OPINIÓN.- Zoido y la lámpara de ¿Aladino?, por Fernando Gelán

Días pasados, el alcalde de Sevilla, el popular Juan Ignacio Zoido, se hizo una foto junto a la lámpara central del Teatro Lope de Vega para anunciar los trabajos de restauración y limpieza de esta gigantesca araña luminosa que cuelga del techo del coliseo municipal. Cuando contemplé al primer edil junto al histórico soporte de luces artificiales se me vino a la cabeza que nuestra primera autoridad municipal fue para algo más que para retratarse junto a la monumental y atractiva araña.

Como andan más bien las cosas torcidillas para el PP, Zoido quiso, creo yo, ser protagonista en el siglo XXI de la popular historia de Aladino. Se acercó a lo que podría ser la famosa “lámpara maravillosa” para frotarla e invocar al genio que, como se sabe, está obligado a servir a la persona que le pide una serie de deseos.

El alcalde de nuestra maravillosa ciudad de Sevilla le presentaría al genio un buen número de peticiones urgentes. Además de todo el lío del montepío que ha llevado a la cárcel a varios correligionarios corruptos y sinvergüenzas del centro del país, Zoido fijaría todos sus buenos deseos para la tierra que pisa todos los días. Frotar la lámpara para controlar bien la oposición que galopa y corta el viento de los populares. Frotar la lámpara para repetir mayoría en las elecciones municipales que se celebrarán dentro de algo más de seis meses. Frotar la lámpara para seguir gobernando la ciudad desde la Casa Grande y poder rematar todos los proyectos que prometió a los sevillanos. Frotar… ¿Pero no eran solo tres deseos los que se concedían en el cuento?

FERNANDO GELÁN