Marín se fueron de vacío al no tener reses aptas para el
lucimiento. Moreno sufrió varias volteretas y una fuerte cogida, que por fortuna no han tenido graves consecuencias
graves. Pero el drama se extendió por toda la plaza.
Se lidiaron en esta décimo octavo festejo del ciclo de Feria --19º del abono de temporada--, cinco toros de Miura, bien
presentados y de escaso juego excepto el quinto, y un sobrero de los Herederos Conde de la Maza, complicado.
* José Luis Moreno, ovación y
ovación.
* Rafaelillo, ovación y vuelta al ruedo, con leve petición.
* Serafín Marín,
silencio y silencio.
Hubo casi tres cuartos de entrada y llovió durante el festejo. Al torero José Luis Moreno, en varios momentos de la lidia en el segundo de su lote, recibió varias volteretas y, sobre todo, se salvó milagrosamente de graves cornadas cuando entró varias veces a matar. El torero fue a la enfermería de la Plaza al finalizar la corrida y el parte médico fue el siguiente: “Contusión en mano izquierda donde refiere fractura reciente en
cuarto metacarpiano. Se aplica antinflamatorio tópico y vendaje. Se aconseja
estudio radiológico. Pronóstico: Leve”. El parte fue firmado por el doctor. Octavio
Mulet Zayas.
La corrida de Miura que cerró la feria
tuvo como principal contenido la faena que Rafaelillo le hizo al quinto de la
tarde, el toro más noble y de mejor comportamiento de la corrida de Zahariche.
La espada privó al diestro murciano de premio, por lo que tuvo que conformarse
con la vuelta al ruedo. Sus compañeros de cartel tampoco tocaron
pelo.
José Luis Moreno se las vio con un primer toro de Miura que no
humilló nunca y que fue empeorando en su comportamiento, orientándose cada vez
más. Moreno lo intentó por ambos pitones pero su labor no pudo trascender dada
la sosa embestida de su enemigo. Con todo, fue una digna actuación. Mató de
estocada y fue ovacionado.
El cuarto tuvo las fuerzas muy justas y
embistió un tanto a la defensiva en la muleta. Llevaba la cara suelta y a Moreno
le costaba sacar los muletazos limpios. Cuando apuraba los últimos momentos fue
volteado de forma espectacular, pero por fortuna sin daño. De nuevo fue prendido
al entrar a matar sin más daño que el fuerte golpe. Fue
ovacionado.
Rafaelillo toreó bien de capa a su primer toro, con entrega y
vibración. Brindó al público la faena y se encontró con un 'miura' que perdía
las manos constantemente, como si se hubiera lastimado. El animal se quedó muy
corto por los dos pitones por esa falta de fuerza e imposibilitó el lucimiento.
Sólo pudo robarle algunos muletazos por el pitón izquierdo. Mató de estocada y
descabello.
Rafaelillo protagonizó un recibo de capa muy emocionante en
el quinto, iniciado con dos largas cambiadas de rodillas. Su esfuerzo en este
tercio fue premiado con una gran ovación. Pronto se apreció que el toro iba a
ser el más noble y manejable de la corrida de Miura y el torero murciano lo
aprovechó para hacerle una faena inteligente basada en la mano derecha.
Rafaelillo llegó a dar muletazos con gusto e hizo sonar la música. Habría sido
faena de premio de no fallar con la espada. Vuelta al ruedo.
El tercero
fue devuelto y en su lugar salió un sobrero del Conde de la Maza que fue
duramente castigado en el caballo. Un espontáneo saltó al ruedo y llegó al toro
con una chaqueta en la mano, pero fue reducido con rapidez. El toro pronto
demostró en la muleta que no tenía ni un pase por el derecho y por el izquierdo
también se revolvía, aunque Serafín Marín le pudo dar algunos naturales sueltos.
Mató de estocada desprendida y hubo silencio.
Serafín Marín cerró la
tarde con un toro que se quedaba corto al que con buena voluntad pudo darle
algunos derechazos. Cuando cogió la muleta con la zurda el toro estaba muy
agotado. Insistió por la derecha pero ya no pudo haber lucimiento, sólo
demostración de buena voluntad por parte del torero. Mató de estocada casi
entera y su labor fue silenciada.
(Foto: Maestranza).-
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