El Grupo de Izquierda Unida del Ayuntamiento de Sevilla ha difundido a los medios la siguiente nota informativa:
En una respuesta escrita a preguntas del Grupo Municipal de Izquierda Unida con relación al mantenimiento o no del minuto de silencio que se guardaba a las puertas del Ayuntamiento cada vez que se producía un accidente mortal en el ámbito andaluz, el Partido Popular ha contestado que continuará pero restringiéndolo al ámbito municipal de Sevilla.
Para nuestro grupo municipal eso significa un retroceso en la magnitud de la medida, puesto que el objetivo era manifestar el rechazo de la corporación sevillana a cualquier muerte en el trabajo que se produjera dentro del territorio de nuestra comunidad autónoma. Tal fue el sentir del Pleno del Ayuntamiento del 17 de marzo de 2005, cuya decisión no ha sido expresamente invalidada, ni corregida.
(La última vez que se convocó el minuto de silencio fue el 20 de abril de 2011. Y se hizo por el obrero que había fallecido el día anterior en en la localidad malagueña de Cártama, tras resultar aplastado por parte de una grúa que le cayó encima. Como en el Egipto de los faraones, por aplastamiento o por caída.
Con aquel -la foto corresponde a dicho acto-eran 281 los minutos de silencio secundados y 392 los andaluces que, lamentablemente, habían perdido la vida en el tajo desde que el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobase esta iniciativa en marzo de 2005, bajo el lema ‘No más muertes en el trabajo’.).
Protestar por la muerte en el trabajo, exigir las medidas correctoras, además de trasladar el pésame a la diputación de la provincia de que se tratase, al ayuntamiento concreto del que procediese el fallecido para que lo trasladase a la familia y a las organizaciones sindicales de cada provincia, constituía en sí mismo un paquete de medidas tendentes a contrarrestar la resignación y la falta de denuncia y de compromiso de las administraciones, resaltando el papel de un ayuntamiento como el de Sevilla que situaba en primera línea la lucha contra la siniestralidad y su denuncia.
Esta medida, junto a las cláusulas contra la siniestralidad laboral a que se obligaba a las empresas que contratasen con nuestro ayuntamiento era un reflejo de la voluntad política que imprimió Izquierda Unida comprometida en el Ayuntamiento sevillano contra la accidentalidad laboral.
Al restringirse al ámbito municipal por la muerte en el trabajo la celebración del minuto de silencio, se reduce la dimensión de la denuncia y deja, en la práctica, sin efectos la intencionalidad de extender el compromiso de las administraciones, la exigencia de medidas correctoras y retira del debate político la defensa de la salud y la vida en el trabajo.
Por lo tanto el Partido Popular, con esta nueva restricción, renuncia a liderar la lucha contra la siniestralidad laboral, reniega de la referencia y del compromiso de la corporación sevillana en esta materia y se ubica entre quienes, como la patronal, consideran innecesaria la denuncia ante la trágica realidad que reflejan las estadísticas de muertes en el trabajo.
En una respuesta escrita a preguntas del Grupo Municipal de Izquierda Unida con relación al mantenimiento o no del minuto de silencio que se guardaba a las puertas del Ayuntamiento cada vez que se producía un accidente mortal en el ámbito andaluz, el Partido Popular ha contestado que continuará pero restringiéndolo al ámbito municipal de Sevilla.
Para nuestro grupo municipal eso significa un retroceso en la magnitud de la medida, puesto que el objetivo era manifestar el rechazo de la corporación sevillana a cualquier muerte en el trabajo que se produjera dentro del territorio de nuestra comunidad autónoma. Tal fue el sentir del Pleno del Ayuntamiento del 17 de marzo de 2005, cuya decisión no ha sido expresamente invalidada, ni corregida.
(La última vez que se convocó el minuto de silencio fue el 20 de abril de 2011. Y se hizo por el obrero que había fallecido el día anterior en en la localidad malagueña de Cártama, tras resultar aplastado por parte de una grúa que le cayó encima. Como en el Egipto de los faraones, por aplastamiento o por caída.
Con aquel -la foto corresponde a dicho acto-eran 281 los minutos de silencio secundados y 392 los andaluces que, lamentablemente, habían perdido la vida en el tajo desde que el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobase esta iniciativa en marzo de 2005, bajo el lema ‘No más muertes en el trabajo’.).
Protestar por la muerte en el trabajo, exigir las medidas correctoras, además de trasladar el pésame a la diputación de la provincia de que se tratase, al ayuntamiento concreto del que procediese el fallecido para que lo trasladase a la familia y a las organizaciones sindicales de cada provincia, constituía en sí mismo un paquete de medidas tendentes a contrarrestar la resignación y la falta de denuncia y de compromiso de las administraciones, resaltando el papel de un ayuntamiento como el de Sevilla que situaba en primera línea la lucha contra la siniestralidad y su denuncia.
Esta medida, junto a las cláusulas contra la siniestralidad laboral a que se obligaba a las empresas que contratasen con nuestro ayuntamiento era un reflejo de la voluntad política que imprimió Izquierda Unida comprometida en el Ayuntamiento sevillano contra la accidentalidad laboral.
Al restringirse al ámbito municipal por la muerte en el trabajo la celebración del minuto de silencio, se reduce la dimensión de la denuncia y deja, en la práctica, sin efectos la intencionalidad de extender el compromiso de las administraciones, la exigencia de medidas correctoras y retira del debate político la defensa de la salud y la vida en el trabajo.
Por lo tanto el Partido Popular, con esta nueva restricción, renuncia a liderar la lucha contra la siniestralidad laboral, reniega de la referencia y del compromiso de la corporación sevillana en esta materia y se ubica entre quienes, como la patronal, consideran innecesaria la denuncia ante la trágica realidad que reflejan las estadísticas de muertes en el trabajo.
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