El maestro Enrique Ponce compartió con el catedrático de literatura y crítico taurino Andrés Amorós la primera cita del Ciclo de Diálogos del diario LA VOZ, organizado con motivo del décimo aniversario de este periódico en la Casa Pemán de Cádiz, sede de la Fundación Cajasol en esta ciudad.
Durante toda la charla se puso el acento en el carácter cultural de la tauromaquia y ambos protagonistas llevaron a cabo una reflexión artística sobre la Fiesta nacional.
"Santo Tomás de Aquino sostenía que arte es lo que visto agrada. El ser humano hace las cosas útiles y las que no son útiles pero agradan y sirven para el deleite", expuso Andrés Amorós como punto de partida, a lo que Ponce añadió: "El toreo es el arte entre las artes. La fusión entre el toro y el torero es la mejor pintura, escultura u obra de teatro que puede existir. Me gusta pensar en el toreo como algo bello, hay un hombre jugándose la vida, sí, pero ante todo es un arte, se crea una belleza sublime".
"No hay nada que pueda superar un muletazo a compás, un pase de pecho, o un faena completa, es un flash que se queda grabado para siempre en la memoria», añadió el maestro, a lo que Amorós apostilló: "Decía Salvador de Madariaga que la tauromaquia participa de todas las artes, ella misma es en sí una obra de arte", además de ser inspiración de otras creaciones artísticas para la posteridad.
Numerosos temas fueron abordados en la hora y media que duró el diálogo, que concluyó con una auténtica clase magistral de Enrique Ponce, que expuso a los asistentes las claves de su toreo y los fundamentos técnicos de la tauromaquia de una forma brillante y clara. "Además del valor, el toreo se sostiene de la técnica, como cualquier otra disciplina artística. No tiene nada que ver la técnica con el arte en el sentido de a emoción, pero es fundamental para torear bien", concluyó el maestro. «Solo cuando dominas la técnica, puedes romperla y hacer una revolución», detalló Amorós.
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