viernes, 20 de abril de 2018

TOROS.- José María Manzanares cortó la única oreja de la corrida de este viernes, en un festejo en el que fueron devueltos dos toros de la la ganadería de Juan Pedro Domecq a los chiqueros de la Real Maestranza de Sevilla

La Plaza de Toros de Sevilla fue este viernes, día 20 de abril, el escenario de la décimo segunda corrida de abono de la temporada, la décima del ciclo continuado de la Feria de Sevilla.
Los diestros, Enrique Ponce, José María Manzanares, y Ginés Marín, lidiaron toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq-Parladé.
Tras sus dos actuaciones en las jornadas taurinas del Domingo de Pascua y en la corrida del 17 de abril, Manzanares volvía de nuevo al ruedo maestrante para participar en su tercera corrida. Asimismo, Enrique Ponce, que cortó una oreja en el festejo del pasado lunes, en la tarde del indulto del toro "Orgullito" de Garciagrande que fue lidiado por "El Juli", actuaba de nuevo en el ruedo del Coso del Baratillo.
Por otra parte, el jerezano Ginés Marín lo hacía este año por primera vez en la Maestranza, formando este cartel junto a los dos grandes maestros.
En la corrida de este viernes, donde la Empresa Pagés volvió a colgar el cartel de "No hay billetes", la expectación también fue grande. El empresario Ramón Valencia había programado para este día un buen cartel. Además, siempre esperaba la afición una buena respuesta de los toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq, porque es un hierro que tiene en Sevilla un enorme poder de convocatoria.
Sin embargo, salvo el primer toro de Manzanares, al que cortó merecidamente una oreja, la corrida fue pesada, interminable y decepcionante, las demás reses, por falta de clase, raza y fuerza, no dieron el juego deseado por los espadas.
El presidente de la corrida sacó por dos veces el pañuelo verde cuando Ginés Marín iba a cerrar la jornada taurina con el sexto toro que estaba programado para esta corrida.
Este Juan Pedro fue devuelto a los chiqueros. Pero tampoco fue útil el primer sobrero, que también fue conducido a los toriles. El jerezano tuvo que lidiar a un segundo sobrero --era el tercero bis de su segundo lote--, para que la fiesta finalizara medianamente en paz, pero con las fuertes protestas del público y con sonoras pitadas para las malas y decepcionantes reses de Juan Pedro Domecq.  

CRÓNICA DE LA OREJA A MANZANARES, LOS MALOS TOROS DE JUAN PEDRO DOMECQ Y LOS PAÑUELOS VERDES DEL PRESIDENTE DE LA CORRIDA
Lo único agradable de este festejo, en esta recta final del ciclo continuado de la Feria de Sevilla, fue la oreja que cortó José María Manzanares al primer toro de su lote. De nombre “Manzanilla” y de 583 kilos, el diestro de Alicante ofreció una lidia de mucho poder y torería. Sonó la música para premiar todos los buenos argumentos que estaba desarrollando Manzanares en el ruedo maestrante. Hubo firmeza, entrega, dominio y valor ante un “Manzanilla” de mucha calidad. El alicantino impactó con sus bellos naturales, muy profundos, llenos de buen ritmo, ejecutados con mucho dominio y temple. Fue una completísima faena de un Manzanares que levantó a los aficionados de sus asientos para ovacionar, con gritos de olé y olé, al torero. Además, el diestro mató con firmeza y se ganó de forma merecida y justa la oreja. Hubo petición de otro trofeo, pero Manzanares dio una vuelta al ruedo con ese gran premio a su apasionada lidia. Fue un gran toro de Juan Pedro Domecq.
Pero en el segundo de su lote --quinto del festejo--, todos los deseos de Manzanares fueron inútiles ante un toro imposible de torearlo. “Escopetero”, de 565 kilos, perdió fondo, dobló las manos y la faena soñada por Manzanares no acabó bien. Hasta que al toro le duró de escaso fondo, el diestro logró mantener un buen nivel durante los primeros pases con la muleta. “Escopetero”, muy limitado, bajó los límites de su motor. Manzanares, que quiso, al menos, dejar en el aire de la Maestranza sus ajustados detalles durante ciertos momentos de la lidia, no estuvo afortunado a la hora de matar a “Escopetero”. Necesitó de varios pinchazos, media corta estocada --el toro que llegó a caerse, recuperándose de nuevo--, y cayó después de recibir otro espadazo. La presidencia le mandó un recado a Manzanares.

