jueves, 28 de junio de 2018

El grupo del Taller "Paseando por Sevilla" de la Asociación "Amigos de los Jardines de la Oliva" visitaron el Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas, realizando un amplio recorrido para conocer toda su historia


El grupo socios/as de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva que preside Jacinto Martínez y que forman parte del Taller "Paseando por Sevilla", ha realizado una visita al Monasterio de la Cartuja de Santa María de las Cuevas.
Un guía oficial del citado centro informó al grupo del Taller sobre la historia del recinto y sus distintas etapas del convento, tanto las arquitectónicas (Gótico-mudéjar, renacentista, barroco) como de las diferentes titularidades del mismo.
El gran precursor de este Monasterio sevillano fue el arzobispo de Sevilla Gonzalo de Mena y Roelas; que a finales del siglo XIV, le pasa la titularidad de la primitiva ermita de Santa María de las Cuevas que regentaban los franciscanos, a la Orden de los Cartujos…
La visita del grupo del Taller de la Asociación Amigos de los Jardines de la Oliva comenzó por la Puerta de Tierra, contemplando la capilla de afuera, el atrio y la iglesia, en la que destaca su rosetón de azulejería del siglo XVI. Posteriormente, el grupo se trasladó la capilla de Santa Ana, en cuya cripta reposaron los restos de Cristóbal Colón entre los años 1509 hasta 1536.
Los socios/as de Amigos de la Oliva visitaron también la sala capitular, el refectorio, la sacristía, el memorial del agua, llegando en el recorrido hasta el famoso ombú, que según la leyenda, fue plantado por Hernando Colón, hijo del Almirante de Castilla.
Grandes personajes que visitaron o residieron en este edificio, como el emperador Carlos I, cuando vino a Sevilla para casarse, forman parte de la gran historia de este Monasterio de Sevilla.  
Está documentado que Felipe II pasó allí tres jornadas; también lo visitó el erudito Arias Montano, consejero de Felipe II, y, a pesar de su condición de mujer, estuvo allí, Teresa de Jesús. Asimismo, los pintores Zurbarán y Pacheco realizaron allí sus grandes obras.
En el siglo XIX, comienza el Calvario para este Monasterio, con la invasión francesa. El convento es utilizado como cuartel de Artillería y como aves de rapiña, los gabachos expoliaron, todo lo que pudieron. Allí permanecieron, hasta que el General sevillano Don Juan de la Cruz Mourgeon, expulsó a los franceses el 27 de agosto de 1812. Una vez recuperada la soberanía, del convento, regresaron los cartujos.
Asimismo, unos años después, en el Trienio Liberal, los bienes del Monasterio fueron incautados y exclaustrado para uso de casa de vecinos. Finalmente, en el año 1836, llegó la desamortización de Mendizábal por la cual, el Estado confiscó los bienes de la Iglesia Católica, ocasión que aprovechó el futuro Marqués de Pickman, para comprar el convento y convertirlo en la famosa fábrica de cerámicas La Cartuja
En el año 1982, el Monasterio es expropiado por el Estado para instalar en la Isla de la Cartuja la Exposición Universal de 1992, donde el Monasterio albergó el Pabellón Real. (Fotos: AAJLO).

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