LOS BUENOS DESEOS, LOS DETALLES TOREROS Y LAS DIFICULTADES DE ENRIQUE PONCE
La corrida comenzó con la actuación de Enrique Ponce. Su primer toro, el que abrió plaza, fue “Dibujante”, de 572 kilos. El torero de Chiva probó con las tradicionales verónicas, pero se pudo comprobar que el de Juan Pedro no humillaba y que estaba escasito de fuerzas. Ponce, a pesar del poco gas de “Dibujante”, buscó la forma de superar las dificultades y ofrecer una lidia efectiva. Pero el toro no humillaba y, además, buscaba siempre el cuerpo del diestro alicantino. El público ya montó sus primeras protestas por la poca calidad de la res, que dobló las manos durante los intentos de lidia de Ponce. A pesar de la entrega y los detalles del torero, la faena no levantó el vuelo. Pinchó, retirando el acero, y dio otro pinchazo que quedó clavado en “Dibujante. Hubo aviso y silencio.
Tampoco tuvo fortuna en el segundo de su lote –cuarto de la corrida--, de nombre “Ojeroso”, de 536 kilos. El morlaco titubeó en su embestida y se fue apagando. Aunque Ponce quiso levantar el ánimo y llegó a ofrecer buenos detalles. Hasta citó de lejos y para ejecutar algunos pases de calidad. El alicantino intentó provocar de forma constante la embestida de “Ojeroso”. Y Ponce, valiente, muy responsable y con paciencia, logró, al menos, demostrar su ánimo frente a las complicaciones del toro. El diestro metió de forma constante su muleta en el cuerpo del toro para provocar la embestida de “Ojeroso”. Pero el de Juan Pedro, sin raza, tiró la toalla, y no le dio ninguna opción al alicantino. Ponce, que puso el alma, escuchó un aviso cuando utilizó la espada, sin mucha fortuna, para matar al complicado animal.

TRES TOROS –DOS DE ELLOS, SOBREROS--, EN EL ÚLTIMO LOTE DEL JEREZANO GINÉS MARÍN
Ginés Marín solo pudo demostrar durante la lidia de los toros de su lote algunos detalles de gran calidad. En el primero de su lote –“Proeza”, de 579 kilos--, el jerezano ejecutó con mucha brillantez unas ajustadas verónicas. Brindó el toro al futbolista sevillanos del Real Madrid, Sergio Ramos, que estaba en el callejón de la plaza. “Proeza”, que dio al principio buenas sensaciones, respondió bien a las citas de Ginés Marín, que realizó pases muy artísticos y de calidad. Pero poco a poco, el de Juan Pedro fue perdiendo gas. “Proeza” se apagó y Marín no pudo rematar bien una lidia en la que dejó buenos detalles. Necesitó de pinchazo y media estocada para matar. Hubo ovación para el jerezano que demostró, en buena parte de su lidia, su buena calidad.
Cuando Ginés Marín se preparaba para lidiar el segundo toro de su lote, la corrida tomó un rumbo a lo desconocido. El toro programado para ser lidiado en sexto lugar –“Jaguar” de 564 kilos--, fue devuelto a los corrales. Protestó el público porque el de Juan Pedro no daba buenas sensaciones y el presidente sacó el pañuelo verde. En su lugar saltó a la arena “Pantomimo”, de 555 kilos, de Juan Pedro Domecq. Pero tras dar una voltereta y caer sobre la arena, también tomó el camino hacia los chiqueros.
Salió el segundo sobrero --“Octavillo”, de 528 kilos--, para que Ginés Marín superara todo el tiempo perdido y la desesperación de los aficionados. Se cuidó al toro en la suerte de picar. Y aunque también dobló las manos, el diestro jerezano se ajustó los machos para buscar las precisas fórmulas para poder superar tantos inconvenientes. “Octavillo” estuvo siempre a la defensiva y la faena de Marín no tuvo lucimiento por la mala calidad del sobrero. Ante una lidia imposible, el jerezano liquidó al falso toro con una estocada. El público agradeció con aplausos la buena voluntad de Ginés Marín.
Este sábado, 21 de abril, llega la corrida de Fuente Ymbro para Padilla, “El Cid” y “El Fandi”, y el domingo, 22 de abril, en el último festejo del ciclo continuado, tendrá lugar el mano a mano Manuel Escribano Pepe Moral, que lidiarán la esperada corrida de la histórica ganadería de Miura.

FICHA DEL FESTEJO:
Se celebró en la Plaza de la Maestranza la 12ª corrida del abono de la temporada --décima del ciclo continuado de Feria de Abril 2018--, con la actuación de Ponce, Manzanares y Ginés Marín. Se lidiaron seis toros más dos sobreros de la ganadería de Juan Pedro Domecq, bien presentados. Salvo el juego que dio el primer toro del lote de Manzanares, las demás reses no tuvieron ni clase ni fuerza. El público protestó la falta de raza de los toros. Cuando el diestro Ginés Marín cerraba la jornada taurina, el presidente de la plaza sacó por dos veces el pañuelo verde. Fueron devueltos a los chiqueros el sexto toro de la corrida y el primer sobrero, también de la misma ganadería, pero que también fue muy protestado por los aficionados.
* Enrique Ponce, silencio, tras aviso, y ovación y saludos, tras aviso.
* José María Manzanares, oreja en su primero, y silencio, tras aviso, después de cinco pinchazos, media estocada y descabello.
* Ginés Marín, ovación con saludos, en su primero, y aplausos tras matar al segundo sobrero.
Incidencias:
El Coso del Baratillo colgó de nuevo el cartel de no hay billetes. Muchas caras conocidas en los tendidos y en el callejón. Ginés Marín brindó la muerte de su primer toro al futbolista sevillano del Real Madrid, Sergio Ramos, que estaba en el callejón de la Plaza de Toros. Saludó Jesús Gonzalez "Suso" en el segundo.
El diestro peruano, Andrés Roca Rey, resultó lesionado al entrar a matar al segundo sobrero de la corrida, sufriendo un edema óseo en la base del primer metacarpiano de la mano derecha. El festejo duró casi tres horas al ser devuelto a los chiqueros dos toros de la ganadería de Juan Pedro Domecq. (Fotos: Toromedia).

* FERNANDO GELÁN.-

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